Copa América, Final, 7 de julio 2019
Everton (15)
Gabriel Jesus (45+3) (70)
Richarlison (90 pen)
Guerrero (44 pen)
Brasil vuelve a celebrar un título en la Copa América, algo que no ocurría desde 2007. Lo consiguió en casa, en Maracaná, en una final ante Perú que se mantuvo emocionante hasta el tercer tanto de la selección “Canarinha” en los minutos finales.
La selección brasileña sigue engrosando así su sala de trofeos, con nueve Copas América (1919, 1922, 1949, 1989, 1997, 1999, 2004, 2007 y 2019), cuatro Copas Confederaciones (1997, 2005, 2009 y 2013) y cinco Mundiales (1958, 1962, 1970, 1994 y 2002). Por otro lado, es el primer título para Tite como seleccionador después de llegar al cargo en 2016.
Everton abrió el marcador para Brasil al cuarto de hora, Paolo Guerreo empató de penalti en el descuento del primer tiempo y Gabriel Jesús volvió a poner por delante a Brasil solo tres minutos después. El jugador del Manchester City no acabaría el partido por ver la tarjeta roja a falta de veinte minutos para el final. Tiempo en el que Brasil resistió y golpeó de manera definitiva en el minuto 90 por medio de Richarlison desde el punto penal.
11 / 3
DISPAROS / A PUERTA
7 / 2
53 %
Posesión
47 %
487 / 431
Pases / Completados
420 / 343
25 / 2 / 1
Faltas / Amarilla / Roja
21 / 3 / 0
Brasil se estableció en una formación de 4-2-3-1 en posesión, buscando jugar a través de Arthur y Casemiro siempre que fue posible, aunque estos estuvieron muy vigilados por los mediocampistas peruanos. Brasil utilizó inteligentemente a ambos jugadores como señuelos al acercarlos a la pelota durante en la salida de balón. Esto atrajo a más jugadores peruanos a la presión en primera línea, pero también dejó más espacios en fase defensiva que Gabriel Jesus, Firmino, Everton y Coutinho intentaron explotar.
El gol de Brasil:
Eso provocó más acciones de 1 contra 1 en bandas, donde Gabriel Jesus y Everton se midieron a los laterales visitantes. Una situación que se hizo evidente en el primer gol, en el que el movimiento de los dos mediocampistas brasileños permitió a Gabriel Jesus estar en una situación de 1 contra 1 ante Trauco, a quien logró superar para buscar el centro. Everton, sin la marca de Advíncula (centrado en el balón y no en su rival), remató a gol dentro del área.
En la segunda mitad, Coutinho reinó en la mitad del campo peruano, cayendo a los espacios libres para recibir, girar y avanzar en la posesión. Perú ocasionalmente lo marcaba, pero nadie parecía asumir la responsabilidad de manera definitiva. Coutinho fue inteligente y buscó oportunidades en el espacio que se generaba en la posición de Cueva, quien había saltado previamente a la primera línea de presión para ayudar a Guerrero.
Esto provocó que Tapia y Yotún formaran una línea de cuatro en el centro del campo con Carrillo y Flores. En esa acción, Coutinho luego buscaría caer en el medio, predominantemente en el perfil izquierdo, y recibir de Arthur o Casemiro, eliminando así la línea del centro del campo de Perú.
Firmino también demostró su inteligencia en estas situaciones. El delantero del Liverpool estaba normalmente colocado al lado de un central peruano, en este caso Abram, para buscar después la diagonal con la intención de arrastrar la marca del central izquierdo con él.
Las diagonales de Coutinho:
Al ver esto, Coutinho manejaría en diagonal con la pelota y buscaría crear situaciones de 2 contra 1 con Gabriel Jesus ante Trauco. Esto sucedió en algunas ocasiones en la segunda mitad, aunque después el pase de Coutinho a Gabriel Jesús fue demasiado lento en cada ocasión, lo que permitió que Trauco saliera al corte de la jugada.
Perú operó predominantemente en un 4-2-3-1 en defensa, con Yotún y Tapia vigilando los espacios centrales por detrás de Flores, Cueva y Carrillo, quienes ayudaron a Guerrero en la presión.
Cuando Brasil construía desde Alisson, Perú utilizaba a Cueva y Yotún para marcar a Casemiro y Arthur, respectivamente (abajo). Asimismo, Peru restringió el juego creativo de Brasil a través de la siguiente estructura defensiva: Guerrero con presión sobre los centrales de Brasil, con Cueva a veces acompañando en esa función.
Estructura de la presión de Perú:
Si Cueva iba a esa presión en primer línea, Tapia vigilaba a Casemiro, aunque sin ir al marcaje hombre a hombre para evitar situaciones de 4 contra 4, lo que suponía dejar a la línea defensiva de Perú contra el cuarteto atacante de Brasil. En situaciones en las que Perú no iba a la presión, Carrillo, Cueva y Flores se situaban en zonas más retrasadas, creando un dibujo defensivo de 4-5-1.
En posesión, Perú también usó una estructura 4-2-3-1, intentando jugar a través de los espacios de Brasil. Con Firmino demostrando su habitual capacidad de trabajo defensivo, Perú luchó para avanzar en la posesión saliendo desde atrás.
Más tarde, Perú se adaptó a esa situación utilizando las rotaciones de posiciones en el lado izquierdo con Trauco, Yotún y Carrillo. Yotún iba a una zona más retrasada, entre Abram y Trauco, permitiendo a este último avanzar, momento en el que Carrillo se iba hacia adentro. De este modo, Trauco estaba fuera del alcance de Gabriel Jesús y provocaba un dilema para Sandro: seguir a Carrillo hacia adentro o permanecer en su posición y lidiar con la amenaza de Trauco. Perú logró una penetración en la primera mitad en varias ocasiones de esta manera.
En la segunda mitad, Perú buscó encontrar a sus jugadores atacantes siempre con balón al pie para explotar su capacidad en el regate, particularmente Cueva. Esta situación atraía a más oponentes hacia la pelota, provocando espacios a favor de Perú en otras zonas ofensivas. De este modo, el equipo de Gareca intentó eliminar rivales antes de llegar a Guerrero u otro atacante, pero Tiago Silva y Marquinhos defendieron su zona con habilidad.
Brasil se protegió en la recta final:
Brasil operó principalmente con un 4-1-4-1 en defensa, mismo esquema que en la semifinal ante Argentina. Arthur se unió a Coutinho como un mediocampista central atacante, mientras que Casemiro operaba entre la línea defensiva y el medio del campo.
El uso de dos centrocampistas de ataque central de este modo permitió a Brasil prestar mucha atención a Yotún y Tapia para ralentizar su juego. Firmino buscó cerrar la salida por dentro y forzarlos al juego por fuera, al mismo tiempo que reducía los espacios para el juego de Perú llevando a más jugadores a ese lado, también cerrando los espacios verticales.
Brasil mostró mucha energía sin posesión para desordenar la posesión de Perú. Esto a menudo resultó en faltas de Brasil, que acumuló 25 en el transcurso del juego. De este modo, se interrumpió cualquier ritmo que Perú pudiera tener en fase de posesión, forzando a retrasar su juego ya cuando los laterales de Brasil habían recuperado su posición.
Después de la tarjeta roja a Gabriel Jesús, Brasil usó un 4-4-1 fuera de posesión y redujo el espacio entre su línea defensiva y el medio campo. Los cambios en la recta final le permitieron seguir con su energía defensiva, con Richarlison, en particular, mostrando su valor defensivo en la presión, sin permitir que Perú creciera en el partido. El propio Richarlison fue protagonista en el último gol.
“Somos fieles a una idea de fútbol, que busca resultados sin dejar de lado la creación. Ese proceso creativo se traduce en goles. No hay otra manera de explicarlo”, señaló Tite después del triunfo de Brasil en la Copa América. El seleccionador prosiguió en su defensa sobre el estilo de juego de la "Canarinha" y puso en valor el título.“Nuestra idea es la de hacer un fútbol equilibrado, que ataca y defiende con seguridad, que juega bien con y sin la pelota. Una conquista merecida, por los números y por los partidos que hemos ganado. Fue un partido difícil y con un jugador menos mantuvimos el equilibrio”.
"Siempre que uno llega a esta instancia, quiere ganarla. Pero no tengo nada que reprocharle a los muchachos. Brasil terminó siendo un justo campeón", destacó Ricardo Gareca, quien mostró su compromiso con la selección de Perú. "Tengo un gran respeto por mi país, amo a mi país, pero tengo contrato con un país que me dio todo y, más allá de cualquier situación que se pueda llegar a presentar, estoy acostumbrado a respetar los contratos. Y vence en el 2021. Ese es el compromiso que tengo".