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Análisis táctico: Real Madrid 1 Girona 2

Análisis táctico: Real Madrid 1 Girona 2
Getty Images
Redacción
Héctor Riazuelo
Publicado el
18 de febrero 2019

La Liga, 17 de febrero de 2019

Real Madrid 1Girona

Casemiro (25)

Stuani (65 pen)
Portu (75)

Una de cal y otra de arena. El Real Madrid venía de obtener tres grandes resultados (1-1 ante el FC Barcelona en la Copa del Rey, 1-3 ante el Atlético de Madrid en Liga y 1-2 ante el Ajax en Champions League) en la semana más difícil de lo que va de temporada. Sin embargo, todo se precipitó con una derrota inesperada ante un gran Girona, que remontó en el Santiago Bernabéu.


Solari, entrenador del Real Madrid, apostó por las rotaciones en el once inicial. Una fórmula que parecía funcionar en la primera mitad, donde se adelantó con un gol de Casemiro con un remate de cabeza dentro del área.


Pero el segundo acto el encuentro cambió de dueño. El Girona creció en su juego y en ambición. Stuani marcó el gol del empate de penalti y a falta de 15 minutos para el final, Portu, más vivo que Marcelo dentro del área, hizo el tanto de la victoria para el Girona. El Madrid respondió al gol con rabia, pero sin fútbol, chocando siempre con el bloque defensivo rival.


Con esta derrota, el Real Madrid vuelve a los 9 puntos de distancia con el FC Barcelona y cae otra vez a la tercera plaza de la Liga por detrás del Atlético de Madrid. La conclusión en el equipo blanco es clara: sin continuidad en el juego y resultados, la Liga es un compromiso muy complicado de alcanzar.

Alineaciones iniciales
Real Madrid
Girona
Estadísticas
Real Madrid Girona

17 / 7

DISPAROS / A PUERTA

14 / 7

54 %

Posesión

46 %

548 / 469

Pases / Completados

426 / 361

12 / 1 / 1

Faltas / Amarilla / Roja

17 / 2 / 0

Análisis: Real Madrid

El Real Madrid se estableció en 4-3-3 con Casemiro, Kroos y Ceballos en el medio del campo, mientras que Lucas Vázquez, Benzema y Asensio formaron el tridente de ataque. Los blancos utilizaron dos vías para el juego ofensivo. Una pasaba por deslizar a Benzema a posiciones más retrasadas y usar a Lucas Vázquez y Asensio para correr a la espalda de la defensa del Girona.


Benzema a menudo recibiría la pelota para tener varias alternativas: esperar a Ceballos, Kroos o Casemiro, jugar con los laterales (Marcelo u Odriozola) o girarse para combinar con Lucas Vázquez y Asensio en profundidad. La otra estrategia ofensiva del Madrid Madrid era utilizar la rotación en banda para tratar de entrar a la espalda del Girona.


A la derecha se podía ver como Lucas Vázquez y Odriozola intercambiaban sus posiciones y a la izquierda Kroos a menudo se dejaba caer en banda, empujando a Marcelo y Asensio a zonas más ofensivas. Cuando caía por la izquierda, el extremo del Girona de ese lado, Porro, presionaba a Kroos y dejaba así libre a Marcelo, mientras que Asensio fijaba la marca del lateral.


Con el balón, Kroos a menudo tendía a ser el jugador que más retrasaba su posición, mientras que Ceballos adelantaba su línea y trabajaba en mitad de campo. El Real Madrid tuvo poca claridad para crear ocasiones de gol, careciendo de calidad en el último tercio. La entrada de Vinícius en la segunda mitad mandó a Asensio a la derecha hasta que fue sustituido por Bale. El Madrid intentó encontrar el gol utilizando las individuales de Vinícius, pero sus incursiones terminaron en nada.


Sin posesión, el Madrid se estableció en 4-1-4-1. Casemiro flotaba entre la línea defensiva y la del medio del campo, mientras Asensio y Vázquez acompañaron a Kroos y Ceballos en la línea de cuatro del medio campo. El Real Madrid tenía dos métodos para la presión. El primero era que Kroos acompañara a Benzema en primera línea y en la parte derecha cuando Alcalá tenía la posesión. Cuando Kroos subió su línea, Casemiro también tenía que hacerlo, creando un 4-4-2 más plano. Casemiro y Ceballos se encargaban de la marca de Pons y Soares de Paulo (Douglas Luiz), mientras Lucas Vázquez se ocupaba por su lado de Granell y Asensio del lateral derecho del Girona, Ramalho.


El otro método de presión fue menos eficaz. Tomó la forma de un 4-3-3 con Lucas Vázquez o Asensio presionando a uno de los centrales del Girona cuando recibía la pelota. El problema principal aquí era la libertad y el espacio que tenían los laterales del Girona para generar superioridad cuando Lucas Vázquez y Asensio efectuaron esa presión. Si Kroos o Ceballos abandonaban su marca para ir a la ayuda, entonces se quedaba un hombre libre del Girona en el medio del campo que facilitaba dar continuidad a la jugada de ataque del Girona.


La distancia de la línea defensiva del Madrid respecto a los laterales del Girona era demasiado grande como para que Odriozola o Marcelo pudieran llegar hasta ahí.

Análsis: Girona

El Girona se instaló en una formación 4-3-3 con Soares de Paulo (Douglas Luiz) entre la línea defensiva y el mediocampo, detrás de Porro, Pons, Granell y Portu, que formaron un medio del campo de cuatro por detrás de Stuani en ataque. El Girona planteó un partido basado en la posesión de balón y en construir desde atrás siempre que fuera posible. A menudo utilizaron los laterales para romper la primera línea de presión del Madrid, pero esto dependía de la estrategia del equipo blanco.

Si el Madrid presionaba con Lucas Vázquez o Asensio, el Girona miraba a sus laterales. Si presionaba con Kroos o Ceballos, el Girona buscaba a Soares de Paulo (Douglas Luiz) entre líneas del Madrid, aunque no era sencillo debido a la sobrecarga de Kroos y Ceballos en el mediocampo. Otra opción era buscar a Pons o Granell en los espacios intermedios, que a menudo recibían de espaldas a la portería y buscaban jugar en amplitud para los laterales que avanzaban. En la segunda parte, la estructura se tornó más a un 4-3-3. Lozano y Portu jugaron por encima de sus compañeros del mediocampo, pasando a un tridente en ataque.

Stuani se situaba en muchas ocasiones en fuera de juego, alejado de la marca de Sergio Ramos y Varane, para recibir luego de espalda a portería y jugar al espacio con Lozano o Portu. Este movimiento se hizo evidente en la jugada que acabó en el penalti a favor del Girona para igualar el partido. Hacia el final del partido, el Girona se volvió más directo y el trío central de Douglas Luiz, Aleix García y Granell fueron muy eficaces ganando la segunda jugada y dando salida a los ataques desde una línea más avanzada.

Sin posesión, el Girona se movió en una presión alta y un bloque central de 4-1-4-1. Orientó la presión hacia el hombre cuando Courtois tenía la posesión, forzando la salida de balón en largo del Madrid. Cuando el Madrid construía, Stuani intentaba forzar el 1 contra 1, Porro cerraba a Marcelo, Pons presionaba contra Kroos, Granell a Casemiro y Soares de Paulo (Douglas Luiz) se encargaba de todo lo que ocurría entre líneas, que a menudo significa vigilar a Ceballos.

Soares de Paulo (Douglas Luiz) trataría de mantener la posición entre la línea defensiva y el centro del campo con la mayor frecuencia. Cuando el lateral era arrastrado a presionar en banda y un centrocampista del Madrid buscaba situarse por delante de su compañero, la misión de vigilancia era del centrocampista de ese lado, no de Douglas Luiz. El objetivo era preservar en todo momento su posición central frente a Alcalá y Juanpe.

Las laterales también buscarían seguir a sus oponentes directos cuando retrasaban su posición. Si Lucas Vázquez retrocedía y Odriozola le superaba, Raúl García seguiría a Vázquez y Portu se quedaría con Odriozola según avanzaba este último. Cuando el Girona presionaba, Granell a menudo se unía a Stuani en la línea superior y cerraba a Varane, aunque, sobre todo, Granell se aseguraba de la vigilancia de Casemiro para que el Madrid no tuviera salida a través de él y Soares de Paulo (Douglas Luiz) empujaba hacia arriba para formar en un 4-4-2.