Copa del Rey, 27 de febrero de 2019
Suárez (50) (73)
Varane (69 pp)
El FC Barcelona se clasificó para su sexta final de Copa del Rey consecutiva tras golear al Real Madrid en su casa. Una victoria que habla del claro dominio azulgrana en territorio hostil. Son 10 victorias en los últimos 17 partidos disputados en el Santiago Bernabéu, donde los números también son contundentes: 39 goles a favor del Barcelona por los 22 del Madrid.
Esta vez no decidió Messi, en un tono algo gris, sino la pegada del Barcelona a través de Luis Suárez, que ya lleva 5 goles contra el Real Madrid esta temporada (los otros 3 fueron en el 5-1 de Liga en la primera vuelta). El uruguayo fue decisivo en un Clásico copero que empezó con un Real Madrid dominador en las distintas facetas del juego. Todo a través de la velocidad de Vinícius, brillante en la creación de ocasiones de gol, aunque limitado en la definición. El joven brasileño deberá perfeccionar esa faceta del juego para terminar de convertirse en todo lo que promete.
Y si al Madrid le faltó acierto para marcar en la primera mitad, al Barcelona le sobró en el segundo acto. Luis Suárez marcó en el primer disparo entre los tres palos tras un pase de Dembélé. El 0-1 cambió el escenario, obligando al Madrid a marcar para igualar la eliminatoria. Era un todo o nada para los blancos. Finalmente, el Barcelona salió ganador, sumando dos goles más. Raphael Varane, tras otro pase de Dembélé, marcó en propia puerta y Luis Suárez cerró la goleada con un gol de penalti a lo Panenka.
El Madrid se queda así sin la posibilidad de ganar la Copa del Rey y tiene la Liga muy complicada. Todo lo contrario que el FC Barcelona, con las aspiraciones intactas para el alcanzar el triplete de Liga, Copa del Rey y Champions League.



13 / 3
DISPAROS / A PUERTA
4 / 2
50 %
Posesión
50 %
573 / 506
Pases / Completados
615 / 557
13 / 2 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
16 / 2 / 0
Análisis: Real Madrid
El Real Madrid jugó en ataque un 4-3-3, con Vinícius Júnior en el carril izquierdo. Sergio Reguilón rara vez superó a su compañero en los minutos iniciales, posiblemente desconfiando de la presencia de Lionel Messi por ese mismo lado. Esto hizo que Toni Kroos no pudiera desarrollar su papel habitual, que normalmente permite que Reguilón se adelante.
Kroos permaneció dentro del carril central, al igual que Casemiro y Luka Modric (una sobrecarga blanca de 3 contra 2 en esa zona), este último más adelantado para apoyar a Karim Benzema. En el lado opuesto, el lateral derecho Dani Carvajal proporcionó amplitud, frenando a Ousmane Dembélé en la salida al contragolpe.
Carvajal avanzó y el mediocampista derecho Lucas Vázquez entró al centro para generar superioridades junto a Benzema. El francés decidió alejarse de la defensa central del Barcelona para conectar con Modric, buscando crear también superioridades contra la pareja de centrales del Barcelona. Ante este rol de Benzema, el Barcelona se vio obligado a estrechar su estructura defensiva. Al mismo tiempo, Vinícius se deslizaba con carreras diagonales al centro.
Dos combinaciones encontraron al joven brasileño dentro del área rival, pero no el objetivo final del gol. Fueron las dos únicas jugadas del Madrid creadas con una posesión larga. La siguiente, por partida doble en la misma acción, llegaría en una transición rápida. Fue antes del descanso tras la pérdida de Gerard Piqué en medio del campo, lo que abrió completamente el carril central. El intento de Vinícius fue frenado en primera instancia por Semedo, pero en la segunda acción encontró a Benzema. Sin embargo, el disparo del francés también fue bloqueado, esta vez por Marc-André ter Stegen.
Después de ponerse abajo muy temprano en la segunda mitad, el Madrid volvió a su patrón de rotación habitual desde el lado izquierdo. Kroos como falso lateral, empujando a Reguilón más alto y Vinícius para finalizar. Con el Barcelona manteniendo su 4-4-2, Kroos se enfrentó al centrocampista del Barcelona Sergi Roberto en la disputa por la pelota, con Nélson Semedo presionando a Reguilón en una dura batalla por la banda. Mientras, Gerard Piqué avanzó para marcar a Vinícius.
El Madrid buscó entonces una vía de entrada con pases a la espalda del defensor azulgrana. La velocidad del brasileño contra la experiencia del central. Si ganaba, Vinícius buscaba suministrar centros a Benzema para atacar la unidad central del Barcelona y Lucas Vázquez, por su parte, corría al segundo palo.
El juego del Madrid en el lado izquierdo siguió siendo amenazante mientras Vinícius atacaba la línea defensiva, con Reguilón superando a su compañero en ese carril. Fue esta combinación la que casi nivela el partido, con un pase de Vinícius a Reguilón que, en su remate de cabeza, encontró la gran intervención de Ter Stegen.
Sin el balón, el Madrid jugó en bloque medio con 4-1-4-1. Luka Modric actuó con agresividad hacia Ivan Rakitic cuando su compatriota se retrasaba para crear un doble pivote.
Carvajal también presionó agresivamente hacia arriba desde su banda derecha cuando su oponente directo, Ousmane Dembélé, se movió hacia la pelota o hacia una posición interior. Entonces le correspondió a Vázquez vigilar las carreras de Jordi Alba, lo que naturalmente redujo su capacidad para atacar en transiciones.
El bloque medio del Madrid se profundizó gradualmente cuando el equipo visitante tomó el control de la posesión. El papel de Casemiro entre líneas tenía como objetivo bloquear la mayor cantidad de pases a Messi. Aunque esto limitó la capacidad del jugador argentino para decidir desde una posición central, creó espacios detrás de los jugadores del Madrid. La tarea ante Messi tampoco hizo posible una cobertura adicional para los movimientos entre líneas de los jugadores del Barcelona.
La marca de Carvajal sobre Dembélé continuó en la segunda mitad, pero el Madrid finalmente fue castigado cuando los jugadores del Barcelona se movieron hacia dentro. En esa circunstancia, Carvajal perdió el rastro de Dembélé cuando este se deslizó detrás del lateral y Luis Suárez apareció en el palo más cercano. A pesar de que Madrid dominó la mayor parte de la posesión, un gol en propia puerta de Raphael Varane y un segundo de Suárez 4 minutos más tarde condenó a Madrid a la eliminación.
Análisis: Barcelona
El Barcelona atacó utilizando un sistema 4-3-3. Dembélé buscó una posición más alta en el medio del campo cuando defendía. A medida que avanzaba la primera mitad, Messi cayó en un papel de casi otro centrocampista más, con Sergio Busquets y Rakitic por detrás en el doble pivote. Sergi Roberto se asoció con Messi, dando al Barcelona amplitud de ataque completa para apoyar a Suárez en la línea atacante.
Así, Jordi Alba comenzó a superponerse desde una posición más retrasada, siempre con su velocidad para correr hacia adelante y Messi buscando el pase a esa zona cuando recibía. El Barcelona hizo buen uso de su banda izquierda, usando la marca de Carvajal sobre Dembélé. El extremo izquierdo francés encerró a Carvajal atrás, creando aún más espacio para que Jordi Alba se adelantara y tuviera el tiempo suficiente para controlar cualquier pase de Messi.
Mientras los mediocampistas del Madrid realizaban admirables carreras de recuperación para detener la progresión del Barcelona, los visitantes buscaron nuevas maneras de atacar. Messi regresó a una posición central más alta entre líneas, con Casemiro siempre cerca de él. De este modo, el Madrid carecía de una cobertura defensiva detrás de su unidad del centro del campo ya que ambos laterales, Jordi Alba y Semedo, proporcionaron amplitud para para permitir que Dembélé y Sergi Roberto tomaran posiciones interiores.
Los pases de ruptura desde el medio del campo ayudaron a penetrar hacia adelante, recibiendo los jugadores del Barcelona en espacios adelantados. A pesar de llegar hasta los últimos metros, los centros no encontraron a Luis Suárez, que buscó ineficazmente el remate desde el segundo palo.
Finalmente fue Luis Suárez, esta vez en el primer palo, el que adelantó al Barcelona. El movimiento de Dembélé hacia la pelota sacó a Carvajal de la línea defensiva. El balón atrás de Jordi Alba fue recibido por Dembélé, ya sin su marcador cerca por este desdoblamiento. Un pase al área encontró el remate de Luis Suárez, que se adelantó a Sergio Ramos en la acción.
El Madrid, con desventaja, cambió su modelo de ataque asegurando la posesión ante un Barcelona limitado en su juego ofensivo. Pero dos goles más en menos de 5 minutos, lo cambiaron todo, facilitando el partido a un Barcelona que hasta ese momento había visto frustradas las transiciones hacia Luis Suárez y Messi, muy aislados en ataque.
El segundo gol llegó cuando Sergio Ramos salió innecesariamente a presionar el balón, con Dembélé una vez más buscando el lado ciego del defensa del Madrid, esta vez en el sitio de Reguilón. El centro al área de Dembélé encontró el remate en propia puerta de Varane, aunque Suárez ya estaba a pocos milímetros de la pelota. El gol de penalti de Luis Suárez sentenció al Madrid, que ya había perdido perdido todo sentido defensivo. Un balón en largo fue perseguida por Suárez, quien luego atrajo a Casemiro hacia una falta dentro del área. El charrúa marcó a lo Panenka para cerrar la goleada.
Sin balón, el Barcelona jugó en 4-4-2 en bloque medio, prologando la salida de los defensores, con Messi y Suárez situados entre los defensas de Madrid y los centrocampistas, listos para las transiciones directas a la espalda.
El posicionamiento más atrasado de Dembélé hizo que el juego de transición del lado izquierdo del Barcelona fuera limitado, ya que tuvo que seguir las carreras de Carvajal hacia adelante. El lateral izquierdo del Madrid, Reguilón, también anuló cualquier posibilidad de contragolpe de Messi por su zona gracias a su buena disciplina defensiva. El Barcelona rara vez amenaza inmediatamente después de una recuperación.
Al defender en prolongados esfuerzos, la unidad central del medio del campo tuvo problemas en la sincronización de los movimientos de Benzema. A menudo eran superados en número, ya que el francés se lanzó para apoyar a Kroos y Casemiro, que jugaban en los espacios entre los centrocampistas centrales e interirores del Barcelona.
De este modo, el juego de combinación central de Madrid creó oportunidades, con Vinícius cayendo también entre Semedo y Piqué. A pesar de llegar al área desde el carril izquierdo, el Madrid no probó de verdad a Stegen, ya que fue los remates a puerta fueron bloqueados por Semedo, Piqué y Clément Lenglet.
El portero alemán sí tuvo que intervenir tras una pérdida de Piqué en el centro del campo que lanzó un contragolpe del Madrid. Afortunadamente para los visitantes, Ter Stegen salvó el vgol en el disparo de Benzema.
Con ventaja para el Barcelona nada más comenzar la segunda mitad, el Madrid cambió su enfoque de ataque, con Kroos, Reguilón y Vinícius rotando posiciones en la izquierda. Así, el 4-4-2 de Barcelona se quedó más expuesto en este lado, ya que Roberto se emparejó con Kroos, lo que significó, en una reacción en cadena, que Semedo y Piqué tenían que seguir y apoyar a Sergi Roberto en la presión.
Esto creó más espacio por detrás de Piqué, que Vinícius y Reguilón buscaron explotar. Las subidas de Reguilón y el juego de Vinícius continuó creando oportunidades. Mientras tanto, Semedo y Piqué eran incapaces de detener los centros al área. Las intervenciones de Ter Stegen mantuvieron la ventaja para el Barcelona, que sentenció con dos goles más en apenas 5 minutos.