Neymar
París Saint-Germain, 2017-Presente
El Perfil:
El fichaje de Neymar por el París Saint-Germain probablemente nunca ha parecido tan costoso para el Barcelona como ahora, a pesar de la cifra récord de 222 millones de euros que dejó en las arcas culés. El bajón de Luis Suárez, junto a la incapacidad de Antoine Griezmann, Ousmane Dembélé y Philippe Coutinho para sustituirle, han dejado a Leo Messi particularmente frustrado, e incluso puede haber provocado una revisión necesaria de la plantilla.
Mientras que el trío formado por Messi, Suárez y Neymar supuso en su momento el ataque más letal del mundo, el formado por Neymar, Kylian Mbappé y Ángel Di María o Mauro Icardi, parece haberle sucedido, con el brasileño en su mejor momento. "Neymar es uno de los mejores jugadores del mundo y me encantaría que volviera", dijo Messi en su momento. "Es una persona muy feliz que siempre está sonriendo y disfruta dentro y fuera de la cancha. Daba a todos los compañeros un impulso", afirmó el argentino.
Análisis táctico:
Neymar es un atacante especialmente versátil que brilla tanto por el pasillo izquierdo como por el centro. Si prefiere comenzar sus incursiones como delantero desde la banda izquierda, constantemente se mete hacia adentro para recibir al pie. Su explosividad y hábiles cambios de dirección hacen que sea difícil rastrearlo antes de recibir el balón, logrando muchas veces ubicarse lejos de su marcador y de su posición inicial. Ya en posesión del esférico agrega más variedad con su capacidad para detenerse y arrancar de nuevo con sus primeros toques.
Esas habilidades le permiten hacer constantes regates y largas conducciones con el balón (abajo). Si se agrega su facilidad para cambiar de dirección y la posibilidad de usar los dos pies, anticipar sus movimientos es algo que cuesta mucho a los rivales y, por lo tanto, defenderse de sus avances.
Por otra parte, también se muestra dispuesto a retrasarse al centro del campo para ayudar a sus compañeros de equipo a avanzar por delante de la línea de mediocampo rival, y a incursionar por dentro como segundo delantero por delante del mediocampo.
Al estar en esas posiciones centrales, pasa a dirigir el juego más que volverse una amenaza directa para el arco contrario. Su notable equilibrio y control le permiten driblar con éxito desde allí – quizás más efectivamente que cualquier rival – atrayendo a los defensas contrarios para sacarlos de sus posiciones, o enviando pases tempranos, con gran precisión, a sus compañeros más adelantados, especialmente hacia el canal interior derecho.
Y si está en el último tercio, Neymar es uno de los mejores finalizadores del mundo, luciéndose cuando ataca hacia la izquierda del área penal. Cuando la ofensiva se desarrolla desde la derecha, el brasileño tiene la capacidad de medir los tiempos para calcular correctamente sus incursiones hacia el segundo poste (abajo).
Ya con el balón puede disparar a través de áreas congestionadas tan efectivamente como lo hace cuando se queda solo frente al portero o desde el punto penal. Quizás la única forma en que debilita su potencial es cuando los rivales responden rodeándolo con defensores y, aun así, él intenta detenerse para arrancar de nuevo. Al hacerlo, puede perder la posesión ante los rivales que lo acosan.
Rol en el París Saint-Germain:
Al igual que con el Barcelona, donde se mostró tan efectivo al lado de Suárez y Lionel Messi, durante su etapa en París Neymar se ha desempeñado con más frecuencia en el lado izquierdo del ataque del PSG. Su primer entrenador allí, Unai Emery, prefería una formación 4-3-3. Thomas Tuchel ha experimentado con otros dibujos más allá del 4-3-3. De forma más consistente un 4-4-2 que se convierte en un 4-2-2-2.
La amplitud en esos sistemas es proporcionada por el avance de los laterales, lo que significa que Neymar y Di María – quienes más frecuentemente arrancan hacia la derecha – se combinan con los dos mediocampistas centrales que están por detrás para formar un cuadrado en el mediocampo (abajo). Por detrás de los movimientos en profundidad de los dos puntas, Mbappé e Icardi, alrededor de los defensas centrales, Neymar proporciona un enlace crucial al deslizar balones por delante de esos defensores o seguir llevando el balón hacia adelante, antes de soltarlo con un pase adelantado o cruzado.
Si, por otra parte, el PSG está atacando con tres delanteros – o Tuchel los ha organizado en una defensa de tres – Neymar se retrasa desde su posición en la izquierda para operar casi como un mediapunta, detrás de los dos puntas y con el atacante derecho desplazándose hacia una posición más alta y ancha. Con una defensa de tres la posición central de Neymar es más permanente y la amplitud la proporcionan los carrileros, haciendo que el brasileño sea el nexo más importante entre el mediocampo y el ataque, encargándose más de ser un jugador creativo que de finalizar la jugada.
Neymar y sus compañeros atacan ayudados por la libertad otorgada muchas veces por el doble pivote que opera detrás de ellos en la base del mediocampo para cubrir tanto sus ataques como las contribuciones ofensivas de los laterales por banda. Después de una recuperación de balón, Neymar suele ser el objetivo durante las transiciones o con el rango de pases requerido muchas veces para avanzar por delante de congestionados bloques defensivos.
Aun así, la inteligencia de su movimiento – y las de sus compañeros - sigue siendo una invitación para que el brasileño constituya una amenaza frente al arco. Cuando ellos atrasan su posición, muchas veces Neymar ofrece carreras en profundidad a la espalda de los defensores rivales y hacia el espacio entre los dos compañeros más adelantados. Es Icardi quien, con más frecuencia, intenta servir de enlace, pero el argentino es tan capaz de seguir más adelantado como Mbappé lo es de desplazarse a una posición más retrasada. De esta manera, el PSG cuenta con una impresionante flexibilidad y capacidad de definición entre sus tres atacantes.
Redacción: Héctor Riazuelo