Bayern de Múnich
Champions League 2018/2019
Copa de Europa/Champions League apariciones: 35
Campeonatos (5): 1973/74, 1974/75, 1975/76, 2000/01, 2012/13
Una virtud que tendrá que mantener si quiere pasar la eliminatoria ante el Liverpool tras el empate a cero en la ida de los octavos de final en Anfield. Los dos equipos se han vuelto a cruzar este año en Europa, algo que no ocurría desde 2001 con la final de la Supercopa de Europa de 2001, cuando John Arne Riise, Emile Heskey y Michael Owen marcaron para la victoria de los ingleses por 3-2 en Mónaco.
El manager del Liverpool, Jurgen Klopp, sí tiene un antecedente mucho más reciente contra el Bayern, en su paso como entrenador del Borussia Dortmund. Arrebató el título de la Bundesliga al Bayern de Múnich en 2011 y 2012, antes de perder la final de la Liga de Campeones de 2013 (2-1).
Análisis táctico
Ataque:
En su primera temporada a cargo en el Bayern, el entrenador Niko Kovac (abajo) ha alternado entre una estructura de 4-3-3 y 4-2-3-1. La profundidad de la plantilla, con jugadores de gran calidad, le permiten al técnico croata cambiar fácilmente de tener un perfil dominador de la posesión a pasar a ser un equipo de transiciones.
El Bayern tuvo la mayor parte de la posesión en cinco de sus seis partidos del Grupo E; la única excepción, aunque no sorprendente, fue el empate 3-3 ante el Ajax en el último partido de la fase de grupos. La media de los alemanes en esta Champions League es del 57% de la posesión.
Independientemente de la estrategia que adopte, la capacidad de crear y anotar desde el juego por bandas sigue siendo un aspecto clave del juego de ataque del Bayern. De sus 10 goles en la fase de grupos con este mecanismo, 8 llegaron después de penetraciones en el último tercio del campo. Ya sea desde los veteranos Arjen Robben o Franck Ribéry, siempre con su diagonal al centro, o desde la superposición de un interior o un centrocampista central.
La mayoría de su juego en la fase final involucra algún tipo de carrera de desdoblamiento, con los extremos jugando a pierna cambiada. Robben y Ribéry, por supuesto, y los jóvenes Serge Gnabry y Kingsley Coman.
No obstante, estas carreras de desdoblamiento dependen del estilo que adopte el equipo. En un enfoque basado en la posesión, los encargados de subir la banda son los laterales David Alaba, Rafinha (abajo, contra AEK Atenas) y Joshua Kimmich, todos corredores implacables capaces de llegar a los metros finales para buscar centros al área.
Si el Bayern opta por las transiciones rápidas (una de las preferencias de Kovac en su etapa en el Bayern y en anteriores equipos), los apoyos por banda llegan desde los centrocampistas centrales como James Rodríguez (abajo, contra el Benfica) o Leon Goretzka. Opción que, a su vez, permite no arriesgar a los jugadores de la línea defensiva.
La habilidad del juego de ataque del Bayern en áreas amplias se debe a su capacidad para adaptarse a la estrategia defensiva de su rival. En caso de que el equipo contrario vigile esas carreras de desdoblamiento, entran en escena los jugadores con más talento para buscar el disparo. Tanto Robben como Coman han marcado goles cruciales en esta temporada al explotar el espacio interior y luego disparar a portería. Robben es un especialista en esta función.
Igualmente, si los defensores contrarios presionan el balón y bloquean cualquier camino a portería, el equipo alemán temporiza las entradas por banda para buscar el momento justo de penetrar. Coreografiadas y cronometradas cuidadosamente, estas carreras buscan luego el mejor centro al aérea para los delanteros.
Defensa:
El Bayern usa una estructura defensiva 4-4-1-1 o 4-4-2 sin balón (abajo), y prefiere una estrategia de bloque medio. Hay determinadas situaciones que marcan la agresividad de la presión. Para realizar la presión se utilizan las unidades del mediocampo y de ataque. Los jugadores tienen interiorizados esos mecanismos de presión, como saltar en cualquier pase lento del rival o ante un mal primer toque.
Estamos ante un equipo razonablemente sólido atrás. Salvo los 4 goles encajados en los duelos ante el Ajax, el Bayern solo ha encajado un gol en los otros cinco partidos de la competición, saliendo de Anfield con su portería a cero. Manuel Neuer solo ha tenido que hacer 20 intervenciones en total.
Su dominio de ataque en áreas amplias se repite de manera interesante sin el balón, ya que el 60% de los robos exitosos en la fase de grupos llegaron por banda. En la imagen de abajo se puede ver el trabajo de Lewandowski, Ribéry y Goretzka para recuperar en banda.
Pero el Bayern también es un equipo vulnerable en ciertos aspectos del juego, sobre todo contra jugadores hábiles en el último tercio. Los movimientos horizontales de los delanteros contrarios pueden alejar fácilmente a sus centrales del balón, abriéndose espacios centrales (abajo).
El Bayern, además, no tiene centrales particularmente rápidos. Mats Hummels, Niklas Sule y Jerome Boateng sufren cuando salen de su zona y luego tienen que girar y acelerar. A menudo optan por seguir a su hombre, en lugar de tener que enfrentarse en una carrera que pueden perder.
Redacción: Héctor García