No cambió el fútbol, cambió el mundo.
Si vos me decís las cosas y el desarrollo tecnológico que hay ahora, el acceso a la información, la globalización, cómo podemos llegar a la información para analizar a un rival… En el año 1990, cuando yo estuve por primera vez al frente de la selección, no había esas cosas.
Yo recibía video-cassettes de partidos que me mandaban uruguayos que vivían en el exterior. Gente que uno conocía, no entrenadores. Muchos de ellos exiliados.
Ahora, si quiero ver un partido, voy a la plataforma que tenemos, un sitio especial para nosotros en la Selección.
Ingresó la clave de usuario y la contraseña, y simplemente, todo incorporado, tengo que hacer clic para ver toda la información en el momento que quiera. Le dispenso el tiempo que estime y la veo todas las veces que quiera. Cosas que quiero ver y que están predeterminadas anteriormente.
Para conectarme con los jugadores antes tenía que ir a Europa y ahora no lo hago. No porque no pudiera ser importante -considero que podría ser una cosa que puede servir en algún momento- pero lo puedo hacer de otra manera.