¿Qué son las acciones a balón parado?
Hablamos de balón parado para referirnos a todas las acciones que sirven para poner el balón en juego. Siempre que el árbitro pare el juego, su reanudación se realizará a través de una acción de naturaleza cerrada en su origen, es decir, un inicio conocido y predecible de antemano, con el balón en un lugar concreto y el rival a una distancia mínima de 9,15 m. Estas características exactas de distancia con el rival e inicio cerrado, difieren en otras acciones a balón parado como el balón a tierra —conocido también como bote neutral— o el saque de banda.
Por otro lado, hay que señalar que las acciones a balón parado tienen múltiples denominaciones: táctica fija, ABP, pelota parada, pelota quieta, jugadas ensayadas o, en inglés, set pieces o set plays.
¿Qué acciones se valoran como balón parado?
Durante un partido, son variadas las acciones a balón parado que se dan, con complejidades distintas entre cada una de ellas, al igual que con objetivos diferentes de cada equipo en ambas fases del juego:
Saque inicial
Se da al inicio del partido, del segundo tiempo y también después de cada gol. En esta acción se saca desde el centro del círculo central, con un equipo en la posesión de balón. Aunque se trata de una situación muy aislada, la mayoría de los equipos tienen alguna manera concreta de acometer su puesta en juego.
Así, pueden darse situaciones desde pasar el balón al central y que 5/6 jugadores busquen el balón cerca del área tras un golpeo largo, hasta amagar un golpeo largo y jugar en corto para conducir por el carril central y acercarse al área rival.
Saque de banda
Sirve para poner el balón en juego tras salir este por la línea lateral. Se realiza con las manos y los pies en el suelo, sin que el lanzador pise la línea de banda. El lanzamiento solo puede realizarse enviando el esférico por encima de la cabeza.
La preparación de jugadas para evitar el robo del contrario en el saque de banda, dado que el rival tiende a estar de cara de un receptor, lo que le da ventaja respecto al poseedor, puede darse en todas las zonas del terreno de juego. Son más decisivos los saques de banda que se ejecutan cerca del área rival porque no buscan hacerse con la posesión, sino llegar a la portería en pocos toques.
En el saque de banda no hay fuera de juego en el primer contacto. Esto permite al atacante moverse a posiciones fuera de lugar para sacar ventaja.
Saque de meta
Sirve para reanudar el juego tras la salida del balón por la línea de fondo del equipo que defendía la acción previa. Al estar lo más lejos posible de la portería contraria, este saque difícilmente puede generar situaciones de gol. Pero con saques largos, un equipo sí puede ganar la posesión en campo contrario y acercarse a zonas de centro e incluso de golpeos lejanos.
El saque de meta se realiza desde dentro del área pequeña y el rival no puede entrar en el área grande hasta que el balón se pone en juego. Esto otorga ventaja al atacante, que sí puede tener dentro del área tantos jugadores como desee.
La organización de los jugadores en relación con el balón y a la portería rival permite poder prepararse para sorprender al rival con acciones cerradas estratégicamente planteadas, como son generar espacios para que aparezcan compañeros sin marcaje o conectar con jugadores para prolongar el balón con el objetivo de encontrar otros compañeros que lleguen a su espalda.
En defensa, mientras tanto, el saque de meta permite al equipo sin balón organizarse para presionar y evitar que el atacante progrese.
Tiro libre
Se trata de poner en juego el balón tras una falta fuera del área. Estas acciones permiten su preparación sea desde donde sea su ejecución, siendo los más preparados los tiros libres más cercanos a las inmediaciones del área rival o las que permiten llegar a portería con un solo golpeo.
Se diferencia entre tiros libres directos a puerta (un toque), indirectos buscando un rematador cercano al área (dos toques) o en corto para acercarse al área conduciendo (más de dos toques).
En defensa, los equipos deben decidir si se posicionan de una manera especial ante los tiros libres rivales o mantienen su organización habitual. Generalmente se opta por marcar al hombre a cada uno de los rematadores y dejar otros jugadores cerca del balón para evitar el saque corto o el tiro. También en ocasiones se opta por ocupar espacios donde se supone que puede caer el balón o que es más interesante evitar que el rival remate.
En relación con la forma de organizarse en defensa surgen las diferentes estructuras a nivel colectivo: hombre a hombre, en zona, combinada (algunos jugadores marcan al hombre y otros en zona) o mixta (en zona, pero si los rivales entran en la área de un defensor, este les persigue hasta que salga de ella).
Saque de esquina
Se da cuando el equipo defensor toca el balón antes de que salga por la línea de fondo. Su tratamiento y preparación es el mismo que el del tiro libre, tanto en ataque como en defensa. Aunque con la excepción respecto al tiro libre que en el saque de esquina no hay fuera de juego en el primer contacto.
Balón a tierra
En acciones en las que el árbitro detiene el partido por cualquier motivo no indicado en las reglas, para reanudarlo deja caer el balón en el punto en el que estaba cuando lo paró. Esto para que el equipo que tenía la posesión en ese momento continúe tal y como lo dejó el juego. Estas situaciones tan aleatorias, aunque permiten estrategias para su ejecución, no suelen ser entrenadas.
Tiro desde el punto penal
Todas las infracciones dentro del área son lanzadas directamente desde el punto de penalti (a 11 metros de la portería). Los rivales y compañeros deben estar fuera del área al menos a 9,15 metros del punto penal.
El lanzador solo dispone de un contacto para meter gol, aunque, al ponerlo en juego, solo tocándolo, podría intervenir otro jugador y continuar el juego. Lo habitual es tirar a gol.
¿Qué ventajas tienen las acciones a balón parado?
Preparar las acciones a balón parado permite aprovechar la ventaja que tiene el equipo en posesión. Debido a que sabe cómo se organiza el contrario, mientras que ese conjunto rival desconoce qué va a realizar el equipo con balón.
Así, y con el rival a la distancia reglamentaria, se dispone de tiempo y espacio respecto al oponente para sorprenderle con una acción que ataque sus debilidades, antes de que pueda responder con una acción que la contrarreste.
Aprovechar el balón parado para marcar, sobre todo en partidos en los que resulta difícil generar ocasiones, es una ventaja clave de este tipo de acciones. Esto debido a que permite llegar a zonas de remate con facilidad varias veces por partido, pese a que en el juego no se consiga mediante ataques posicionales o contraataques.
¿Qué desventajas tienen las acciones a balón parado?
La preparación de las acciones conlleva tiempo en los entrenamientos. Incluso hasta sesiones de trabajo completas al menos una vez por semana. Sin embargo, las estadísticas señalan que el porcentaje de acciones a balón parado (principalmente saques de falta y saques de esquina) que finalizan en gol no es muy elevado, en torno a una media del 20%.
En relación con esa media de eficacia en las acciones a balón parado, puede que invertir mucho tiempo en prepararlas provoque que no se le dedique toda la atención necesaria a la preparación de otras acciones tácticas, que sí tienen más impacto para hacer gol.
¿Cómo se entrenan las acciones a balón parado?
Dado que el balón parado, como dijimos, surge de situaciones cerradas en su inicio y en las que el rival desconoce sus primeras evoluciones, permite entrenarlas de cara a sorprender al oponente para acercarse a zonas de remate antes de que este pueda reaccionar. De este modo, es habitual que se dediquen sesiones enteras a su práctica y repetición. Además de sesiones de vídeo y preparación previas que permiten conocer los posicionamientos rivales.
Unas tareas en las que se hace entender al jugador dónde pueden ser más vulnerables, así como ideas propias para ejecutar dichas acciones. Las acciones a balón parado se puede entrenar de la siguiente manera:
• Con oposición o sin oposición.
• De manera aislada o dentro del juego.
• De manera competitiva o analítica.
• Con la organización del rival en contra o la propia organización como oponente.
Cada entrenador tiene su forma de encarar la preparación de las acciones a balón parado. Generalmente, se pueden encontrar técnicos que siempre se organizan igual a sus equipos en defensa y en ataque. También hay otros que parten de una organización básica y acometen cambios en función del rival al que se enfrentan.
¿Cuáles son las claves del balón parado?
Lanzador
Siempre es uno solo pero, excepto en el saque de banda, puede estar acompañado de otro u otros compañeros. Esto principalmente para atraer rivales y sacarlos de zonas de defensa con el objetivo engañar al oponente con un saque largo y sacar en corto.
Cuando son golpeos directos, incluso en el saque de meta (que suele hacerlo el portero para optimizar la organización), la precisión del jugador que saca supone gran parte del éxito de la acción. De ahí que surjan especialistas en esos golpeos. También incluso especialistas en el saque de banda.
Rematadores o receptores
En las acciones a balón parado es importante la habilidad de los rematadores para llegar al área donde se preve que caiga el balón. También para esquivar un marcaje, anticipar un movimiento rival o contactar con precisión con el balón para facilitar una segunda jugada.
Hay jugadores especialistas en hacer pantallas o bloqueos a otros compañeros para dejarles espacios libres de marca. También hay jugadores que son más hábiles para ganar un segundo balón, toque o rechace. Al igual que hay expertos en rematar en carrera de cabeza o jugadores que prefieren esperar las pelotas rechazadas en el borde del área rival para sacar partido de ellas.
Espacios libres
Imprescindibles para poder rematar con claridad. Los espacios libres se generan, ya sea con las pantallas o bloqueos a jugadores en zonas defensivas rivales o a sus propios marcadores, y son aprovechados por los rematadores. Si el balón cae en zonas donde hay poco espacio y un número importante de jugadores, se hace más difícil el remate. De ahí la importancia de crearlos.
Aunque, al final, haya espacio o no, se generarán unos duelos o disputas entre varios jugadores de los cuales puede surgir una ocasión igualmente.
Pantallas o bloqueos
Son aquellos movimientos de los atacantes para impedir al defensor moverse y así permitir a otro compañero llegar al balón con ventaja. Debe hacerse sin cometer falta y, para ello, es necesario anticiparse al rival en su línea de carrera o movimiento.
Zonas de remate
Cualquier zona puede ser buena, incluso algunas más alejadas de la portería, si el golpeo del ejecutor del balón parado es directo y da ventaja. El primer palo, el punto de penalti, el segundo palo y el borde del área suelen considerarse las zonas decisivas del área. Ahí es donde el lanzador puede tomar referencias y los rematadores buscar el balón.
Mientras, a la hora de defender, la zaga debe evitar que el atacante disponga de espacio y tiempo para maniobrar en la zona de remate.
Vigilancias
Hace referencia a los jugadores que, ya sea en ataque o en defensa (abajo), no intervienen directamente en la acción de inicio y están preparados para recuperar el balón tras una posible pérdida. Se dividen entre vigilancias ofensivas (los jugadores que atacan la acción a balón parado) y vigilancias defensivas (los jugadores que defienden la acción a balón parado).
Puedes aprender más sobre táctica y el trabajo de los entrenadores en The Coaches’ Voice Formación.
Redacción: The Coaches' Voice en español