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Análisis táctico: Barcelona 5 Olympique de Lyon 1

Análisis táctico:  Barcelona 5 Olympique de Lyon 1
Getty Images
Redacción
Héctor Riazuelo
Publicado el
marzo 14 2019

Champions League, 13 de marzo de 2019

Barcelona 5Olympique de Lyon 1

Messi (17 p) (78)
Coutinho (31)
Piqué (81), Dembélé
Dembélé (86)

Tousart (58)

El Barcelona se queda como único representante español en la Champions League tras eliminar al Olympique de Lyon. El equipo azulgrana no quería sustos y salió desde el comienzo con la clara intención de resolver lo más rápido posible. Messi, de penal, y Coutinho parecían que solventaban el cruce antes del descanso, pero hubo un tiempo de zozobra con el gol del Lyon al comienzo de la segunda mitad por medio de Tousart.

En medio de las dudas, emergió la mejor versión de Messi para espantar cualquier fantasma. El argentino hizo el tercer gol tras un regate doble ante los defensores del Lyon, lideró el contragolpe para el tanto de Piqué y asistió a Dembélé para cerrar la goleada del Barcelona. El argentino respondió así a lo que había hecho Cristiano Ronaldo 24 horas antes, liderando el avance del Juventus.

Alineaciones iniciales
Barcelona
Olympique de Lyon
Estadísticas
Barcelona Olympique de Lyon

18 / 9

DISPAROS / A PUERTA

10 / 3

56 %

Posesión

44 %

593 / 530

Pases / Completados

484 / 425

11 / 1 / 0

Faltas / Amarilla / Roja

19 / 2 / 0

Análisis: Barcelona

En ataque:

4-3-3, con Messi apoyando a Luis Suárez desde el perfil derecho. Los movimientos del argentino hacia el balón arrastraron a los defensores de su zona, abriendo así espacios para Coutinho y el atacante uruguayo.

Una combinación rápida entre Messi y Suárez fue el origen del primer gol. Denayer hizo contacto con Suárez dentro del área, el árbitro pito penal y el “10”, a lo Panenka, abrió el marcador.

Para evitar el juego a la espalda, el Lyon se situó en bloque bajo. Messi decidió entonces alejarse de esa zona, demasiado congestionada, y Coutinho pasó a ser otro delantero más.

Pero incluso con los interiores del Lyon jugando por dentro para protegerse, el Barcelona encontró la vía de entrada para hacer el segundo gol.

Lo hacía a través de un movimiento habitual. Messi como “falso” centrocampista para, junto Arthur y Rakitic, sobrecargar el doble pivote de Lyon. Eso permitió mayor paciencia en la elaboración y asegurar la entrada por el carril central.

Así llegó el segundo gol, con un pase divisorio de Arthur a Luis Suárez, quien atrajo al defensor y al portero a la pelota, para asistir después a Coutinho.

Con ese tanto, el juego de ataque de Barcelona se calmó hasta la segunda mitad, donde la presión alta del Lyon fue penetrada cómodamente dejando a sus tres delanteros lo más arriba posible.

Por atrás, Arthur y Busquets retrasaron su posición para dar apoyo ante la presión rival. Rakitic, por su parte, se movió hacia arriba para rotar con Luis Suárez. Fue el impresionante vínculo del uruguayo con Messi y Coutinho para vencer constantemente la presión del Lyon.

A pesar del gol del Lyon, y con una sensación más amenazante por parte de los franceses, el Barcelona hizo el 3-1 para sentenciar la eliminatoria. Después llegaron dos goles más al contragolpe.

En defensa:

4-3-3 con la primera línea extremadamente alta. Sin opciones de transición por la derecha debido a la posición de Messi, el Lyon encontró una vía de ataque por ese lado a través de su interior, Mendy.

De este modo, Sergi Roberto tuvo que lidiar contra Mendy, provocando dejar espacio a su espalda y el central más cercano, Piqué.

El Lyon explotó esta brecha con los movimientos de Depay, que arrastraban también al central azulgrana. Se añadieron las carreras de Dembélé y Fekir en esta zona para dar lugar a la mejor jugada de ataque de Lyon. El Barcelona tenía problemas para contrarrestar las transiciones de su rival, ya que no ejecutaba bien el balance defensivo.

Por si fuera poco, Fekir cayó al centro para generar más movimientos de asociación y los interiores franceses subieron su posición tras el 2-0.

La primera línea rival pasó entonces a ser de cuatro jugadores, facilitando a Fekir una construcción más limpia en el último tercio. Pero el Lyon, gracias al gran trabajo defensivo de Piqué y Robert, apenas pudo probar a Marc-André ter Stegen.

Sí encontró el gol de otra manera, en un remate de Tousart dentro del áera después de una jugada llena de rechaces.

Un gol ante el que Barcelona respondió con un 4-4-2 en bloque medio para contrarrestar a los laterales del Lyon, que seguían construyendo el juego alrededor del medio del campo rival.

El posicionamiento inteligente de los tres delanteros de Lyon entre las líneas le dio al equipo francés múltiples ocasiones, con los pases de sus interiores como un arma efectiva.

Sin embargo, no tuvo el mismo acierto que el Barcelona en los metros finales.

Análisis: Olympique de Lyon

En ataque:

Los franceses mantuvieron una estructura de ataque similar a la defensiva. El 5-2-3 se convirtió en un 3-4-3 con los laterales Dubois y Mendy moviéndose hacia arriba.

Pero con el Barcelona dejando a tres delanteros arriba, esas carreras hacia adelante eran muy controladas.

Messi permaneció en una posición estrecha, y tanto Suárez como Coutinho ocuparon el centro y el lado izquierdo, respectivamente.

Eso dejaba la zona derecha libre, dando opción a Mendy para ir al ataque. Dubois, por su parte, se mantenía en un papel más conservador para lidiar contra el ataque azulgrana.

Este dibujo no sólo ayudó al Lyon en ataque, sino que también le creó menos problemas defensivos durante los momentos de transición, ya que contaba con unidades suficientes para pelear por el balón en primera línea rival.

Con respecto a su juego de ataque, cuando Mendy avanzaba desde la izquierda, Depay se situaba como el delantero izquierdo. De este modo, el espacio entre Gerard Piqué y Sergi Roberto aumentó, con el Lyon buscando también la entrada de un tercer jugador por esa zona.

Después del 2-0, el Lyon llevó a sus laterales más arriba en un intento de presionar más cerca de la portería rival y nutrir de balones más directos a sus atacantes. Tuvo éxito a través de Dembélé y Depay, quienes aseguraron cualquier balón en esa línea.

El juego más productivo de Lyon llegó cuando Fekir se apartó de su posición entre líneas para recibir frente al mediocampo de Barcelona.

Con los laterales aún más hacia delante, el Lyon tenía muchos jugadores por delante de la línea de pase, entre ellos Fekir, en una posición más clara.

El equipo visitante siguió buscando el trío del lado izquierdo, Depay, Mendy y Dembélé, que dieron mayor posesión. El gol, sin embargo, llegó en un saque de esquina.

Estaban a solo un tanto de pasar, y eso llevó a redoblar la apuesta ofensiva ya ante la nueva estructura defensiva del rival, en 4-4-2. La construcción del juego pasaba de los laterales al centro del campo para terminar en su tridente de ataque.

Depay, Fekir y Dembélé se giraban con frecuencia, lo que le daba a Barcelona muchos problemas debido a que cada avance ofrecía un enfoque de ataque diferente. A pesar de esa sensación de peligro, a los franceses le faltó claridad para finalizar las jugadas en gol.

En defensa:

5-2-3 con Fekir arriba para bloquear los movimientos de Sergio Busquets. Cuando tocaba defender, ambos extremos recuperaban, pero sin renunciar ir a la presión cuando veían opciones de poder ganar el balón.

Esto a menudo dejó a los defensores del Lyon 1 contra 1 ante los tres atacantes del Barcelona, siendo arrastrados en muchas ocasiones a su perfil derecho, zona por donde construía el Barcelona su juego de ataque.

Fue desde este lado donde los locales tomaron la delantera en el marcador, con Suárez entrando desde la izquierda.

Para detener el peligro por esa zona, el Lyon cayó en un bloque inferior, lo que le permitió al Barcelona más posesión, pero menos penetración. Sin embargo, esto solo duró hasta la mitad de la primera mitad, ya que los anfitriones pronto hicieron el segundo gol.

La sobrecarga central del Barcelona contra el doble pivote de Ndombele y Tousart permitió a los azulgranas un dominio total del juego.

Si solo un jugador del Lyon perdía la concentración, y por lo tanto se abría un espacio, la acción acababa con Arthur, Messi o Rakitic irrumpiendo por el centro y creando una ocasión de gol. Así llegó el tanto de Coutinho.

En la segunda mitad, el Lyon lanzó una presión más alta. Sin embargo, la posición de los tres atacantes del Barcelona permitió siempre que los locales tuvieran al menos tres opciones de pase vertical para salvarla.

Los movimientos y rotaciones de Suárez con Rakitic fueron difíciles de frenar por parte del doble pivote Ndombele y Tousart, al igual que las penetraciones centrales para romper líneas.

Los tres últimos goles del Barcelona llegaron a través de esta vía, con Messi lanzando los contragolpes. Uno de ellos lo finalizó él y en los otros fue el asistente.