Era algo nuevo para mí.
En mi carrera como jugador había ganado títulos, pero nunca alcancé la sensación que tuve tras ganar la Champions CONCACAF como entrenador con Pachuca.
Cuando ganas como jugador lo disfrutas de otra manera. Primero porque eres protagonista dentro del campo. Desarrollas tu actuación. Demuestras que tienes el nivel suficiente para poder estar ahí, en ese escenario tan grande. En definitiva, juegas al fútbol. Pero cuando ganas como entrenador un título del nivel de la CONCACAF estalla toda esa adrenalina que has acumulado en la banda.
Fue a los 21 años -apenas había echado a andar mi carrera como jugador profesional en Bella Vista- cuando me di cuenta de que mi sitio estaba en el banco.
Me gustaba ser entrenador más que jugador. Disfrute jugando, pero sabiendo que mi pasión era entrenar. Siempre que me preguntan, a todo el mundo le digo que tuve la suerte de ser un entrenador que jugaba al fútbol.
Eso me hacía enfocar los entrenamientos de distinta manera que mis compañeros. Me interesaba por el trabajo de los técnicos, el del cuerpo técnico, la preparación física…
Apuntaba cada una de las sesiones que realizaba, hasta que un día lo tiré todo a la basura.
¿Por qué?
Me di cuenta de lo que estaba haciendo no me servía de nada. Los entrenamientos deben ser una vivencia de lo que uno quiere, y no una copia de algo. Cuando acabé mi carrera, todavía con contrato en vigor como futbolista, decidí que me iba al banco.
“Tuve la suerte de ser un entrenador que jugaba al fútbol”
Mi último partido fue la final de la Copa Libertadores de 2011 con Peñarol ante el Santos de Neymar.
Después de eso -nos ganó Santos- decidí dar el paso como entrenador. Dos meses después ya estaba en un equipo de Primera en Uruguay, Bella Vista –donde empezó también mi carrera como jugador-.
En 2014 llegó la oferta de México para entrenar a Pachuca, después crecer como entrenador en equipos como Guaraní, Olimpia de Paraguay y Peñarol. Y Pachuca fue el primer club que me dio la oportunidad de ganar mi primer gran título internacional como técnico.