Marcelo Bielsa
Leeds United, 2018-Presente
El Perfil:
En el verano de 2018, el Leeds United recurrió a la emblemática figura de Marcelo Bielsa para reemplazar a Paul Heckinbottom en el banco y buscar poner fin a lo que, para entonces, eran ya 14 años de ausencia del histórico club inglés en la Premier League. Su nombramiento lo convirtió en el undécimo entrenador del equipo desde 2012.
El argentino, también conocido como "El Loco", lideró a su país en el Mundial de 2002 (abajo) y 12 años más tarde llevó a la selección de Chile a Sudáfrica 2010, alcanzando los octavos de final.
Anteriormente, había dirigido clubes en Argentina (Newell’s y Vélez), España (Espanyol), Francia (Lille, Olympique de Marsella) y México (Atlas y Club América). Otros de sus logros incluyen el oro olímpico con Argentina en 2004 y la destacada campaña del Athletic Bilbao disputando la final de la Europa League en 2013.
Bielsa sigue siendo considerado como un innovador táctico de referencia, hasta el punto de que Pep Guardiola, Mauricio Pochettino y Diego Simeone le den crédito por tener una importante influencia en sus respectivas carreras.
"Mi admiración por Marcelo Bielsa es enorme", dijo Guardiola, quien observó sus métodos en 2006, antes de convertirse en el entrenador del Barcelona. "Hace que los jugadores sean mucho mejores y me ayudó con sus consejos".
Estilo de juego:
El intercambio de posiciones desde un medio del campo con 3 jugadores - cuando ataca con alto ritmo de juego sobre un 4-3-3 - es una característica regular en los equipos de Bielsa.
Ante esa propuesta, muchos oponentes intentan defenderse de manera conservadora, desarrollándose en un bloque medio o bajo. De manera similar a lo que planteó en el Athletic de Bilbao, los movimientos ensayados que Bielsa fomenta priorizan la creación de pasillos de pases en profundidad en ataque.
Esos movimientos invitan a los jugadores a recibir el balón en el lado débil de sus rivales directos –algo común para los delanteros, pero no para los mediocampistas centrales en la Championship -. Pero si se complicar combinar hacia adelante, el balón circulará entre los defensas y el pivote en mediocampo hasta que aparezca la oportunidad adecuada de avanzar. Los defensores centrales también llegan ocasionalmente al mediocampo (abajo), en un intento de atraer un oponente y liberar a un compañero.
Asimismo, los interiores se moverán en zonas más retrasadas, en particular contra los rivales que emplean una marca individual sobre el pivote. Un mecanismo que también se aplica en zonas centrales más avanzadas, donde los jugadores de banda se desplazan arriba para superar a un equipo contrario que juega con un solo pivote o un doble pivote en el mediocampo.
Otra característica de los equipos de Bielsa es el uso de un jugador más en banda (abajo) - algo que se hizo común en su etapa en el Athletic - contra los equipos que se defienden en una estructura estrecha. Si la prioridad sigue siendo penetrar en mitad de campo y seguir realizando movimientos sutiles alejándose del portador del balón, se realiza una nueva carrera desde una posición amplia y lejos de la defensa contraria para favorecer ese proceso.
Los equipos basados en juego de posesión favorecen regularmente las carreras en el territorio central, pero los conjuntos dirigidos por Bielsa ofrecen una opción más desde un lateral superpuesto, adoptando temporalmente un dibujo en 3-3-1-3.
Con los extremos penetrando por dentro, se crean espacios para que los laterales avancen. En esta misma situación de ataque, el pivote en mediocampo -en el Leeds, a menudo es Kalvin Phillips- se incustra entre los dos centrales, mientras que los dos interiores y los dos extremos intercambian sus posición para ofrecer opciones de pase por delante de la defensa. La preferencia de Bielsa por generar múltiples opciones de pase -tan avanzadas como sea posible y entre las líneas- se complementa con la superposición de los laterales, lo que obliga a los oponentes a aplicar una presión más cerrada.
Es la sincronización de esos patrones de ataque orquestados, quizás más allá de cualquier otra cosa, lo que demuestra la influencia de los métodos de entrenamiento de Bielsa y su comprensión del juego. El Manchester City de Guardiola es conocido por ofrecer movimientos similares, particularmente cuando intenta crear combinaciones en áreas amplias y contra un bloque bajo.
Incluso una vez que se ha avanzado más allá de mediocampo, los defensas pueden mantener una posición adelantada; los dos extremos se unen al delantero y los dos mediocampistas centrales ofensivos en esas zonas hacen que los jugadores de ataque desde banda tengan varios opciones de pase. El delantero, en particular, puede seguir en una posición adelantada debido a los cuatro jugadores que giran a su alrededor.
Es en ese momento cuando se exige que el delantero se retire de su posición para asociarse o recibir la posesión en los pasillos interiores -ofreciendo una opción más dentro del intercambio de posiciones para superar un bloque bajo-. En el Leeds, Pablo Hernández, Mateusz Klich, Jack Harrison y Hélder Costa proporcionan carreras en los pasillos interiores alrededor de Patrick Bamford, contribuyendo a aumentar las opciones en ataque (abajo).
Ezgjan Alioski, Luke Ayling y Stuart Dallas también han hecho contribuciones similares después de atacar desde posiciones más amplias. La realidad, sin embargo, sigue siendo que esa preferencia por tener varios jugadores posicionados por delante para finalizar un ataque, en lugar del método más tradicional de confiar en un potente goleador para hacerlo, puede estar costándole anotar más goles al Leeds.
Presión y defensa:
Bielsa prefiere que su equipo defienda y presione alto, con el objetivo de recuperar la posesión en estas instancias en lugar de intentar retrasar a los oponentes mediante una presión más rutinaria. Para que esto tenga éxito, también exige un condición física especialmente alta que, en el transcurso de una temporada, es difícil de mantener.
En fase defensiva, el Leeds suele estructurarse sobre un 4-1-4-1 que pasa cómodamente al 4-3-3. En este dibujo, los jugadores están preparados para proporcionan una cobertura contra los rivales que optan por un juego directo. Bielsa, además, destaca por organizar a sus equipos sobre una defensa de 3 jugadores que también les anima a aplicar una presión alta. Si se pierde la posesión en ataque, la mitad de los jugadores desplegados en ataque pueden ejercer contra-presión en lugar replegar.
Quizás el sello distintivo de la gestión de Bielsa es la intensidad del Leeds en la presión, similar a la aplicada con el Athletic o la selección de Chile. Destaca especialmente el compromiso de sus jugadores, su voluntad de recuperar la posesión y de adoptar una posición que contribuya a bloquear el contraataque del adversario.
La intensidad por sí sola rara vez tendrá éxito, especialmente contra rivales más completos. De este modo, la inteligencia para bloquear las carriles de pase mientras se presiona también es esencial, y a menudo puede implicar la preparación de una trampa que lleve a interceptar el balón.