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Análisis táctico: Barcelona 6 Sevilla 1

Análisis táctico: Barcelona 6 Sevilla 1
Getty Images
Redacción
Héctor Riazuelo
Publicado el
1 de febrero 2019

Copa del Rey, 23 de enero de 2019

Barcelona 6Sevilla 1

Coutinho (13) pen., (53)
Rakitic (31)
S. Roberto (54)
L. Suárez
Messi (90+2)

Arana (67)

El Camp Nou vivió una noche mágica con la remontada del FC Barcelona ante el Sevilla en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. El equipo azulgrana partía con una desventaja de 0-2, así que se antojaba necesario un gran papel de Messi –quien no estuvo en la ida- para pasar la eliminatoria. Y el argentino, como de costumbre, no falló. Al espectacular papel del "10" se unió una actuación coral de alto nivel. Un Barcelona perfectamente afinado en todas sus líneas se llevó por delante el sueño copero del Sevilla, desbordando en muchos momentos del partido. La jugada del 6-1, con gol de Messi, fue el gran broche final.

Alineaciones iniciales
Barcelona
Sevilla
Estadísticas
Barcelona Sevilla

18 / 9

DISPAROS / A PUERTA

8 / 5

63 %

Posesión

37 %

645/563

Pases / Completados

391/321

10 / 1 / 0

Faltas / Amarilla / Roja

15 / 3 / 0

Análisis: Barcelona

El FC Barcelona se estableció en una formación 4-3-3 con Busquets, Arthur y Rakitic en el mediocampo, mientras que Messi, Luis Suárez y Coutinho formaron el ataque. El equipo azulgrana buscó dominar la posesión y romper la estructura defensiva del Sevilla.

En las primeras fases del partido liberó a Coutinho por detrás de la línea defensiva del Sevilla con pases en profundidad desde posiciones atrasadas. Con el área central congestionada debido al planteamiento del Sevilla –tres centrocampistas y tres defensores centrales-, el Barcelona optó por sondear los espacios intermedios y las bandas para crear oportunidades.

En la primera mitad, el juego azulgrana tuvo especial actividad en el lado izquierdo, con Carriço a menudo siendo arrastrado por Coutinho. Esto generaba espacios para que el brasileño pudiera jugar el balón entre Carriço y Promes, facilitando también la superioridad en esa zona con la llegada de Jordi Alba desde atrás.

Como el Sevilla optó por estar cerca de sus rivales, el Barcelona deslizó a un mediocampista central - entre Piqué y Lenglet o al lado de uno de estos dos- creando una línea de tres contra los dos delanteros del Sevilla.

Ese movimiento permitía a su vez que los interiores se expandieran más en espacios intermedios y empujaran más arriba a los laterales, además de crear más huecos por dentro para los pases hacia Messi, Suárez y Coutinho.

También se generó la opción de subir al medio del campo a uno de los centrales, ayudando a crear un 3 contra 2 en un área mucho más grande. Un mecanismo que creaba la figura de un “hombre libre” –papel repartido entre Piqué y Lenglet- para el Barcelona en esa zona. Con sus movimientos, este "hombre libre" fue clave durante todo el partido para encontrar espacios entre los jugadores del Sevilla y filtrar pases o lanzar carreras de otros compañeros.

Sin la posesión, el FC Barcelona se estableció en un 4-3-3 buscando presionar al Sevilla desde la primera línea. En transición, trató de presionar al jugador con el balón, siempre que el hombre más cercano tuviera acceso y controlara también la opción de frenar un posible contragolpe rival. El Barcelona fue muy compacto en las áreas donde estaba la pelota con una presión agresiva. Una circunstancia que a menudo dejaba grandes espacios al otro lado del campo. Sin embargo, era difícil para el portador de la pelota ejecutar un pase largo debido al nivel de presión sobre él.

El Barcelona también presionó a los hombres del centro del campo del Sevilla para forzarles a jugar por bandas. Los interiores serían responsables de vigilar y apretar a los carrileros visitantes, mientras el interior –dependiendo por dónde estuviera el balón en cada acción- vigilaba cualquier espacio que se podría producir cuando Busquets salía a la presión hacia Sarabia o André Silva. Al mismo tiempo, el interior alejado de la jugada se acercaba a esa zona acción. Es cierto que esto dejaba a uno de los centrocampistas del Sevilla sin vigilancia, pero también sin una línea clara de pase hacia él.

Análisis: Sevilla

El Sevilla se estableció en un 3-5-2 en posesión. Promes, Banega, Amadou, Mesa y Arana Lopes en el centro del campo, mientras que Sarabia jugó con André Silva en el ataque. Limitado en el tiempo de posesión, los visitantes buscaron gestionar la presión del Barcelona y golpear al contraataque. Si lograba tener el balón, el objetivo era salir por las bandas.

El lateral, centrocampista e interior de cada zona buscaban asociarse con la pelota con la intención de generar oportunidades. Mientras, Banega y Roque Mesa interpretaron los movimientos de André Silva y Sarabia hacia la pelota para buscar la espalda de los jugadores del FC Barcelona.

El enfoque en las bandas se combinó con los intentos de cambiar la orientación del juego para aprovechar el espacio que dejaba la presión del FC Barcelona al otro lado.

La única otra amenaza real de Sevilla fue en las transiciones, donde intentaba salir rápidamente y aprovechar las situaciones de desequilibrio del Barcelona. Sin embargo, los locales consiguieron recuperarse bien en la mayoría de ocasiones.

Sin posesión, el Sevilla usó un bloque 5-3-2 medio-bajo con Arana Lopes y Promes juntándose con Carriço, Kjaer y Gómez para formar el eje defensivo de cinco jugadores. El equipo se encontraba cómodo cediendo la posesión a su rival y trató de mantener muy juntas las diferentes líneas además de proteger la zona central con un bloque horizontal muy compacto. En la primera mitad, André Silva y Sarabia buscaron filtrarse entre los jugadores azulgrana y solo se rompía esa franja horizontal para salir a la presión de los centrocampistas azulgrana. Sin embargo, la situación se desnivelaba en contra del Sevilla cuando Messi bajaba al medio del campo para participar en el juego.

Por otro lado, los laterales del Sevilla se encargarían de vigilar a los extremos del FC Barcelona. Cuando uno presionaba en un lado, el otro se plegaría para crear una línea de cuatro en defensa. Mientras, con el balón en el centro, ambos laterales tomaban posiciones relacionadas con la línea del centro del campo.

En la segunda mitad, el Sevilla alteró un poco su estrategia defensiva. André Silva y Sarabia se posicionaron cerca de Busquets, Banega y Mesa con a Arthur y Rakitic, y Amadou libre para recoger cualquier balón que cayera entre líneas, así como interceptar el juego de Luis Suárez. Este enfoque –ya con la eliminatoria en contra- significaba que los jugadores del Sevilla estaban más expuestos a ser arrastrados fuera de su posición. Una consecuencia que tuvo especial impacto en la recta final, donde hubo espacios para los contragolpes del FC Barcelona que acabaron en dos goles más.