Eusebio Di Franceso
AS Roma, 2017-2019
Como entrenador, soy más lo que he ido construyendo que algo innato.
Nunca quise serlo.
Y, francamente, nunca pensé que lo haría. Miraba a otros entrenadores y nunca quise pasar por lo mismo que ellos. El deseo llegó más tarde.
Después de retirarme como jugador me convertí en gerente del AS Roma. Lo hice por un año, pero no disfruté ese papel. No me sentía bien, así que lo dejé.
Luego lo intenté como consultor durante seis meses. Le di asesoramiento a un pequeño club, Val di Sangro, en el mercado de transferencias. Sin embargo, tampoco estaba satisfecho con esa función.
Poco a poco, comencé a extrañar el olor del césped. Esas sensaciones que tienes cuando estás en el vestuario. Pasar a entrenar me volvió a poner en contacto con esas sensaciones.
En Italia tenemos la tendencia a enfocarnos más en el lado defensivo de las cosas que en el ofensivo. Trabajamos mucho en la parte táctica. Tenemos muchos entrenadores expertos y no dejamos nada al azar.
"La mayor influencia para mí en términos de estilo, siendo ofensivo y atacando al rival, fue Zdenek Zeman"
Como jugador (abajo a la izquierda) tuve la influencia de muchos de los entrenadores para los que jugué. Marcello Lippi, muy pronto en mi carrera, en Lucchese. Más tarde, en Roma, Fabio Capello.
No los voy a enumerar a todos, pero tomé algo de cada uno de ellos. Cosas positivas y negativas. Algunos me mostraron qué hacer. Otro qué no hacer.
Ahora, como entrenador, siempre he observado a Pep Guardiola con gran admiración.
Es fácil decir eso, ¿no? Pero me gusta cómo piensa sobre el juego. Me gusta que su idea sea siempre ir a por el equipo contrario.
Mi filosofía es intentar dominar el juego.
Obviamente, eso no es siempre posible. Antes de entrenar al Roma fui técnico del Sassuolo. Incluso cuando jugábamos contra equipos que eran evidentemente superiores a nosotros siempre intentábamos mantener nuestro juego y causar daño a nuestro rival.
No me gusta la posesión estéril. Quiero la posesión que es un fin en sí misma. No quiero relajarme y esperar al rival. Quiero salir a buscarlo. No siempre puedes hacerlo. Pero esa es la idea.
El fútbol está mejor ahora respecto a mi etapa de jugador.
Ha mejorado desde un punto de vista técnico. Es más rápido. El portero ya no tiene el balón tan frecuentemente. Hay menos inactividad y cuanta menos inactividad más bello se vuelve nuestro juego.
Sin embargo, la mayor influencia para mí en términos de estilo, siendo ofensivo y atacando al rival, fue Zdenek Zeman.
Zeman (abajo, a la derecha) era un pionero. Sus equipos eran muy ofensivos. Estaban bien organizados e intentaban marcar más goles que el rival.
Normalmente, no soy un aficionado de imitar o copiar el trabajo de otro. Sin embargo, aprendí mucho sobre el lado ofensivo de su juego y aún le saco grandes beneficios hoy en día.
Todos podemos analizar y estudiar los videos. La diferencia la hace quienes son exitosos en transmitir lo que quieren.
"Creo que Daniele De Rossi tiene una oportunidad de lograr ser entrenador. Tiene los rasgos de carácter, la experiencia y el conocimiento"
Como dije antes, mirar e intentar imitar a alguien no es lo mismo que ser un entrenador que siente algo y consigue transmitirlo a sus jugadores.
Por esa razón, creo que siempre habrá algo nuevo en el fútbol. Siempre habrá alguien que tiene un cierto modo de hacer las cosas y es capaz de hacerlo llegar a sus jugadores.
Veo a mi plantilla ahora en el Roma y creo que Daniele De Rossi tiene una oportunidad de lograr ser entrenador. Tiene los rasgos de carácter, la experiencia y el conocimiento. Ha trabajado con muchos entrenadores distintos. Espero que en el futuro yo esté entre los que haya dejado una huella en él.
El fútbol no es una ciencia. Sin embargo, sí creo que la ciencia puede impulsar a que el fútbol sea mejor.
Las estadísticas son útiles. Te pueden dar pistas importantes o indicaciones cuando se trata de prepararse para un partido o estás buscando mejorar los puntos débiles que puedas tener.
Si veo una estadística que me muestra que mi equipo no está jugando con pases verticales, en los entrenamientos buscaré trabajar sobre este lado de nuestro juego más que los otros, porque soy un técnico que favorece el juego vertical.
En un club como el Roma estar familiarizado con el ambiente es definitivamente una ventaja. Nunca es fácil lidiar con eso, pero el hecho de haberlo experimentado como jugador es una gran ventaja.
"En fútbol los detalles son lo que marcan la diferencia. Eso vale por todo"
Sin embargo, el rol de un técnico es totalmente diferente al de jugador. Le acompaña una mayor responsabilidad y el ambiente nunca deber ser una excusa. Quien venga aquí sabe que los medios y las situaciones que existen son totalmente diferentes. Los aficionados son realmente apasionados y tienen el deseo de ganar lo que desde hace tiempo no consiguen y añoran.
A veces, ese deseo puede volverse más grande de lo que uno puede imaginar. Sin embargo, es una fuente de gran orgullo poder ser el técnico del Roma, sabiendo que tienes que hacer un trabajo bueno, equilibrado, gestionando la parte externa también.
En 2001, cuando jugué para el último Roma que ganó la liga, llevó algo de tiempo y buena suerte conseguir los objetivos. El presidente (Francesco) Sensi había invertido mucho dinero y éramos un equipo muy bueno.
Al mismo tiempo, para ganar títulos necesitas un buen espíritu de equipo. Más allá de grandes futbolistas, ese equipo tenía grandes hombres.
Sin embargo, la gente habla muy fácilmente sobre una mentalidad ganadora. Antes de eso tienes que crear un ambiente ganador con reglas para luego tener una base sobre la cual convertirse en ganadores.
Eso lleva su tiempo. Necesitas construir. Necesitas darle a la gente que viene el tiempo necesario para trabajar. En el fútbol suele pasar que la gente quiere todo inmediatamente. Pero eso no te permite mejorar como equipo, entrenador o club.
Espero que eso sea lo que podamos hacer aquí. Necesitamos trabajar para intentar alcanzar un objetivo, sin subestimar nada. Ni siquiera el mínimo detalle.
Los detalles son lo que marcan la diferencia. Eso vale por todo.
Incluso quién corta el césped.