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Análisis táctico: Sevilla 2 Barcelona 4

Análisis táctico: Sevilla 2 Barcelona 4
Getty Images
Redacción
Héctor Riazuelo
Publicado el
25 de febrero 2019

La Liga, 23 de febrero de 2019

Sevilla 2Barcelona 4

Navas (22)
Mercado (42)

Messi (26,67,85)
Suárez (90+3)

Es la ley de Messi: convertir lo extraordinario en habitual. Sin él sobre el campo, el Sevilla seguramente habría sumado tres puntos ante el líder de la Liga.  Los locales fueron eléctricos en la primera mitad, concentrados en todas sus líneas y afilados arriba para hacer dos goles.

Pero la presencia de Messi lo condiciona todo para el rival. Cuando el "10" aparece, es casi imposible no perder. No solo marcó tres goles para alcanzar su "hat-trick" número 50. También dio la asistencia de gol a Luis Suárez para el que uruguayo celebrara su primer gol en la Liga en los últimas cinco jornadas (no marcaba desde el 20 de enero ante el Leganés).

La victoria en Sevilla facilita el final de Liga para el FC Barcelona. Era un partido marcado en rojo en el calendario, obligatorio ganar antes de afrontar la próxima jornada el partido ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Messi resolvió para mantener los 7 puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid y 9 sobre el Madrid. Ahora, y pase lo que pase en Madrid, el Barcelona saldrá del Clásico con una cómoda ventaja sobre sus rivales.

Alineaciones iniciales
Sevilla
Barcelona
Estadísticas
Sevilla Barcelona

11 / 3

DISPAROS / A PUERTA

18 / 8

42 %

Posesión

58 %

379 / 297

Pases / Completados

580 / 508

15 / 6 / 0

Faltas / Amarilla / Roja

11 / 1 / 0

Análisis: Sevilla

El equipo local utilizó una estructura 4-4-1-1 para empezar el partido. Maximilian Wöber jugó en la banda izquierda, desarrollando un papel más ofensivo cuando los locales tuvieron la posesión.

Wissam Ben Yedder y Pablo Sarabia formaron la pareja de ataque, el primero como “9” y el segundo como “10”. El centrocampista izquierdo, Quincy Promes, se movía al interior en las situaciones en las que Wöber subía por banda con el objetivo de crear superioridad en esa zona.

Esto llevó a un esquema asimétrico del Sevilla en 3-2-4-1. Dibujo que fue más prominente según avanzaba la primera mitad. Con el FC Barcelona instalando a Jordi Alba en posiciones más altas, Jesús Navas, lateral largo, proporcionó amplitud por su zona, convirtiéndose en la clave en la salida de ruptura del Sevilla. Wöber, sin embargo, no pudo desarrollar ese papel por la izquierda debido a que Nélson Semedo no subía tanto por su banda.

A pesar de que el Sevilla se manejó en posesiones largas, el primer gol llegó a través de un contragolpe por la banda derecha. Un intento de pase de Messi fue bloqueado en defensa, desde donde se lanzó el contragolpe de manera inmediata.

Ben Yedder dirigió la conducción y dio el balón a Jesús Navas, que llegó por banda derecha aprovechando la situación adelantada de Jordi Alba. El jugador del Sevilla cruzó el balón al palo contrario de Ter-Stegen en una gran finalización.

La distribución en las ayudas hizo posible que el Sevilla tejiera un buen juego de pases hacia delante, progresando con el balón con regularidad. Los sevillistas se volvieron a adelantar antes del descanso. Fue tras aprovecharse de la falta de una nueva cobertura defensiva del Barcelona a la espalda de Jordi Alba, que se encontró con la diagonal de Sarabia. Gabriel Mercado, un defensa, se convirtió en un atacante más para hacer el tanto.

Sin embargo, el juego ofensivo del Sevilla disminuyó por completo en la segunda parte, ante un Barcelona que cambió su personalidad. Las carreras hacia delante de Wöber se redujeron drásticamente, ya que los visitantes atacaron por esa banda y mantuvieron al austriaco atrás.

Con una nueva estructura defensiva del Sevilla, Promes y Navas estaban demasiado retrasados como para poder llevar peligro en ataque, mientras que Wöber fue sustituido. El Sevilla, por tanto, carecía de amplitud en ataque, y su capacidad para atacar los espacios a la espalda desapareció por completo.

Eso les hizo caer en la desesperación, exponiéndose a las transiciones ofensivas del Barcelona y muriendo en ellas a través de un gran Lionel Messi. Sin el balón, el Sevilla jugó un 4-4-1-1. Los visitantes no lograron estirar esa línea defensiva del Sevilla para dividirla, que se estrechaba en distintas zonas y basculaba cuando tenía que ir a su lado derecho para cubrir las entradas de Jordi Alba.

Si Messi se movía hacia el carril central - y luego hacia el balón – Sarabia se posicionaba como “10”. Esto redujo los espacios para que Messi pudiera combinar, alimentado también por la pareja Marko Rog y Éver Banega, que se juntaron cada vez más con la línea defensiva central.

La congestión por el centro era tremenda. La única vez que los locales fueron penetrados fue con balones por alto, que normalmente buscaban las carreras de Jordi Alba o Luis Suárez en la banda izquierda del FC Barcelona, pero sin ser una seria amenaza para el Sevilla.

En la segunda parte, el Sevilla jugó en bloque medio, ya sin posesión. Desesperados por lanzar a los jugadores hacia adelante, el Sevilla se volvió más vulnerable a los contragolpes del Barcelona.

Como los visitantes tenían ahora mucho más peligro con Ousmane Dembélé en la derecha, el Sevilla cambió a una estructura de cinco jugadores atrás y un bloque bajo hasta el final del partido.

Esto de nuevo detuvo su juego ofensivo, con los laterales demasiado profundos como para tener impacto ofensivo. Incluso con el Sevilla adoptando un 5-4-1, y luego un 5-3-2, Messi cerró su “hat-trick” y Luis Suárez hizo el cuarto.

El FC Barcelona se instaló en una estructura ofensiva 4-3-3, con Philipe Coutinho apoyando a Luis Suárez y Lionel Messi en ataque. Jordi Alba proporcionó la amplitud de ataque desde la izquierda.

Coutinho fue el encargado de apoyar a Luis Suárez, ya que Messi permaneció en el carril interior derecho, aunque careció de apoyos para generar superioridad en la banda izquierda del Sevilla. Arturo Vidal apoyó esporádicamente a Messi, perdiendo así el Barcelona su capacidad ofensiva. Por otro lado, cualquier perdida era una acción ofensiva a favor del Sevilla.

El Barcelona respondió de inmediato al gol en contra. Messi asumió un papel protagonista, con la ayuda de Vidal y Rakitic, que por primera vez pasaron de su línea para llegar a posiciones más ofensivas. Un centro de Rakitic desde la izquierda encontró a Messi en el punto de penalti. Desde ahí el argentino, en un gran remate de volea, hizo su gol número 23 en la Liga.

El juego ofensivo del Barcelona se vio reducido según aumentaba la posesión del Sevilla, tanto en cantidad como en calidad. Quedó reducido a contragolpes. Ni siquiera sirvió que Messi bajara al centro para luego buscar combinarse con Luis Suárez. La pareja del Barcelona no pudo vincularse con la calidad suficiente en el primer tiempo.

Ernesto Valverde decidió hacer cambios en el segundo tiempo. Entraron Sergi Roberto y Ousmane Dembélé, mientras que Arturo Vidal y Semedo se fueron al banco. De este modo, el Barcelona contaba ahora con el apoyo ofensivo por banda derecha. Con posesión, Dembélé y Sergi Roberto adelantaban su posición de inmediato. Con más posesión, el Sevilla se desesperó. Y eso llevó a abrir espacios.

El Barcelona, y sobre todo Messi, hicieron el segundo gol aprovechando un pobre despeje de Tomáš Vaclík, que acabó en los pies de Rakitic y este lanzó el ataque. El centro Dembélé encontró a Messi, otra vez justo en el punto de penalti, que remató a la red.

El Sevilla intentó llevar más jugadores arriba, lo que dejó espacios entre sus unidades. Al final, dos goles de Messi y Luis Suárez en los últimos minutos aseguraron la victoria para los azulgranas.

Sin balón, el Barcelona se mostró más vulnerable en los momentos de transición, atacando el Sevilla la espalda de Jordi Alba. Sin embargo, a medida que avanzaba el partido, el equipo andaluz desarrolló una posesión más asentada, que explotó la estructura defensiva del Barcelona en 4-3-3.

El trío del centro del campo Iván Rakitic, Sergio Busquets y Arturo Vidal fueron superados por la acumulación de hombres en esa zona. Ben Yedder, Sarabia y Promes se desplazaron a estos espacios para flotar sobre la línea defensiva del Barcelona, y al menos uno de los centrocampistas del Barcelona adelantaba su posición para presionar la salida de balón del Sevilla desde su doble pivote.

Desde ahí, los locales jugaron a través del mediocampo del Barcelona, buscando estar cerca del área rival, con sus unidades dando pases de ruptura.

El segundo gol del Sevilla se produjo por una pérdida en la posesión, después de que el despeje de Ter-Stegen no fuera asegurado por ningún jugador de la primera línea del Barcelona. A partir de aquí, el Sevilla ya tenía varios jugadores por delante del balón, presionando la salida de balón del Barcelona. Otro balón a la espalda de Jordi Alba, que obligó a salir a la ayuda a Busquets, llevó al segundo gol del Sevilla. Otra mala cobertura defensiva del Barcelona volvió a ser aprovechada por el Sevilla por medio de Mercado.

El Barcelona dominó la mayor parte del juego en la segunda parte, con el Sevilla incapaz de pasar al ataque como en la primera mitad. Los locales cambiaron a un bloque más defensivo. Esto llevó al Barcelona a tener el control absoluto del partido, con coberturas defensivas para bloquear los contragolpes del Sevilla. Con pocos jugadores por delante, y sin carreras directas a la espalda, el juego ofensivo del Sevilla pronto se volvió muy limitado y extremadamente predecible.