Final Copa Libertadores 2019, 23 de noviembre 2019
Gabriel Barbosa (90+2, 90+5)
Santos Borré (14)
Después de 38 años sin ganar la Copa Libertadores, Flamengo solo necesitó tres minutos para darle vuelta al resultado en contra ante River Plate en la final -la primera en la historia a partido único- disputada en el Estadio Monumental de Lima. Gabriel Barbosa es ya nuevo héroe del club brasileño, con sus dos goles en los últimos minutos del partido. Así, quedó en nada el tanto de Santos Borré para River al cuarto de hora de partido.
El otro gran nombre de la final es Jorge Jesus, segundo entrenador europeo en ganar la Libertadores tras el croata Mirko Jozic, quien lo consiguió con Colo-Colo en 1991. En apenas unos meses, el técnico portugués ha llevado a Flamengo a levantar su segundo título en la competencia. River Plate, por contra, no pudo revalidar su corona en esta competencia, donde suma con cuatro entorchados, dos de ellos con Gallardo (2105 y 2018) al frente.
10 / 5
DISPAROS / A PUERTA
11 / 2
61 %
Posesión
39 %
433 / 333
Pases / Completados
277 / 164
12 / 3 / 1
Faltas / Amarilla / Roja
27 / 3 / 1
Una final muy esperada tanto para Marcelo Gallardo como para Jorge Jesus. Un encuentro donde la táctica, la estrategia y el desgaste físico y emocional serían aspectos claves para coronarse como campeón de la Copa Libertadores.
Flamengo, que ejerció como local, salió con una formación de 4-2-3-1 (abajo) que en defensa se convertía en un 4-4-2, con un planteamiento muy marcado desde los primeros minutos: mantener la posesión del balón, densificar carril central y llegar en superioridad numérica.
En organización defensiva se posicionó en bloque medio, defensa zonal y presionando principalmente en carril central. En ataque mientras, buscó la basculación del balón, superioridad numérica y aprovechar los cambios de ritmo.
River Plate salió con una formación de un 4-1-3-2 (abajo), que pasaba a ser un 4-4-2 en defensa, con las líneas adelantadas y ejerciendo una presión alta. Dentro de la organización defensiva, el cuadro de Gallardo jugó en bloque alto, ejerciendo un acoso intensivo y tras recuperación realizar transiciones muy rápidas buscando a Santos Borré.
En organización ofensiva las llegadas al arco rival las realizaban por carriles laterales y con diagonales buscando el remate de Matías Suárez o Borré. El contragolpe también sería un arma muy importante en su estrategia.
River domina el juego y el marcador:
En los primeros minutos, River Plate ya se había adueñado del partido. No tanto por la posesión del balón, sino más bien por ejercer una presión muy alta y no permitir que Flamengo tuviera claridad en la construcción de su juego. Al minuto 14 River abrió el marcador por medio de Borré, quien recibió un pase al punto penal y definió con un disparo cruzado, imposible de atajar para Alves.
Los dirigidos por Gallardo utilizaban bien los carriles laterales (abajo), avanzando en conducción o en un juego asociado entre Ignacio Fernández, Exequiel Palacios, Borré y Suárez, quienes supieron identificar los espacios que dejaba la defensa del Flamengo. En ese primer tramo, al equipo brasileño le costó mantener el equilibrio defensivo y realizar las coberturas de la línea defensiva y de medios. El partido, por otro lado, se vio muy pausado por muchos tiros libres producto de la intensidad del encuentro.
Con el marcador a favor, River Plate demostró más confianza en su juego, y presionaba la salida de Flamengo con una gran intensidad (abajo), prácticamente bloqueando su juego y salidas. Esto provocó en Flamengo un ataque mixto, por momentos más directos con pase a segunda línea buscando a Gabriel y De Arrascaeta.
Bloquear el juego de los brasileños:
Durante los primeros 45 minutos del primer tiempo, Flamengo tuvo pocas oportunidades para atacar y cuando llegaba no estaba en superioridad numérica, lo que no le permitía concretar con facilidad sus avances. Enzo Pérez, en River, era uno de los encargados de marcar e impedir el avance de De Arrascaeta (abajo), bloqueando las opciones de pase, mientras que sus compañeros realizaban bien las coberturas cerrando los espacios.
El primer tiempo finalizo 1 a 0 a favor de River, que dominó estos primeros 45 minutos manejando los momentos del encuentro y neutralizando las llegadas de Flamengo.
Los objetivos del segundo tiempo:
Eso llevó a Jorge a tener deberes de cara al segundo tiempo si quería cambiar la dinámica. Mantener el equilibrio defensivo y recuperar el control del encuentro eran básicos en Flamengo, para así poder concretar sus opciones de gol, pero principalmente llegar en superioridad numérica a zona de finalización. Gallardo, por su parte, pese a ya tener una ventaja en el marcador, tenía ahora la misión de aumentar la distancia si era posible y mantener el ritmo del partido para no permitir que Flamengo se organizara ofensivamente.
El segundo tiempo -iniciado sin cambios en ambos equipos- se seguía desarrollando con la misma intensidad. Ida y vuelta y mucho desgaste físico y mental por parte de las dos escuadras. River, no obstante, ingresó un poco mas cauteloso, retrasando un poco sus líneas con bloque medio y apuntando más al contragolpe tras recuperación.
Diego Ribas cambia el partido:
Al minuto 65 el Flamengo realizó su primera sustitución: Diego Ribas por Gerson, quien le dio mucha más movilidad al ataque del Flamengo. El centrocampista brasileño supo identificar cuando debía dividir y fijar, con pases entre líneas para que su equipo ganara en claridad en el último tercio de campo.
Gabriel Barbosa, mientras se encargaba de garantizar la profundidad, arrastrar marcas y generar apoyos para el ataque (abajo). La defensa de River Plate realizaba vigilancias defensivas, e identificaba el jugador a marcar, pero ya no ejercía presión con acoso intensivo.
Gallardo realizó dos modificaciones; dando entrada a Julián Álvarez y Lucas Pratto. Un doble cambio para refrescar líneas y mantener el resultado en la recta final, donde River ya no tenía tantos espacios como en el primer tiempo. Se ciñó a llegar al área rival al contragolpe, aunque sin superioridad numérica.
Más posesión y dos goles:
Flamengo se adueñó de ese segundo tiempo, donde tuvo algunas oportunidades de igualar el marcador, pero no contaba con una clara finalización a la hora de definir. En los últimos minutos del partido Flamengo seguía insistiendo en llegar al área de River para poder igualar el encuentro y seguir con vida. La posesión para entonces era Flamengo 61% y River Plate un 39%.
La estrategia de Jorge Jesus era no desistir y mantener su identidad de juego: tocar el balón hasta crear los espacios que les permitan ingresar al ataque con claridad. Poco a poco empezaron a desequilibrar la defensa de River, con pases entre líneas, posicionándose a las espaldas de las centrales (abajo) y llegando por momentos en superioridad numérica o en igualdad numérica.
Pero no fue hasta la recta final cuando llegaron los goles. Dos tantos de Gabriel en el tiempo de descuento, sin capacidad de reacción para River Plate. El primero en una acción perseguida por Flamengo, con llegada al último tercio de campo combinando para encontrar a Gabriel en boca de gol. Y el segundo tanto después de recibir un pase desde la línea defensiva, con un buen control de balón y superando a la defensa de River Plate en una situación de 1 contra 2.
“Esta final ha sido vista por 186 países en el mundo, por millones y millones, y quien la haya visto se dará cuenta del nivel que tenía. Cualquier de los dos equipos podía ganarlo. Era un título que necesitaba los aficionados de Flamengo", señaló Jorge Jesus sobre el partido. El entrenador portugués también quiso empoderar el fútbol sudamericano a través de esta final: "Muestra la calidad del fútbol fuera de Europa. Los dos equipos de Brasil y Argentina, dos países que fabrican a los mejores jugadores del mundo todos los días. Tiene que ser más valorado".
"Quedarte sin nada faltando tan poco es duro. Hay que digerirla, pero para eso estamos. Me siento orgullo por mis jugadores, por la gente que trabaja conmigo, por el hincha que hizo el esfuerzo por estar", señaló Gallardo en rueda de prensa. El técnico de River Plate explicó su planteamiento: "Sentimos que hicimos el partido que teníamos que hacer. El poderío de Flamengo lo supimos anular y después nos costó tomar buenas decisiones en el segundo tiempo para definirlo o para que nos agarren como nos agarraron, pero eso es algo anecdótico. Los jugadores tienen que salir con el pecho y la cabeza arriba. Hicieron un gran partido".