Final de la Copa del Rey, 25 de mayo de 2019
Messi (73)
Gameiro (21)
Rodrigo (33)
El Valencia ejerció a la perfección el plan que había diseñado Marcelino para romper con la hegemonía del Barcelona en la Copa del Rey, competencia que el equipo catalán había ganando en sus pasadas cuatro ediciones. Defensa perfectamente coordinada para cerrar los espacios a Messi -aislado arriba sin Luis Suárez- y contragolpe sin piedad. Así consiguió no perder en la Liga ante los azulgranas -dos empates- y así les arrebató el título de Copa del Rey. Gameiro y Rodrigo llevaron la ventaja para los valencianistas a dos goles antes del descanso.
Después del intervalo, el Barcelona, con la entrada de Arturo Vidal y Malcom, reactivó su juego ofensivo y recortó distancia por medio de Messi. Sin embargo, no fue suficiente ante un Valencia que resistió en defensa para cerrar la temporada de la mejor manera posible.
Muy distinto al final de temporada del Barcelona, con la eliminación en Champions League a manos del Liverpool y el KO en la Copa. Los azulgranas, que aspiraban al triplete hace solo unas semanas, se quedan con el título de Liga y muchas dudas sobre el futuro.
24 / 6
DISPAROS / A PUERTA
8 / 4
74 %
Posesión
26 %
812 / 742
Pases / Completados
239 / 181
7 / 2 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
13 / 2 / 0
El Valencia salió con una formación de un 4-4-2 (abajo) con una defensa muy compacta manteniendo la distancia adecuada entre las diferentes líneas y con un orden táctico que les permitió bloquear el ataque del Barcelona. Con una vigilancia defensiva muy concentrada de los jugadores Gabriel Armando Paulista, Guedes y Parejo, quienes tenían la misión de anticipar los movimientos de Messi, cerrar los espacios y mantener el equilibrio. De este modo, Soler, Rodrigo y Gameiro podrían aprovechar después el desequilibrio defensivo del Barcelona y contragolpear por las bandas.
El Barcelona, sin llegada y expuesto al contragolpe:
Ernesto Valverde optó de salida por el clásico 4-3-3 que en su estructura en fase defensiva se convertía en un 4-1-4-1 (abajo), dejando a Sergio Busquets como libero por delante de la línea defensiva y a Messi garantizando la profundidad en ataque. Sin embargo, la posesión del balón no fue la característica principal de este encuentro para el Barcelona, que tuvo seria dificultades para llegar a la portería rival. Se trataba de apostar por lograr penetrar la defensa del Valencia y al mismo tiempo, en caso de pérdida de balón, no permitir el contragolpe rápido que generaban la línea de medios rivales.
Aprovechar los espacios:
El Barcelona - insistiendo con Messi situado por el centro buscando un pequeño espacio - buscó en los primeros minutos una falla de concentración en la defensa del Valencia para crear una ocasión de gol que le permitiera tomar ventaja en el marcador. Pero el Valencia no se apresuró en atacar. En el minuto 22 logró abrir el marcador aprovechando los espacios que el Barcelona dejaba en defensa y tomando en cuenta que las transiciones ataque-defensa de los azulgranas no eran lo suficientemente rápidas para contrarrestar la efectividad del conjunto de Marcelino.
Gameiro supo identificar el espacio que se generó por delante de la línea defensiva comandada por Piqué, situándose en una posición que le permitió recibir y aprovechar los espacios favorables para el ataque. La situación se desarrolló en igualdad numérica, pero la habilidad y la ambición del delantero francés fueron más fuertes para hacer el 0-1. Después del primer gol, el Valencia tomó más confianza para generar más posesión del balón en incluso salir jugando desde atrás, manteniendo su estructura ofensiva en un 4-4-2 cerrando espacios interiores y buscando el juego por bandas.
A la media hora, cuando parecía que la defensa del Barcelona lograba encontrar su equilibrio realizando movimientos zonales e intercambiando marcas entre Arthur y Busquets, llegó el segundo gol del Valencia.
Fue en una transición y cambio de ritmo que generó la rápida recuperación de Parejo, quien se asoció con Coquelin, quien buscó en profundidad a Soler aprovechando nuevamente el espacio entre la línea defensiva del Barcelona y el portero Cillessen. A pesar de una situación de 4 contra 2 en inferioridad numérica, Soler identificó el ingreso de Rodrigo al segundo palo.
Al descanso con ventaja:
El partido se puso muy interesante durante el último cuarto de la primera parte. El Barcelona recurrió a cambios de ritmo, juego en profundidad, pero no logró destruir la estrategia planteada por Marcelino. Eso dio más opciones al Valencia en la segunda mitad, con la opción de marcar un tercer gol y cerrar el encuentro o aferrarse a la posibilidad de que el Barcelona no lograra encontrar la fórmula para romper su línea defensiva.
Para encontrar el gol, Ernesto Valverde decidió realizar dos cambios: Vidal y Malcom por Semedo y Arthur. Se trataba de generar superioridad numérica en el ataque, garantizando la profundidad de la línea de delanteros y buscando el desequilibrio defensivo del Valencia. Vidal ingresó como "falso 9", posicionándose por delante de los centrales, buscando fijar la marca y generando espacios, permitiendo que Malcom, Messi, Sergi Roberto y Coutinho buscaran movilizar el ataque y encontrar una opción de gol.
El Valencia, por su parte, intentó mantener la posesión del balón y replegarse rápidamente tras perdida. A diferencia del primer tiempo, salieron a presionar en zona los primeros 10 minutos del segundo tiempo Rodrigo, Gameiro y Coquelin, encargados de efectuar la presión en el inicio de juego del Barça. Esto, sin embargo, generó falta de concentración y desequilibrio en la defensa del Valencia, generando muchas faltas y tiros de esquina en contra en zonas de peligro y donde Messi es muy efectivo.
Últimos minutos decisivos:
Después de varias ocasiones de gol, el Barcelona logró reducir las distancias por medio de Messi, en el lugar preciso para agarrar el rebote y enviar el balón al fondo de las redes. El empate estaba más cerca y al encuentro le quedaban pocos minutos. Marcelino modificó su estructura defensiva a un 5-4-1 (abajo), que le permitió cerrar los espacios que se estaban generando por el centro y entre líneas.
El Valencia tuvo dos opciones claras de gol, ambas generadas al contragolpe, para definir la victoria, pero Guedes no estuvo acertado de cara a portería. Por suerte para ellos, no tuvieron que lamentarlo para proclamarse campeones de la Copa del Rey.
El entrenador del Valencia no podía ocultar su felicidad por el gran cierre de temporada. "Este año empezamos mal, o no bien mejor dicho, porque pese a que los resultados no llegaban, competíamos. Aquel sufrimiento hoy nos da esto. Los jugadores me han dado la oportunidad de ganar esto. El cariño y el agradecimiento es mutuo".
El entrenador del Barcelona recordó que hacía apenas un mes celebraron la conquista de la Liga con dos títulos más en juego antes del fin de campaña. "Somos nosotros los que hemos generado esa expectativa, hemos llegado hasta aquí. Hemos tenido una expectativa muy altay nos hemos dejado en el camino las dos posibilidades que teníamos en Champions y en la final de Copa”.
“Ahora tenemos una mala sensación, no nos vamos a engañar, pero si dan a elegir a cualquier persona llegar al uno de mayo pudiendo ganar tres títulos y habiendo ganado uno, diría que sí. Ahora tenemos que aguantar el tirón”, añadió Valverde.
Redacción: Héctor García