Champions League 2019/2020 Grupo F, 2 de octubre
Luis Suárez (54, 84)
Lautaro Martínez (2)
Compareció en el Camp Nou una gran versión del Inter de Milán de Antonio Conte, que acertó a marcar en su primer acercamiento sobre la portería del Barcelona. Lautaro Martínez superó a su marcador en velocidad para después lanzar un remate cruzado ante Marc André Ter-Stegen, que nada pudo hacer para evitar el 0-1. Lejos de guardar la ventaja, el equipo italiano, manteniendo el orden defensivo, dominó las sensaciones y ocasiones, tal vez mereciendo algún tanto más antes del descanso.
Una circunstancia que acabó pagando caro en el segundo tiempo, donde el Barcelona consiguió remontar el partido con dos goles de Luis Suárez, el segundo a falta de pocos minutos para el final y después de asociarse con Messi. El argentino, después de un periodo de inactividad por lesión, volvió a ser titular y jugador clave para su equipo en un partido de Champions League. Con esta victoria, el equipo azulgrana queda igualado con 4 puntos con el Borussia Dortmund en lo más alto de la clasificación. El Inter, a pesar de la gran imagen mostrada en Barcelona, tiene solo un punto después de esta derrota y el empate en casa con el Slavia de Praga en la anterior jornada.
17 / 7
DISPAROS / A PUERTA
11 / 3
67 %
Posesión
33 %
788 / 715
Pases / Completados
417 / 348
17 / 4 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
18 / 2 / 0
El Barcelona se estrenó en casa en la presente edición de la Champions League con su clásico 4-3-3 (abajo). Debido al tempranero gol del Inter, el equipo azulgrana se vio obligado a atacar el bloque defensivo bajo y bien organizado del cuadro italiano.
Para superarlo, buscó crear sobrecargas en banda con las ayudas de Nelson Semedo y Sergi Roberto (abajo), con el objetivo sacar de su zona a los carrileros del Inter, mientras Arthur y De Jong se movían por fuera para intentar recibir el siguiente pase. Desafortunadamente para el Barcelona, los jugadores de banda del Inter se adaptaron rápidamente a esta situación para cortar esa línea de pase.
Una opción para atacar:
La primera vez que el Barcelona consiguió romper el bloque defensivo del Inter y evadir la presión fue cuando llevó a Busquets entre los centrales, un movimiento que no fue seguido por Marcelo Brozovic. Eso creó situaciones de 3 contra 2 ante Alexis Sánchez y Lautaro Martínez, lo que facilitó la progresión del equipo local, cayendo Messi por dentro (abajo) para intentar recibir el balón entre líneas. Una vez en campo contrario, el Barcelona buscó volcar al Inter a un lado del campo, mientras desplazaba a varios jugadores en el otro perfil para atacar a través de cambios de orientación.
Esto permitió al Barcelona superar el medio del campo rival y atacar la línea defensiva, creando situaciones de 2 contra 1 ante los interiores del Inter con el avance de los laterales. Aunque esa era la mejor manera para llegar al empate, el Barcelona tuvo que ser paciente con la posesión, moviendo rápidamente la pelota hasta se abriera un hueco para poder penetrar.
Arturo Vidal, factor desestabilizador:
En el último tercio de campo, los tres atacantes jugaron muy juntos para facilitar esta labor de asociación, aunque el Inter supo contrarrestar bien esta situación. Hasta el segundo tiempo, cuando Ernesto Valverde dio entrada a Arturo Vidal, creando así un triángulo en el medio del campo, con De Jong y Arthur en posiciones más retrasadas y el internacional chileno en un perfil más ofensivo.
De este modo, aumentó el juego entre líneas del Barcelona, creciendo también la presencia de Messi para crear más problemas en defensa al Inter. Por otro lado, en las transiciones buscó jugar lo más rápido posible para atacar los espacios por detrás de los interiores y centrocampistas del Inter, los cuales todavía no se habían organizado en defensa. Para potenciar esto, el Barcelona llevó a uno de sus delanteros al medio del campo, creando un jugador extra para generar superioridades en esa zona.
Un plan medido:
Sin el balón, el Inter jugó en 5-3-2 (abajo), muy organizado en fase defensiva e intentando evitar que el Barcelona pudiera jugar de cara ante la línea de fondo. Para eso mantuvo varias unidades muy juntas y compactas cerca del balón y de su portería.
Arriba, los dos delanteros presionaron a Piqué y Lenglet, incluso cuando el balón iba a los laterales. El objetivo era bloquear el pase de los centrales a banda para obligarlos a jugar por dentro. En el medio del campo, el Inter se organizó en marcas individuales. Si los delanteros no habían cerrado el pase a los laterales y superaban la línea, entonces el equipo italiano llevaba a sus carrileros cerca de los laterales del Barcelona (abajo).
Mientras, el centrocampista más cercano a la jugada se cruzaba para fijar su marca sobre el extremo del Barcelona que se había quedado libre de marca, acompañando todo esto por un gran balance defensivo. En el caso de que Barcelona utilizara un cambio de orientación al lateral del lado contrario, entonces el carrilero de esa zona mantenía su posición para facilitar el balance defensivo, para atacar una vez que las distancias ya estaban juntas de nuevo.
Equilibrio en el medio del campo:
Con el gol en el minuto 2, el Inter se movió a un bloque bajo, con la línea defensiva y la del medio del campo muy juntas para bloquear el juego por dentro del Barcelona. Cuando no podía evitar esta situación y el rival jugaba entre el medio del campo y la defensa, el Inter utilizaba a jugadores de las dos líneas para presionar al receptor y cerrar los dos perfiles de salida. Aunque el Barcelona tuviera la posesión, los centrocampistas del Inter se encontraron cómodos en las marcas, manteniendo la línea de tres y estando cerca de su rival.
Si un jugador del Barcelona retrasaba su posición hacia el centro u ocupaba la posición de lateral, los centrocampistas del Inter mantenían su estructura antes que atacar ese movimiento. Los centrocampistas del equipo italiano simplemente necesitaban asegurarse de que la penetración central fuera difícil, y saber dónde estaba su marca para poder moverse y presionarla en el caso de que fuera necesario.
Creación del hombre libre:
Jugando desde atrás, el Inter se enfrentaba a una presión agresiva orientada al hombre del Barcelona. Los visitantes utilizaron al portero Samir Handanovic como hombre libre para atraer la marca de un rival y liberar así la siguiente opción de pase. Esto implicó un alto elemento de riesgo, pero el Inter logró utilizar este método con éxito.
Una vez que el equipo italiano salía con éxito de la presión, buscó enviar pases desde posiciones atrasadas para las carreras de los delanteros del Inter (abajo). Esto, sumado a las transiciones, dio al Inter varias opciones de gol, particularmente porque el Barcelona también comprometió a muchos jugadores hacia adelante. En algunas fases del partido, el Inter también buscó los cambios de orientación y utilizar a su extremo del otro lado para atacar a un Barcelona que no era capaz de cubrir todo el ancho del campo.
Ganar en la presión:
El Barcelona jugó 4-3-3 en defensa, con una presión agresiva orientada al hombre desde la primera línea (abajo). En el medio del campo la presión dependía por donde se movía el balón, colaborando los laterales para generar situaciones de 3 contra 2. Si el balón cambiaba al otro lado, entonces Griezmann se desplazaba para cubrir a Barella.
Piqué y Lenglet también fueron agresivos en la presión, muy juntos ante los delanteros del Inter e incluso en algunos momentos adelantándose a sus movimientos para recuperar el balón. El Barcelona intentó la presión tras pérdida en las transiciones. Como regla general, cada jugador del Barcelona presionaba al hombre más cercano, con coberturas entre los jugadores. Esto se tradujo en un Inter con más dificultades para una salida fácil de balón en el segundo tiempo, y con ello la posibilidad de remontar.
Ernesto Valverde hizo un profundo análisis sobre por qué se habían visto dos versiones muy distintas del Barcelona: "Hemos empezado perdiendo en la primera jugada y ellos se han visto reforzados. Nos estaba resultando difícil superar su presión y luego en alguna situación de juego, robar algún balón. En el segundo tiempo hemos arriesgado más y les hemos mantenido más lejos de la portería. Luego ha entrado Arturo, no es muy ordenado y ahí está su virtud. Queríamos que estuviera cerca de los delanteros". El entrenador del Barcelona también quiso reivindicar a su delantero, afirmando que "Luis Suárez ha dado muestras de lo que es capaz".
"Sabe mal por lo que hemos hecho, producido y creado. Nos merecíamos mucho más nosotros que el Barcelona. Al fin y al cabo la jugada de unos cracks han desequilibrado el partido", analizó Antonio Conte. El entrenador del Inter analizó lo ocurrido en el segundo tiempo con su equipo: "Hay que entender bien hasta dónde está nuestra culpa y su mérito. Hasta el episodio del probable penalti, lo que queda claro es que hemos respondido a cada golpe. Después del gol hemos bajado en autoestima. Esto nos ha llevado a reducir el tono".