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Cuestión de ADN

Cuestión de ADN
Fotografía: Raviv Cohen
Redacción
Héctor García
Publicado el
noviembre 7 2021

XAVI HERNÁNDEZ

Barcelona, 2021-2024

Siempre recuerdo una frase que me dijo Johan Cruyff, con quien tuve la suerte de tener mucha relación en sus últimos años de vida.

“Mira Xavi, lo más cercano a ser futbolista es entrenar".

Y tiré por ahí.

Me picó el gusanillo del tema táctico y comencé a hacer el curso de entrenador. Ya tenía muchas cosas aprendidas de diferentes entrenadores, tanto de mi etapa en el fútbol base del Barcelona como a nivel profesional.

De alguna manera he ido ordenando mis ideas y eso me lleva a poder decir que ahora tengo mi propio modelo de juego, el cual intento aportarlo y convencer a los futbolistas de que por ese camino se puede jugar bien y conseguir éxitos.

Un logro que el propio Cruyff consiguió con gran éxito en el Barcelona. También lo hicieron tres de los importantes entrenadores que tuve en mi etapa como jugador en el club.

Johan Cruyff instauró en el Barcelona una filosofía de juego seguida por Xavi Hernández. Anton Want/ALLSPORT

Frank Rijkaard llegó en una etapa en la que empezó a cambiar todo en el club. Joan Laporta ganó las elecciones a la presidencia en el verano de 2003 y lo eligió a él como entrenador.

De Frank destacaría muchas virtudes, pero hay una que para mí está por encima de todas: su calidad humana. Podías sentir que es una persona muy cercana emocionalmente, comparable a lo que era Vicente del Bosque en la selección española.

"un vestuario de un equipo grande no es nada fácil de manejar, y fraNk supo llevarlo a la perfección"

Eso que los jugadores definimos como un ‘tío de consenso’.

Sin embargo, no quita que Frank también fuera muy directo y exigente a la vez, pero siempre un tío muy cabal. Llevaba bien a los jugadores y, al final, el hecho de ver que tu entrenador es una buena persona, te hace piña, fortalece al grupo.

El Barcelona no ganaba un título desde 1999, dinámica que cambió con la llegada de Frank Rijkaard. De 2003 a 2008, el equipo azulgrana ganó 2 Ligas, 2 Supercopas de España y una Champions League, en 2006. Clive Mason/Getty Images

Los primeros meses para él no fueron fáciles. El equipo no conseguía los resultados que se esperaban y había dudas sobre su figura como entrenador del Barcelona. Incluso desde fuera se hablaba de que podía salir en cualquier momento si la situación no mejoraba.

El equipo, a pesar de eso, como te decía era un grupo muy unido. También con el entrenador.

“Vamos a darlo todo. Primero por el bien del propio equipo, pero además por Rijkaard. Queremos que siga con nosotros”. Coincidíamos dentro del vestuario.

Frank supo manejar un grupo de grandes jugadores. Ronaldinho, Deco, Samuel Eto’o Rafa Marquéz se fueron incorporando a un equipo donde ya estaban futbolistas como Víctor Valdés o Carles Puyol. En definitiva, el vestuario de un equipo grande es algo que no es nada fácil de manejar, y él lo supo llevar a la perfección con toda naturalidad.

Ronaldinho fue el jugador franquicia del Barcelona de Frank Rijkaard. Jasper Juinen/Getty Images

Pep Guardiola llegó también en un momento también complejo, porque los dos años anteriores no habíamos ganado títulos importantes. Y eso en un equipo como el Barcelona siempre es malo.

Yo conocía a Pep de su etapa de jugador. Había sido compañero suyo varias temporadas. Pero sin hablar nada con él aún todavía como entrenador, yo ya tenía la sensación de que las cosas irían bien.

Ese feeling de que el club había acertado al fichar a Pep.

"no imagino el equipo sin ti", quedé convencido de lo que me dijo pep al cien por cien"

Una persona exigente consigo misma, con los demás, y, sobre todo, muy obsesivo en el trabajo. No se le escapa ningún detalle.

Ya era así como jugador, así que como entrenador me imaginaba que iba a ser igual, acompañado también de su personalidad para transmitir cosas.

Pep Guardiola, icono del Barcelona en su etapa de jugador, llevó al club a ganar seis títulos en 2009. Un hito solo igualado por el Bayern Múnich en 2021. Jasper Juinen/Getty Images

La primera conversación que tuve con el Pep entrenador fue en pretemporada. Nos hizo volver antes a los jugadores que habíamos estado en la Eurocopa que ganamos con España en 2008. Tuvimos menos vacaciones, pero quería tener a todo el grupo junto desde el principio para trabajar tranquilamente con nosotros.

Yo en aquel entonces dudaba de mi continuidad en el Barcelona, porque meses atrás me habían llegado rumores de que Txiki Begiristain -entonces director deportivo del equipo-, no me quería en el equipo. Buscaba una venta.

Yo, mientras tanto, llegué a la pretemporada después de una Eurocopa fantástica, donde quedé como el mejor jugador de la competición.

Xavi Hernández fue un jugador clave en la selección española de Luis Aragonés, entrenador con el que guardó una estrecha relación. Clive Rose/Getty Images

En esa primera conversación con Pep le pregunté que cómo me veía en el equipo. Si me iba a dar importancia o no.

Su respuesta fue muy directa y muy personal: “No imagino el equipo sin ti”.

Asunto zanjado para mí. Desde ahí mi cabeza se centró en el Barça. Nunca he querido cambiar de aires estando en el Barcelona, pero menos todavía después de esas palabras de Pep.

"tenía la sensación de que el equipo iba a hacer cosas importantes"

Quedé convencido al cien por cien. Como Pep lo estaba de los cambios que hizo en el equipo. Su bagaje en el club como jugador le daba un importante peso para hacerlo, pero también tenía el bagaje de ser entrenador del Barça B los años anteriores.

No obstante, fue una sorpresa para nosotros ver como subió del filial a Pedro y a Sergio Busquets, jugadores que no habían tocado Primera División. Pero Pep ya conocía a la gente que podía rendir, y no tuvo dudas en darles acceso al primer equipo.

Pedro y Sergio Busquets fueron los canteranos más destacados del Barcelona de Pep Guardiola. Ángel Martínez/Getty Images

Enseguida entendimos el porqué.

Hablando de Busquets, vimos su talento, su actuación en un rondo, la manera de conservar el balón, cómo levanta la cabeza…De Pedro también como atacaba el espacio, el momento del timing de venir a recibir, ir al apoyo. El caso es que eran jugadores, como también otros que subieron después, que venían aprendidos de su etapa anterior con Pep.

Aunque perdimos en el campo del Numancia en la primera jornada y luego empatamos en casa con el Racing de Santander, yo tenía la sensación de que ese equipo iba hacer cosas importantes.

"el momento más especial con pep fue la final de la champions contra el united en roma"

Era así por cómo entrenábamos, la exigencia de Pep y el modelo de juego. Me hacía presagiar un Barcelona espectacular.

Lo que nunca llegué a imaginar fue alcanzar el nivel de los seis títulos en el primer año y todos los que llegaron después. Está también, y si cabe más importante, cómo se consiguieron. Jugamos con una brillantez absoluta.

Lionel Messi marcó el segundo y definitivo tanto ante el Manchester United en la final de Roma en 2009, con un gol icónico en la historia del Barcelona. Jasper Juinen/Getty Images

De todos esos grandes momentos que vivimos, para mí el más especial es la final de la Champions League que ganamos 2-0 contra el Manchester United en Roma, en 2009. Nos enfrentamos a un United con grandes futbolistas, destacando entre ellos Cristiano Ronaldo.

El propio Cristiano nos generó problemas en los primeros minutos, pero a partir de ahí, después de hilvanar una serie de pases por primera vez, fuimos muy superiores en todo momento.

Disfrutábamos sobre el campo.

También lo hicimos con Luis Enrique.

Xavi Hernández jugó un total de 44 partidos en su última temporada, 2014/15, con el Barcelona, dirigido por Luis Enrique. Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images

Antes de empezar la temporada, yo ya tenía decidido irme del Barcelona. Así se lo comuniqué al presidente, Josep María Bartomeu, y al entonces director deportivo, Andoni Zubizarreta. También a Luis.

Poco después quedamos en una reunión en su oficina para explicarle que iba a estar en el equipo hasta diciembre de 2014 y después me iba al New York City, club con el que tenía hecho un acuerdo.

"se juntaron todos los astros para que pudiera despedirme del barcelona levantando todos los títulos" 

Así podía jugar hasta esa fecha y después poder despedirme de la afición. Pero en esa reunión, Luis me pidió que me quedara toda la temporada.

Sus palabras me convencieron de hacerlo. Me dijo que todos partíamos de cero, pero también que no iba a jugar todos los partidos. Luis fue muy claro y directo conmigo, pero, sobre todo, honrado diciéndome toda la verdad.

Xavi Hernández completó un palmarés espectacular como jugador del Barcelona: 8 campeonatos de Liga, 4 Champions League, 2 Mundiales de Clubes, 2 Supercopas de Europa, 4. Copas del Rey y 5 Supercopas de España. Paul Gilham/Getty Images

Después de esa reunión, tenía la misma sensación de cuando firmaron a Guardiola. “Esto va a ir bien”, le comenté a mi gente.

Al final terminó siendo un año increíble en el que se juntaron todos los astros para que me pudiera despedir increíblemente bien de la afición, levantando todos los títulos posibles como capitán: La Liga, la Copa del Rey y la Champions League en Berlín.

Yo ya no era tan importante para el equipo dentro del terreno de juego como podría serlo con Frank o Pep, pero lo seguía siendo fuera y dentro del vestuario.

Me sentí muy participe de todos los éxitos en ese triplete.

De 1995 a 2015. Xavi Hernández disputo un total de 767 partidos con el Barcelona. La afición le rindió un gran homenaje en su último encuentro en el Camp Nou. David Ramos/Getty Images

Con todas esas experiencias acumuladas en el Barcelona llegué al Al Sadd para finalizar mi etapa como jugador. Un último paso que me hizo adaptarme a situaciones nuevas para mí. Una nueva competición y nuevos compañeros.

También a dar el paso como entrenador.

"johan tenía razón: lo más cercano a ser futbolista es entrenar"

Yo creo que el Al Sadd ha sido el lugar idóneo para mí para empezar. He aprendido, probado y acumulado muchísima experiencia.

Agradezco al club que confiara en un entrenador que empezaba de cero, y en un club grande como es el Al Sadd en Qatar.

Raviv Cohen

Algo que no siempre es fácil.

Este tiempo me ha servido para darme cuenta de que Johan tenía razón: es verdad que lo más cercano a ser futbolista es esto.

Me gusta y me divierte.

Al final, está en mi ADN.