Premier League, 29 de enero de 2019
Rondón (66)
Ritchie (80) pen
Sergio Agüero
Una triunfal noche para Rafa Benítez arruinó la velada para Pep Guardiola y el Manchester City. El actual campeón de la Premier League sufrió su cuarta derrota de la temporada en St St James’ Park. Todo había comenzado tan bien para los Citizens, que se pusieron en ventaja gracias a un gol de Sergio Agüero tras apenas 24 segundos de acción, el gol más rápido en la Premier en lo que va de campaña. El ceño fruncido de Benítez, sin embargo, pronto se pasó al rostro de Guardiola con su equipo mostrando una rara floja versión de sí mismo, costándole penetrar la férrea defensa del Newcastle. Aun así, el gol de Salomón Rondón en el segundo tiempo fue recibido con sorpresa y más inesperada todavía fue la falta de Fernandinho sobre Sean Longstaff que le dio a los anfitriones un penal con apenas 10 minutos para el fin del partido. Matt Ritchie superó a Ederson y, aunque presionaron para remontar, los visiantes se fueron sin sacar un solo punto. La ventaja es para el Liverpool en la lucha por el título.
6 / 2
DISPAROS / A PUERTA
12 / 4
31 %
Posesión
69 %
262/190
Pases / Completados
801/709
9 / 2 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
7 / 3 / 0
Análisis: Newcastle
El Newcastle se estableció en una formación 3-4-3 con posesión, con De Andre Yedlin, Sean Longstaff, Isaac Hayden y Matt Ritchie en un centro del campo de cuatro piezas, jugando detrás de Christian Atsu y Ayoze Pérez, quienes apoyaron a Salomon Rondón en el ataque.
Las Urracas tenían un plan de juego claro: conceder la posesión al City y defender en bloque medio para lanzar el ataque a través de dos estrategias. Una de ellas fue utilizar el contraataque tras recuperar la posesión, teniendo a Atsu y Pérez como protagonistas para la transición y Ritchie y Yedlin apoyando desde atrás. Estos contraataques, en su mayoría, fueron a través de pases al espacio o jugando a los pies de Rondón para que el poderoso delantero venezolano pudiera retener la pelota y asociarse con otros compañeros.
La otra estrategia era simplemente jugar con balones directos a Rondón desde el portero Martin Dubravka o los defensas. Rondón usaría el primer contacto para dar continuidad a la acción o para devolver el balón a un centrocampista orientado hacia el ataque que podría ayudar a progresar en campo contrario. Alternativamente, el venezolano también buscaba controlar el balón, permitiendo a otros jugadores unirse a él en zona ofensiva, aunque esto dependía del movimiento y la posición de sus compañeros en esos instantes.
Sin la posesión, el Newcastle utilizó un bloque medio-bajo de 5-4-1, con Ritchie y Yedlin cayendo desde el centro del campo para unirse a los tres defensas centrales. Mientras, Atsu y Pérez se posicionaban junto a Longstaff y Hayden. Los locales no buscaron presionar la salida de balón del Manchester City. Mantuvieron la línea en bloque medio. Incluso cuando el City cruzaba el medio del campo con la pelota, el plan no era necesariamente abordar a su rival, sino limitar las opciones de juego hacia adelante y forzar los errores del rival en pases o acciones técnicas, algo que ocurrió con mucha más frecuencia de lo habitual en el City.
Yedlin y Ritchie buscaron permanecer muy cerca de Raheem Sterling y Leroy Sane. Cuando los jugadores de la City rotaban sus posiciones, los interiores del Newcastle los vigilaban solo hasta el momento antes de recuperar la marca sobre otro jugador citizen que ocupaba ese espacio. A menudo ese papel recayó sobre Sergio Agüero, con una tendencia clara a caer a banda.
La partida de ajedrez también se jugaba en zonas intermedias. La relación entre el lateral central izquierdo Florian Lejeune y Sean Longstaff – pivote izquierdo en el centro del campo- fue importante para tratar de anular la amenaza de Kevin De Bruyne en el flanco izquierdo del Newcastle. Con el City jugando en campo contrario y De Bruyne desarrollando su papel habitual entre las líneas, Longstaff era el encargado de evitar el pase al belga. Tarea complicada y que necesitaba apoyos debido a la gran movilidad de De Bruyne, inteligente para encontrar el espacio en el centro del campo. Eso obligó también a trabajar a Lejeune en esta tarea, moviéndose unos pocos metros desde la línea defensiva para estar cerca del belga.
Fue capaz de tener éxito en esa tarea porque había un espacio muy limitado detrás de la línea defensiva del Newcastle, y también porque Jamaal Lascelles siempre estaba cerca para la cobertura. En esta cadena de movimientos defensivos, Kabian Schar y Yedlin se aseguraban de que esa zona quedaba compacta. Un muro ante el que el City no pudo incidir con constancia durante los 90 minutos.
Análisis: Manchester City
Pep Guardiola organizó su equipo en una formación 4-1-4-1, con Raheem Sterling, Kevin De Bruyne, David Silva y Leroy Sane -los cuatro centrocampistas de ataque- detrás de Sergio Agüero. El City dominó la posesión, pero se encontró con un bloque defensivo muy organizado y compacto. Un problema que no es excusa, ya que los Citizens están acostumbrados a este tipo de planteamientos de sus rivales.
Los visitantes dejaron a Fernandinho en la línea defensiva para ayudar a sacar el balón desde atrás. Sin embargo, y debido a la falta de interés de Newcastle en presionar en esa zona, el brasileño tomó una posición de vigilancia de la espalda de sus centrales: Aymeric Laporte y John Stones. El juego en el medio del campo del City tuvo poca alegría, congestionado por el tráfico que generó el Newscastle en esa zona. Ante eso, el City buscó abrir vías de paso a través de los espacios intermedios y en zonas amplias.
Intentaron rotar entre el lateral derecho, el interior y el extremo para generar espacios, aunque la mayor parte de la rotación solía ser entre el interior y el extremo atacante. Idea frustrada, ya que el Newcastle pudo neutralizar con facilidad el movimiento de los dos jugadores. La decisión de mover a los defensas Danilo y Kyle Walker más cerca de Fernandinho significó que el City a menudo sumaba a estos tres jugadores más sus dos centrales detrás del balón, dejando solo a Sane, Sterling, Silva, De Bruyne y Aguero para tratar de encontrar espacios entre los nueve jugadores que tenía el Newscastle en defensa.
Si bien el posicionamiento de los laterales ayudó a protegerse contra los contraataques del Newcastle, esto dejó al City corto en ataque. Siendo una de las razones clave por las que les resultó difícil desbloquear la defensa local.
La solución fue alejar a Agüero de la pelota, cayendo el argentino más a banda para crear un espacio en el medio campo. En esa circunstancia, el objetivo era que un jugador de la línea del medio del campo pudiera entrar y recibir sin vigilancia de un oponente. Una acción que sucedió de vez en cuando. Agüero recibía y giraba, buscando combinar con uno de esos centrocampistas de ataque que buscaban explotar el espacio vacío generado por el movimiento de arrastre del Kun.
Como suele ocurrir, el equipo de Guardiola pasó muy poco tiempo sin la posesión. Cuando lo hicieron, presionaron en una estructura 4-1-4-1, aunque gran parte de su defensa tuvo que actuar ante el juego directo y los contraataques de los locales. En la transición tras pérdida, el City presionó inmediatamente para recuperar el camino hacia la portería contraria antes de que el Newcastle pudiera armar de nuevo su estructura defensiva.