Partido de ida octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA, 26 de febrero 2020
Isco (60)
Gabriel Jesus (78)
Kevin de Bruyne (83, pen)
Sexta victoria para Pep Guardiola en el Santiago Bernabéu, y el primer gran triunfo para el Manchester City en la Champions League, tal y como destacaron jugadores y el propio entrenador citizen. El partido se mantuvo muy igualado, con mayor dominio del equipo inglés en posesión y ocasiones, pero fue el Madrid el que se adelantó primero con un gol de Isco.
Visto lo que había ocurrido sobre el césped, la ventaja de un gol era un gran objetivo a mantener por los blancos de cara al partido de vuelta. Opción que empezó a desvanecerse con la entrada de Raheem Sterling al campo en la recta final del segundo tiempo.
Desde su perfil llegó el centro de Kevin de Bruyne para el gol de Gabriel Jesus y poco después el penalti de Dani Carvajal sobre el propio Sterling. De Bruyne no falló en la ejecución para dar una victoria que incluso pudo ser más amplia para los de Pep Guardiola, después de la expulsión de Sergio Ramos.
8 / 3
DISPAROS / A PUERTA
16 / 9
49 %
Posesión
51 %
591 / 520
Pases / Completados
614 / 552
13 / 2 / 1
Faltas / Amarilla / Roja
10 / 1 / 0
El Real Madrid formó en 4-3-3 (abajo) con Casemiro, Luka Modric y Fede Valverde en medio del campo, mientras Isco, Karim Benzema y Vinicius jugaron en una línea de ataque de 3.
Una estructura ofensiva para intentar superar el 4-4-2 del Manchester City sin balón, con Kyle Walker, Nico Otamendi, Aymeric Laporte y Benjamin Mendy en la unidad defensiva; Mahrez, Ilkay Gundogan, Rodri y Gabriel Jesus creando la unidad de cuatro en el medio del campo y Kevin De Bruyne y Bernardo Silva en la primera línea de presión.
Guardiola sorprendió:
Extrañamente a lo que suele proponer Pep Guardiola, el City utilizó una línea defensiva muy retrasada. Pero este planteamiento tenía una razón: invitar al Real Madrid llegar a su campo para generar espacios por donde atacar a la espalda de la defensa local.
Ante la defensa del City, el Madrid circuló el balón de un lado a otro con la intención de encontrar un espacio en el bloque medio de los visitantes rotando la posición de los jugadores para abrir líneas de pase. Estas rotaciones solían ser entre los volantes y los centrocampistas centrales. Así, Casemiro generalmente se mantuvo en el centro, mientras Modric se movió a banda, al mismo tiempo que Isco buscó caer por dentro al lado débil de Jesus esperando recibir el balón entre líneas.
Sin embargo, esta vía de juego no obtuvo los frutos deseados por el trabajo defensivo del equipo de Guardiola, muy compacto (abajo) entre sus unidades para restringir cualquier forma de penetración por la zona central. Esto particularmente involucró seguir a los centrocampistas del Madrid, asegurando que cualquier jugador local que recibía el balón en esta zona tenía la presión suficiente a su espalda para evitar que se girara.
Buscar las bandas:
Con poco éxito por dentro, el Madrid decidió cargar su juego ofensivo enviando pases que se saltaban la línea del medio del campo para las penetraciones de sus extremos o los laterales (abajo). Los jugadores desplegados en las posiciones de lateral del City, Mendy y Walker, poseen una gran cantidad de velocidad, por lo que no eludieron medirse en carreras de 1 contra 1 para lidiar con estos pases en la retaguardia.
El City también alentó estos pases más largos del Madrid con la presión de De Bryune y Silva sobre los centrales. Y con una mayor intensidad que su rival, los de Guardiola buscaron ganar el segundo balón para dar lugar a una nueva fase de posesión para el City.
La clave de que esta estrategia funcionara era la distancia del mediocampo del City. Gündogan y Rodri se posicionaron cerca de De Bruyne y Silva, lo que desalentó al Madrid de jugar en corto o intentar jugar por el mediocampo, ya que la cercanía de los jugadores del City en esta zona hacía que fuera increíblemente arriesgado hacerlo. Dicho esto, los pases más largos en largo fueron ineficaces para el Madrid, sin apenas generar opciones ofensivas.
Vinicius ganó presencia:
La única verdadera amenaza del Madrid en ataque llegó cuando atrapaba al City en un error en su juego de posesión en campo propio, lanzando después el contragolpe con poca distancia a la portería rival. En el segundo tiempo, el Madrid perfiló su ataque a la izquierda, donde se encontró Vinicius en las transiciones buscando la diagonal desde la banda al centro para intentar eliminar a Walker, su marcador, o forzar la falta. Precisamente, el gol del Madrid llegó en un momento de transición, al igual que sus mejores oportunidades después de un error del City en combinación (abajo).
Juego ofensivo del equipo de Guardiola:
El City formó en ataque en un 4-2-4 con Mahrez, Gabriel Jesus en bandas, mientras De Bruyne y Silva se turnaron para operar como “falso 9” en ataque. Por su parte, Rodri y Gündogan jugaron como centrocampistas centrales.
El Real Madrid formó sin balón en 4-4-2, con Isco, Valverde, Casemiro y Vinicius operando en el medio del campo, y Modric uniéndose a Benzema arriba. La idea de juego del City con balón tuvo la intención de causar problemas a Ramos y Varane para ver cómo éstos podrían gestionar las situaciones ante De Bruyne y Silva en zonas defensivas muy retrasadas.
La idea del City fue intentar crear superioridades en zonas centrales y utilizar al falso 9 para arrastrar la marca de Ramos y Varane o los dos con el objetivo de crear espacios para Mahrez (abajo) y Jesus para atacar a la espalda. Ambos comenzaron en posiciones amplias para buscar las carreras por fuera del lateral.
La posición de Ramos:
Respecto a los centrales del Madrid, Varane fue más disciplinado que Ramos en términos de mantener su posición. Ramos se mostró ansioso por saltar al ataque y salir agresivamente como delantero, una vía que le valió para ganar la posesión en algunas ocasiones.
Ese movimiento de Ramos pudo ser clave, pero también muy arriesgado. Si se movía demasiado pronto entonces Jesus o Mahrez encontraban espacio a su espalda, mientras que si llegaba demasiado tarde, entonces los jugadores del City eran capaces de recibir y girarse. A pesar de obtener ventajas en estas situaciones, el City no pudo transformarlo en ocasiones de gol.
La presión alta y agresiva del Madrid desde la salida de balón del City forzó a Ederson a jugar en largo. El portero del City suele ser excelente a la hora de distribuir el juego desde su posición, pero en esta ocasión todos los balones fueron ganados por el Madrid.
De Bruyne y Silva:
Una vez que el City comenzaba a construir desde atrás y el Madrid presionaba agresivamente, los espacios se abrieron para De Bryune y Silva. Con Modric y Benzema presionando a Otamendi y Laporte, Valverde y Casemiro se encargaron de la marcas de Rodri y Gündogan, mientras Vinícius e Isco presionaron a Walker y Mendy. Esto creó la situación perfecta que quería el City, donde De Bruyne y Silva pudieron operar en los lados débiles del medio del campo del Real Madrid (abajo), también con suficiente distancia ante Ramos y Varane.
Como respuesta a este problema, el Madrid buscó reducir las distancias de sus líneas con el objetivo de tener a Modric y Benzema sobre Rodri y Gündogan, mientras Valverde y Casemiro se encargaron de la marca de De Bruyne y Silva.
Sterling dinamizó al City:
Sin embargo, los jugadores de ataque del City continuaron sin vigilancia defensiva, cayendo por detrás de la línea de medio del Madrid para recibir el balón y generar espacios en ataque. En los minutos finales, el Madrid llevó a Valverde junto a Benzema para presionar, ya con Modric en posiciones más retrasadas en medio campo.
Una de las mayores amenazas del City llegó en las transiciones, y una vez más, Silva con De Bruyne como pareja de ataque. Superada la primera línea de presión, De Bruyne y Silva se posicionaron por delante del balón y entre las líneas (abajo).
La entrada de Raheem Sterling en la recta final llevó a Jesus a tomar la posición de Silva. El uso de un delantero en el área hizo que el City tuviera una amenaza más de gol dentro del área. Hasta ese momento, la idea del City había funcionado, pero sin encontrar el premio del gol.
Sterling buscó frecuentes carreras a la espalda, operando regularmente entre los defensores del Madrid. Su posición en amplitud facilitó a los jugadores del City a encontrar el espacio suficiente para el centro. La consecuencia de esto fue la remontada en los últimos minutos con el gol de Jesus y tanto de penalti de De Bryune, ambas acciones de ataque con origen desde el perfil de Sterling.
"Metemos el gol en el peor momento nuestro y después del gol estuvimos mejor. Luego, al final nos faltó concentración. Al final, son errores. Pero no creo que hubiera que meter más cambios. El rival es muy bueno y han tenido sus oportunidades", señaló Zidane. El técnico del Madrid explicó la no titularidad de Toni Kroos: "Es un jugador importantísimo pero la opción de este partido era esta. Cuando digo que es técnica no es nada contra Kroos, que lo está haciendo bien. Tengo jugadores y elegí".
"Se dirá que el planteamiento ha funcionado porque hemos ganado, sino se diría que es imposible jugar sin '9'. Estamos contentos porque, más allá de los dos goles, con el 0-0 hemos tenido muchas ocasiones y ellos sólo han tenido la de Benzema. Cuando se ganan, todo son flores y que inteligentes son los entrenadores que ganan. Y es lo contrario cuando se pierde", señaló Guardiola. A pesar del buen resultado, el entrenador del City se cuidó de expresar demasiado optimismo: "Si hay un equipo que puede dar la vuelta a cualquier cosa es el Real Madrid".