Premier League, 19 de enero 2020
Virgil Van Dijk (14)
Salah (90+3)
El Liverpool extendió su ventaja en la cima de la Premier League a 16 puntos tras dar otro paso significativo hacia su primer título de liga en 30 años. Los de Jürgen Klopp superaron al Manchester United, el único equipo que hasta ahora les había negado la victoria en la competencia 2019/20 -empataron 1-1 en el partido de la primera vuelta-.
El conjunto local anotó en la primera mitad a través de un remate de Virgil van Dijk en un saque de esquina. Dos veces más vencieron a De Gea en el primer acto (obras de Roberto Firmino y Georginio Wijnaldum), pero los tantos fueron anulados después de la revisión del VAR. Ya en el tiempo de descuento, Mo Salah sentenció el partido en un rápido contragolpe después de una asistencia de Alisson Becker desde su portería.
Con este triunfo, los Reds firman el mejor arranque de curso en el fútbol inglés, con 21 victorias y un solo empate en las 22 jornadas, superando al Manchester City de la temporada 2017-2018.
15 / 4
DISPAROS / A PUERTA
6 / 3
56 %
Posesión
44 %
547 / 445
Pases / Completados
488 / 400
7 / 1 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
10 / 3 / 0
El Liverpool de Jürgen Klopp mantuvo su habitual 4-3-3, en esta ocasión con Jordan Henderson como centrocampista más retrasado y Alex Oxlade-Chamberlain y Georginio Wijnaldum como volantes (abajo).
Presión del United:
En su intento de frenar a un líder imparable, el Manchester United adoptó un 5-2-3 en fase defensiva (abajo). Pero la versatilidad del Liverpool es su gran fortaleza en esto momentos. Mientras no muchos equipos tienen diferentes enfoques, el equipo de Klopp cuenta con varios.
El United buscó presionar la salida de balón del Liverpool desde sus centrales, Joe Gomez y Virgil Van Dijk, y junto a Andreas Pereira –muy cerca de Henderson- con el doble pívote Fred y Nemanja Matic, los visitantes dibujaron un 3 contra 3 ante el medio del campo local.
Los carrileros del United, Aaron Wan-Bissaka y Brandon Williams, proporcionaron ayuda acercándose a los tres centrales para contrarrestar el “tridente” ofensivo del Liverpool, pero los locales se ajustaron en relación a la posición de sus laterales Trent Alexander-Arnold y Andy Robertson. Así, si el United se mantenía muy atrás, cuando Wan Bissaka y Williams tenían que defender lo hacían con muchos metros que cubrir con el riesgo de ceder espacios ante Sadio Mané y Mo Salah.
Movimiento constante:
Los movimientos sin balón del equipo de Klopp volvieron a impresionar una vez más. Rotaciones verticales entre Roberto Firmino y el medio del campo, y también entre los laterales y los volantes para testar la fortaleza defensiva del United. Asimismo, los jugadores Reds ofrecieron ayudas por detrás del balón cuando competían por ganar la segunda jugada en los pases en largo desde Alisson o Van Dijk.
A través de los movimientos de Henderson o Wijnaldum cayendo en defensa, la estructura de 3 contra 3 del medio del campo del United fue puesta a prueba. En esas situaciones liberó a uno de sus laterales para avanzar y rotar con el volante, creando peligro en amplitud (abajo). Solo las malas entregas dentro del área, al margen de la acumulación de jugadores del United, le impidieron marcar en los ataques que siguieron.
El Liverpool, como acostumbra también, volvió a ser muy peligroso en las transiciones. Las tareas defensivas de Salah y Mané a menudo significaban que Firmino se mantenía aislado por delante y así poder ofrecer una salida, por lo que los atléticos Oxlade-Chamberlain y Wijnaldum lideraron esos ataques llevando el balón con velocidad, mientras encontraban los apoyos de sus compañeros.
Repetir el esquema:
El Manchester United de Ole Gunnar Solskjaer se organizó en un 3-4-1-2 (abajo) con posesión, muy parecido al sistema que utilizó en la primera vuelta para frenar al Liverpool en Old Trafford (1-1). Dentro de la zaga defensiva, Luke Shaw jugó en un rol poco habitual para él como central por el perfil izquierdo, liberando a Brandon Williams en la banda izquierda.
En frente el United tuvo el 4-3-3 de los locales (abajo), lo que le provocó problemas en la salida de balón durante la primera mitad debido a la organización del Liverpool y su objetivo de impedirle generar superioridades.
La zaga de tres centrales del United fue presionada por el “tridente” local –Salah y Mané priorizaron su marca sobre Shaw y Victor Lindelöf para cerrar el pase a los laterales- y el doble pivote formado por Matic y Fred fue privado de espacio para recibir y jugar por el medio del campo local (abajo).
Cuando esta situación llevaba a los visitantes a jugar en largo, Joe Gomez y Van Dijk demostraron su fortaleza en el juego aéreo para negar cualquier posibilidad de ataque del United. Asimismo, los laterales del Liverpool presionaron a los carrileros rivales, con Daniel James optando por jugar en espacios intermedios para intentar generar un 2 contra 1 ante ellos. Si esto ocurría, Henderson se desplazaba entonces a banda para equilibrar fuerzas.
del Liverpool en defensa:
La estructura de juego del United favoreció los cambios de orientación y las superioridades en banda, donde sus tres jugadores de ataque y los carrileros combinaban ante la defensa de cuatro del Liverpool. Pero el trabajo defensivo de Salah y Mané llevó a los locales a adoptar por momentos un 4-5-1 en fase defensiva con el objetivo de impedir las superioridades del United en banda.
En los momentos en que los visitantes sí pudieron crear esas situaciones (arriba), sin embargo, les faltó calidad en la toma de decisiones y ejecuciones para marcar. Sumó también acciones individuales, pero con los jugadores aislados y sin la ayuda suficiente de compañeros para poder explotar los espacios que habían creado.
Presión tras pérdida:
El Liverpool intensificó la presión en la segunda mitad, asfixiando al United dentro de su campo y provocando que en raras ocasiones pudieran progresar más allá del medio del campo, situación que hizo generar una mayor número de ocasiones de gol para los locales.
Los movimientos de los visitantes mejoraron a medida que transcuría el tiempo, con Williams y Anthony Martial generando espacios y oportunidades juntos en el perfil izquierdo. Pero la presión demandada por Klopp a sus jugadores siguió dificultando el juego del equipo visitante. El Liverpool avanzaba con el balón, pero en el momento que lo perdía ejercía la presión sobre su rival provocando múltiples recuperaciones o haciendo que los de Solskjaer tuvieran que jugar balones en largo imprecisos (arriba).
"Uno de los mejores partidos ante el United que hemos jugado hasta ahora. Muy dominante en la mayoría de los períodos del juego. No me gustó mucho la primera mitad, los últimos cinco o siete minutos, pero no pasó nada realmente, sólo que no fuimos tan dominantes como antes", analizó Klopp. A pesar de la distancia con sus rivales en la Premier League, el técnico alemán se mantiene con los pies en el suelo: "Por supuesto, a los aficionados se les permite soñar, cantar, lo que quieran... Siempre y cuando hagan su trabajo también en el momento en que jugamos, todo bien. Pero todavía no formaremos parte de esa fiesta, sabemos cuál es nuestro trabajo".
"Obviamente nunca estás feliz cuando pierdes. Fue decepcionante recibir el primer gol en contra, un gol de jugada de balón detenido. No defendimos como debimos. Pero sí creo que estuvimos excelentes durante la última media hora", analizó Solskajer. "En el segundo tiempo, y después de su fuerte salida en los primeros 10 minutos, presionamos, tuvimos la mayoría de la posesión, creamos grandes ocasiones... Yo los vi nerviosos (por el Liverpool) y después, como todos sabemos, todos nuestros hombres se sumaron al ataque para buscar el empate, algo que provocó el segundo gol", añadió el entrenador del Manchester United.