En España se necesitan cinco años de estudio a tiempo completo para convertirse en entrenador. Es mucho tiempo, pero entendí la responsabilidad que tenía sobre mis hombros cuando trabajaba con jugadores jóvenes.
Si me equivoco ahora, bueno, los jugadores con los que trabajo tienen mucha experiencia y son mayores. Todavía puedes mejorarlos, pero están casi hechos.
Pero si me equivoco con un jugador joven, es un gran error. Por eso pensé que realmente debía saber lo que estaba haciendo para evitar cometer errores y perjudicar su desarrollo. Es por eso que necesitas mucho conocimiento.
“Un buen entrenador es uno que, cuando toma a un buen jugador, no lo empeora”.
Estas palabras siempre las recordaré. Pertenecen a un antiguo mentor mío, Manel Casanova. Fue director de la academia en el Espanyol y uno de los mejores directores de fútbol formativo en España.
Tuve muchas influencias y mentores durante mis primeros años como entrenador. Como nunca tuve esa experiencia como jugador profesional, no pude obtener el conocimiento dentro del juego. En su lugar, tuve que buscarlo. Extraerlo de los demás. Y espero que, algún día, tenga la oportunidad de aplicarlo yo mismo.
Mi búsqueda de conocimiento comenzó en España. Al principio trataba de aprender por qué un equipo hacia una cosa. Por qué un entrenador piensa de una manera determinada…
En Barcelona vi cómo Johan Cruyff cambió el juego. Fue el primero, al menos en mi país, que logró jugar solo a un toque. Él creó un equipo que podía atacar jugando a un solo toque.
Aunque sabía que necesitaba expandirme. A principios de 2000, el Bayern de Múnich jugaba muy buen fútbol con Ottmar Hitzfeld. Me llamó la atención porque podía hacer que el equipo jugara en una formación 3-5-2 o en un 4-3-3, pero la filosofía, la idea, se mantenía igual.
“Eso me hizo pensar que sería genial trabajar en Inglaterra. Siempre le preguntaba: “En el futuro, ¿por qué no vamos y trabajamos en Inglaterra?”
En ese momento, todos pensaban que “este entrenador juega con 4-4-2 o con un 5-3-2”; y eso era todo. Pero a mí me interesaba la forma en cómo él salía de esto. Y, como dije antes, una vez que estoy en algo, tengo que meterme totalmente de lleno.
Así que me subí a mi coche, conduje a Munich y pasé tres meses acampando allí, no podía permitirme quedarme tanto tiempo en un hotel. Durante ese tiempo fui a cada sesión de entrenamiento del Bayern, tratando de aprender lo más posible de Ottmar.
La siguiente vez que me fui fuera de España fue en 2010. Había trabajado en el Espanyol, pero ahora quería explorar el fútbol en algún lugar diferente. Experimentar una cultura diferente. Expandirme más lejos.
Fui a Suecia.
Acabó siendo mi introducción al fútbol inglés. En Malmo fui asistente de Roland Nilsson, que había jugado en Inglaterra para el Sheffield Wednesday y el Coventry City. Me contó un poco sobre el juego y la mentalidad inglesa. Me dio una idea de cómo era el fútbol en Inglaterra.