El Camino 1 min read

Por la vía rápida

Por la vía rápida
Fotografía: Jon Enoch
Redacción
Héctor Riazuelo
Publicado el
enero 10 2019

Gareth Southgate

Inglaterra, 2016-Presente

Surgió de manera inesperada.

Estaba de vacaciones con mi familia, intentando dejar atrás el final de la temporada anterior. Antes de empezar a pensar en la siguiente recibí una llamada del presidente del Middlesbrough.

"¿Aceptarías asumir el puesto de entrenador?".

Quizás no debería haberme sorprendido tanto. Ya había comenzado los estudios de entrenador y cuando Steve (McClaren) siguió adelante para ser el nuevo seleccionador de Inglaterra hablé con el presidente sobre la posibilidad de tener un aprendizaje con la persona que llegaría como nuevo entrenador del equipo.

Podría ser parte de su equipo o solamente sentarme en algunas de las reuniones. Era algo en lo que estaba interesado en hacer, además de jugar.

Aún me quedaba otro año de contrato como jugador con el Middlesbrough y, como había jugado unos 30 partidos la temporada anterior, no había ninguna verdadera razón para pensar que no lo terminaría.

Excepto, por supuesto, por esta razón.

Michael Steele/Getty Images

Resultó que el presidente no pudo conseguir a la persona que realmente quería para reemplazar a Steve. Así que me llamó a mí.

Sabía que era una  oportunidad brillante, una que quizás no me volvería a llegar. Sin embargo, fue una situación  estresante.

"Una de las cosas más difíciles como nuevo entrenador es que no tienes ninguna evidencia de lo que funciona"


De repente, estaba en una rápida vía de aprendizaje. Cada reunión y cada experiencia era completamente nueva para mí. Nada de lo que había hecho hasta ese momento en mi vida me había preparado realmente para este nuevo paso.

Pero no podía esconderme. Creo que todo el mundo sabía que no estaba preparado completamente, pero  tuve la fortuna de tener buenos y experimentados entrenadores alrededor de mí que me ayudaron enormemente. Gente como Steve Harrison y Malcolm Crosby. Sin su apoyo inicial hubiese sido muy complicado.

Una de las cosas más difíciles de ser  nuevo como entrenador es que no tienes ninguna prueba de lo que funciona. Tienes en la mente una idea de cómo crees que se deberían gestionar las cosas, pero uno no tiene evidencias reales de los resultados hasta que experimentas.

Todo el mundo te desafía constantemente. Toda decisión que tomas es cuestionada. Conjuntamente con todo eso, tienes tus propias interrogantes en tu mente.

¿Deberíamos entrenar así? ¿Deberíamos entrenar tan intensamente? ¿Deberíamos fichar a este jugador?

Hasta que puedas desarrollar esas experiencias, es muy difícil, como entrenador, actuar de forma convincente para todos los demás. Es por eso que un camino mucho mejor es trabajar primero con los jugadores jóvenes. Así consigues entender cómo la gente aprende, cómo necesitas entrenar, cómo quieres jugar y cómo se ve todo eso sobre el campo de entrenamiento.

"No tengo ninguna duda de que el mayor logro de mi vida fue mantener al Middlesbrough en la Premier League durante dos años"


Ese paso, sin incluir cosas como el reclutamiento de jugadores, el manejo del mercado de fichajes, cómo tratar a los medios de comunicación y cómo manejar un club.

A veces me pregunto a mí mismo si fue una buena decisión asumirlo. Ciertamente hay mejores caminos que el que tomé, eso es seguro.

Sin embargo, en mis dos primeras temporadas terminamos en el puesto 12 y 13 de la Premier League. Si revisas la historia del Middlesbrough, solo tuvieron un par de temporadas en las que terminaron más arriba en la tabla. Una con Steve y otra con Bryan Robson.

No tengo ninguna duda de que el mayor logro de mi vida fue mantener al equipo en la Premier League durante dos años. Todo  siendo tan nuevo para mí y, por lo tanto, tan estresante.

Realmente fue un milagro.

Cuando caímos al descenso fue desgarrador. Vivir con el hecho de que el club ya no estaba en la Premier League y terminar mi tiempo allí de esa manera fue un momento muy duro.

Me fui sintiendo que, al fin y al cabo, así recordaría mucha gente mi paso por el Middlesbrough.

Fue una experiencia de la que, sin embargo, aprendí mucho. Como entrenador, sin duda me dejó mejor preparado para lo que estaba por venir.

Clive Brunskill/Getty Images

En 2016 la gente pudo pensar que para mí era un gran paso ir de la Selección Sub 21 de Inglaterra a la absoluta. Sin embargo, para mí no fue ni de cerca algo tan grande como pasar de ser un jugador del Middlesbrough a entrenador de la noche a la mañana.

Eso no quiere decir que una carrera como jugador no puede ser de ayuda en la preparación como entrenador. Creo que es una verdadera ventaja haber sido jugador, pero es solo efectiva una vez que puedas manejar  todas las otras partes que tienen que ver con gestión y entrenar.

Para comenzar, eso es aprender cómo ser entrenador. Entender cómo aprende la gente y cómo le haces llegar tus ideas.

Necesitas también un claro entendimiento de cómo quieres jugar y de cómo eso se puede preparar en los entrenamientos.

Una vez que puedes hacer todas esas cosas, es cuando tus experiencias como jugador pueden ayudarte a dar una orientación a los jugadores.  Puedes relacionarte con ellos de una forma que alguien que no haya jugado quizás no pueda hacer. En definitiva, has vivido muchas de las cosas que ellos se van a enfrentar.

No voy a imponer mi experiencia como jugador a la fuerza, pero hay algunas cosas en las que me puedo apoyar para decir: ‘Sé cómo te sientes porque yo pasé por eso’. En ese sentido, creo que tener un pasado como jugador puede ser una fortaleza.

"En la Eurocopa de Inglaterra 96' teníamos un grupo realmente preparado a nivel táctico, tanto por el entrenador (Terry Venables) como por los jugadores"


Pero si no puedes hacer todas las otras cosas primero, entonces los jugadores no estarán interesados en escuchar lo que tienes que decir sobre jugar al fútbol.

En relación a mis experiencias como jugador, podría decir que he sido afortunado.

En 1996 logré experimentar algo verdaderamente increíble: un torneo grande en casa (Eurocopa de 1996) que cautivó a todos de una manera tan especial.

Jon Enoch/The Coaches' Voice

Era mi primer año de fútbol internacional y estaba trabajando con un equipo técnico increíble. No solo el entrenador Terry Venables, sino también Don Howe y Mike Nelly, preparadores sobresalientes en su campo. Además estaba Bryan Robson como nexo entre el personal técnico y la plantilla, algo que funcionó muy bien.

El equipo en sí tenía unos cinco o seis jugadores que eran capitanes de sus respectivos clubes. Varias figuras excepcionales. Juntos componían un grupo realmente preparado a nivel táctico, tanto gracias al entrenador como a los jugadores que pudieron incorporar esas ideas.

A mis 25 años, era uno de los más jóvenes. Era un equipo bastante maduro y lleno de líderes. Personalidades fuertes. Jugadores técnicamente buenos.

Como dije, fue una experiencia increíble.

Pero esa es solo una parte.

La otra es como terminó para mí en el plano individual con ese penalti fallado contra Alemania.  Puede que no fuera tan afortunado esa noche en particular. Sin embargo, la resiliencia que tuve que desarrollar luego con los años es definitivamente una cualidad que considero crucial en mi carrera como entrenador.

Especialmente en un rol como este.

Mis experiencias asistiendo a torneos importantes y formando parte de un equipo inglés que jugó en una semifinal de un gran torneo, me coloca en una buena posición como entrenador de Inglaterra.

Sé lo que es posible.

Sé de algunas de las cosas que han funcionado durante años. Las situaciones que hemos vivido como equipo. Y puedo ponerlas en contexto.

Esa debería ser una fortaleza para nosotros como equipo porque, como entrenador, no me van a sorprender muchas de las cosas que probablemente sucederán.

Y si algo llega de la nada, esta vez sé que tengo la experiencia para afrontarlo.