Jon Dahl Tomasson
Suecia, 2024-Presente
Amo a mi familia, a mi mujer y a mis hijos, pero también he tenido un idilio de toda la vida con el fútbol.
Como jugador tuve el privilegio de jugar en clubes acostumbrados a ganar cosas. En el AC Milan y en el Feyenoord ganamos títulos y títulos europeos, así que aprendí a tener mentalidad ganadora, de cómo ganar como jugador y como equipo.
En el Milan teníamos un grupo de líderes y era un ambiente perfecto, probablemente el mejor club del mundo en aquella época. Teníamos jugadores que desde entonces se han convertido en entrenadores o han desempeñado otras funciones en el fútbol: Paolo Maldini, Alessandro Costacurta, Clarence Seedorf, Andriy Shevchenko, Alessandro Nesta, Gennaro Gattuso, Andrea Pirlo, Filippo Inzaghi y muchos más... Así que fue un ambiente increíble y un gran lugar para desarrollar tu mente futbolística. Había que pensar, hablar y discutir sobre todos los aspectos del fútbol.

Laurence Griffiths/Getty Images
Sólo tenía 18 años cuando me fui de Dinamarca a Países Bajos para fichar por el Heerenveen. El entrenador, Foppe de Haan, es una leyenda del Heerenveen. Me llevó en sus viajes de scouting para conectar conmigo y hablarme del juego, porque el fútbol de cada país puede ser un poco diferente. Fue una forma muy buena de conectar conmigo, pero también de inspirarme y de darme una especie de formación futbolística adicional.
Ahora, como entrenador, me gusta ayudar a los jugadores a mejorar y a desarrollar su potencial. Como entrenador de un club de fútbol debes saber lo que ocurre en cada rincón del club, incluido el equipo juvenil. Hay que saber quién tiene más talento y quién necesita que le echen una mano.
Cuando era entrenador del Blackburn Rovers vi en el filial a un chico que tenía mucha ambición y muchos sueños. Adam Wharton no era un jugador ya completo, pero tenía mucho talento. Así que hice un esfuerzo adicional para ayudarle a dar el siguiente paso.
"Tuve la suerte de haber sido dirigido por muchos entrenadores excelentes. Carlo Ancelotti fue una gran fuente de inspiración"
Fui a su casa a hablar con él y con sus padres sobre cómo podía convertirse en un jugador de categoría superior. Se trataba de ver cómo podíamos ayudarle no sólo en ese momento, sino a convertirse en jugador de la Premier League y de la selección inglesa.
Me da mucha alegría poder ayudar a alguien así, pero para un club de fútbol también hay un interés comercial en el desarrollo de jugadores jóvenes. Cuando el Blackburn vendió a Adam al Crystal Palace recibió el traspaso más caro de la historia del club. Pero para mí fue fantástico ver a un joven convertirse en jugador sénior, asumir la responsabilidad de su propio desarrollo y llegar a jugar con Inglaterra.

Tuve la suerte de jugar con muchos entrenadores excelentes. Carlo Ancelotti me inspiró mucho y, por supuesto, sigue en activo. En el Feyenoord formé parte de un equipo, dirigido por Leo Beenhakker, que ganó la Eredivisie. Después de Beenhakker, ganamos la Copa de la UEFA con Bert van Marwijk como entrenador. Bajo su dirección, adquirí mucha responsabilidad sobre el césped, y me encargaba, en gran medida, de cómo presionábamos como equipo: cómo íbamos hacia delante o cómo nos replegábamos.
Así que aprendí cosas diferentes de todos los entrenadores para los que jugué, además de recibir mucha inspiración. Luego me tocó a mí crear mi propio modelo de juego.
Como primer entrenador, tienes que tener una visión muy clara de cómo hacer las cosas. Tiene que haber una conexión con todo lo que haces: la forma en la que hablas de fútbol y la forma en la que entrenas tienen que estar conectadas con lo que se ve en los partidos. Así que hay que ser muy transparente y claro en lo que se espera de los jugadores, dentro y fuera del campo.
Muchos entrenadores hablan de identidad y suena muy bien, pero en realidad eso no lo ves en el campo. Es importante que las palabras se correspondan con lo que dices. Para mí, la palabra clave a la hora de entrenar tácticamente a un equipo es 'principios'. Quiero un juego rápido, así que no quiero que mi equipo juegue balones innecesarios hacia los lados. Uno de mis principios es 'uno o dos toques en uno o dos segundos'. Es una manera de hablar sobre el campo de una forma que todo el mundo puede ver. Una comunicación no verbal que hace que tu juego sea más fluido.
"No debemos olvidar que el fútbol es un producto que debemos cuidar y tenemos que devolver algo a los aficionados"
El fútbol es un juego de 90 minutos, pero de media el balón ni siquiera está en juego durante una hora. Sólo se puede marcar si el balón está en juego, y sin embargo veo partidos en los que, en el primer minuto, los jugadores tardan siglos en hacer un saque de banda, o un saque de puerta, o están una eternidad en el suelo. Mi objetivo es ganar partidos de fútbol, y la idea es tener el balón en juego, jugar hacia delante y crear algo, no hacerlo circular y circular y crear un partido aburrido. La portería está en el centro, así que jugamos hacia ella.
No debemos olvidar que tenemos que cuidar el fútbol como producto y devolver algo a los aficionados. Tiene que haber emoción, aunque desde el punto de vista de un entrenador quieras que eso venga acompañado de tener control. No quiero un fútbol caótico, quiero controlar el caos y dominar con y sin balón.
Fui entrenador asistente con Dinamarca de 2016 a 2019, une etapa en la que tuvimos bastante éxito. Estuvimos invictos durante tres años y medio, durante los cuales nos clasificamos y jugamos el Mundial de 2018, donde solo perdimos en los penaltis contra Croacia, a la postre finalista, y después nos clasificamos para la Eurocopa.

Entonces me llamó el Malmö, donde mi tarea consistía en ganar partidos y, al mismo tiempo, crear una forma de jugar emocionante y diferente, con jugadores nuevos y jóvenes. Conseguimos ganar dos ligas suecas en dos años y clasificarnos para la fase de grupos de la Champions League, lo que fue de enorme importancia para el club.
En cierto modo, la tarea a la que me enfrenté en el Malmö fue un poco similar a la que tuve cuando llegué al Blackburn: crear un estilo de juego moderno y ofensivo, formar a los jóvenes y ganar partidos. En mi primer año estuvimos muy cerca de alcanzar los playoffs de la Championship con un equipo muy joven. Jugamos sin un delantero sénior los últimos e importantes partidos de la temporada y, al final, perdimos por diferencia de goles, pero fue la mejor clasificación del club en una década, y también firmamos la mejor racha copera en mucho tiempo.
Ahora, con Suecia, el trabajo también ha consistido en dar un vuelco. No han tenido éxito en los últimos años, se perdieron el Mundial y la Eurocopa, y descendieron en la Nations League. Así que mi trabajo ha consistido en darle vuelta a la situación y hacerlo con un fútbol emocionante, ofensivo y moderno, creando una nueva identidad.
"Junto a mi cuerpo técnico, cada semana seguimos a 55 jugadores y analizamos cada partido"
Si ves a un equipo que tiene una identidad y una forma de jugar muy claras, y si juega con energía, verás que juega con una sonrisa en la cara. Y entonces creo que serán más creativos, correrán más rápido y se ayudarán aún más entre ellos.
En el fútbol es bastante difícil ganar al mismo tiempo que se construye el futuro. En Suecia tenemos un equipo joven e inexperto (en cuanto a internacionalidades), pero no siempre es malo ser inexperto. Ciertamente, los jugadores suecos tienen mucha hambre.

Hemos trabajado mucho entre bastidores. Con mi equipo cada semana seguimos a 55 jugadores y analizamos cada partido en relación con mis principios y mi forma de ver el fútbol. Esto es muy importante, porque a diferencia de un equipo de club, no tenemos tiempo en el campo de entrenamiento. Observar a los jugadores puede facilitar el rompecabezas: podemos ver quién es capaz de hacer las cosas correctas en el momento adecuado, y quién puede establecer conexiones entre sí. Porque el fútbol es un juego en el que hace falta relacionarse y jugar juntos.
Así que estamos analizando a 55 jugadores y debatiendo sobre ellos cada 14 días. También estamos recopilando datos relevantes para mis principios. Todo esto nos está ayudando a crear una identidad incluso sin entrenar mucho juntos, porque así podemos colocar a los jugadores idóneos en los puestos apropiados.
Después de un año como seleccionador de Suecia, tenemos una forma muy clara de jugar al fútbol. Ahora todo el mundo puede decir: "Vale, este es un equipo sueco, y así es como juegan. Son frontales, extremadamente intensos, quieren llevar el peso del juego y crear ocasiones".
Las estadísticas también dicen que estamos haciendo las cosas bien. En primer lugar, dimos un vuelco en el primer año con la Nations League, ganando nuestro grupo. Hicimos 152 disparos en nuestros seis partidos, con una media de más de 25 por encuentro, y marcamos 19 goles, más que ninguna otra selección en la competición.
"Tenemos un grupo de jugadores que vendría de rodillas a Suecia con tal de poder jugar"
Lo que también es importante es que los aficionados se sientan orgullosos cuando ven jugar a su equipo. En el estadio, los aficionados deben estar orgullosos del equipo. Si están en casa y lo ven por televisión, deben estar orgullosos del equipo. Los hinchas deben sentir una conexión, y eso es lo que estamos consiguiendo con Suecia.
Me complace mucho que nos hayamos convertido en un equipo del que los aficionados suecos puedan sentirse orgullosos. Cuando me reúno con los aficionados, están muy contentos con nuestra forma de jugar, porque quieren ver emoción. Quieren algo por su dinero, porque cuesta mucho dinero ir al fútbol.
Como he dicho, tenemos jugadores con mucha hambre, con mucha competencia en el vestuario, lo cual es importante si quieres hacerlo bien. Los chicos hicieron un trabajo excelente al ganar nuestro grupo de la Nations League, y ahora intentaremos dar los siguientes pasos en nuestro desarrollo.

En la fase de clasificación para el Mundial de 2026 no somos los favoritos de nuestro grupo. Cuando llevas varios años sin rendir, no eres cabeza de serie. Así que estamos en un grupo con Suiza, que es cabeza de serie y un equipo muy sólido que lo ha hecho muy bien en los últimos años. Luego está Eslovenia, que alcanzó los octavos de final de la Eurocopa 2024, y Kosovo, que hizo una buena Nations League. Así que no somos los favoritos, pero debemos creer que tenemos un enorme potencial. Saldremos a ganar todos los partidos.
Tenemos que ser humildes, pero a la vez muy ambiciosos y conscientes de nuestra calidad. Tenemos un grupo de jugadores que se arrastrarían de rodillas hasta Suecia para jugar partidos. Esa unión y ese espíritu son importantes si quieres ganar algo.
En la delantera también tenemos tres grandes jugadores, Alexander Isak, Viktor Gyökeres y Dejan Kulusevski. Cuando llegué a Suecia se decía que no conectaban y que no podían jugar juntos, pero después de nuestro rendimiento en la Nations League nadie diría eso.
"Una de las ideas ha sido construir un ‘escenario’ en torno a estos tres atacantes"
Con la forma en que queremos jugar, con esos jugadores en el equipo podemos crear muchas ocasiones. En lugar de ser pasivos y crear sólo dos o tres oportunidades en el partido, queremos ser muy ofensivos, jugar con mucha intensidad y crear ocho o nueve ocasiones de gol. Porque sabemos que con la calidad de esos jugadores, marcarán tantos.
Se trata de colocarlos en la posición apropiada. Siempre digo que los demás jugadores tienen tareas importantísimas, tareas que hicieron muy bien en la Nations League. Eso significa ganar el balón y jugarlo hacia delante, con unos pocos toques, en lugar de jugarlo de un lado a otro. Si tardas demasiado, es más difícil crear, porque entonces tienes enfrente a once jugadores que debes atravesar.
Así que una de las ideas ha sido construir un "escenario" en torno a estos tres jugadores de ataque. Son chicos estupendos que quieren jugar para el equipo y han sido muy humildes.

Juntos queremos dar el siguiente paso, el mayor de los cuales sería clasificarnos para el Mundial. Tenemos que volver a hacer que la gente se sienta orgullosa, para que puedan compartir ese orgullo cuando vean a la selección.
Para mí, eso es el éxito.

Jon Dahl Tomasson