Más de treinta años después, el Napoli vuelve a ser campeón del Scudetto. La última vez que el equipo del sur de Italia conquistó el campeonato doméstico fue en 1990, liderado por Diego Armando Maradona. Desde entonces, fueron varios los intentos por volver a ganarlo, sobre todo en las últimas temporadas. Sin embargo, el Napoli siempre acababa sucumbiendo antes los grandes equipos del norte: Juventus, AC Milan o Inter de Milán. Eso no ha ocurrido en la 2022/23, temporada en la que el equipo de Luciano Spalletti ha mantenido un alto nivel desde el principio hasta conseguir el título de la Serie A.
Los números del nuevo campeón de Italia son apabullantes: 80 puntos en 33 jornadas. Cifras que llegan después de que Spalletti, en su segunda temporada en el club, haya reforzado la solidez mostrada la primera campaña y sumado múltiples alternativas ofensivas que han hecho del Napoli un equipo difícilmente controlable por sus rivales.
En The Coaches’ Voice analizamos algunas de los principales cambios introducidos por Spalletti para conformar un equipo histórico.
Consolidar posiciones claves
La gran cantidad de partidos y el alto ritmo de juego que demanda Spalletti en sus equipos no permiten hablar de un once titular definido en el Napoli, pero el técnico italiano sí mantiene una base principal de seis futbolistas: el portero Alex Meret; los centrales Amir Rrahmani y Min-Jae Kim; y los tres del medio, Stanislav Lobotka, Frank Anguissa y Piotr Zielinski. A ellos se unen dos jugadores también con muchos minutos: los laterales Mário Rui y Giovanni Di Lorenzo.
La continuidad en futbolistas que se conocen a la perfección y que están rindiendo a un nivel altísimo, es clave para la regularidad en los resultados del Napoli. También, sin duda, reforzado con el nivel que aportan los jugadores no habituales. Cada vez que Spalletti les da entrada, permite la recuperación de los que más minutos acumulan.
Esta gestión del equipo contrasta con la de la campaña 2021/22, donde Spalletti no logró encontrar una estructura clara en ciertas líneas. Sobre todo en el mediocampo, sin un trío definido. Algo condicionado por la influencia de Fabián Ruiz (ahora en el PSG), quien prácticamente fue indiscutible, pero al que el técnico no pudo encontrar la estructura ideal de acompañantes.
El caso es que la rotación de futbolistas que jugaron alrededor de Fabián en la zona intermedia fue mucho mayor. Esto impedía que se asentaran claramente los tres jugadores sobre los que apoyarse en la creación de juego. Una línea importante en los momentos con balón, pero también para la presión en campo rival y el equilibrio con la línea defensiva.
Esta temporada 2022/23, el equilibrio (abajo) en la zona intermedia está marcada generalmente por la disposición de 2+1 (Anguissa y Lobotka en la base y Zielinski por delante) o 1+2 (Lobotka en la base con Anguissa y Zielinski por delante).
Visto lo visto hasta el momento, parece sentarle mejor al equipo de Spalletti la continuidad de los jugadores en el mediocampo que los cambios constantes.
Importancia de la presión
Agresivo con balón, el Napoli también lo es sin él, optando por mantener al rival lo más lejos que sea posible de su portería. Una idea en la que suma la intención de recuperar la posesión lo más rápido posible.
Para conseguir ese objetivo, el equipo de Spalletti realiza una presión intensa en todo el campo, incluso desde el saque del portero rival. Esto requiere que uno de los tres medios, Zielinski habitualmente, se coloque al lado del punta para presionar a los centrales y al arquero (abajo).
Los jugadores de banda, por su parte, quedan en una segunda línea de presión junto a los otros dos mediocentros, normalmente Lobotka y Anguissa. Ellos tendrán un recorrido amplísimo para cubrir tres zonas en la presión: hacia adelante para defender la espalda del delantero, hacia atrás para llegar a balones largos cerca de los centrales y a los lados para hacer coberturas a los jugadores de banda. Para lograr un equilibrio en la línea defensiva, el lateral de la zona de balón se adelanta y el del lado opuesto bascula a la línea de centrales (abajo).
Con todos estos movimientos señalados sin balón, el Napoli, desde el primer minuto de cada partido, presiona hacia delante en los tres tercios de campo para robar o generar esa pérdida de balón de rival.
Velocidad y progresión en el juego de ataque desde los duelos en banda
El Napoli es el equipo de Serie A que más pases da en el último tercio de campo (941 en las 23 jornadas). Esto es consecuencia de su presión con constantes recuperaciones en el tercio de inicio rival y en su verticalidad tras robo.
Dentro de un planteamiento con balón donde la búsqueda de los jugadores de banda para atacar las espaldas de los laterales rivales es determinante, dos jugadores asumen protagonismo e importancia: Khvicha Kvaratskhelia y Victor Osimhen. Ambos son protagonistas en el alto rendimiento ofensivo del equipo. Hasta el momento, el extremo georgiano es el máximo asistente de la Serie A, con 11 pases de gol. Osimhen es el máximo goleador del campeonato, con 18 tantos.
Se trata de dos jugadores también puntales dentro del habitual 4-3-3 en ataque de Spalletti. Bajo esta disposición, Kvaratskhelia es prácticamente un punto escorado a la izquierda. Cuando el equipo tiene balón en campo contrario, el georgiano amenaza la espalda de su lateral con desmarques hacia adentro y en ruptura (abajo). Por otro lado, sus movimientos son variados. En el caso de recibir, no duda en encarar a su marcador para centrar o tirar con su diestra. Mientras, si el balón está en el lado opuesto, llega al remate a zonas de segundo palo.
Osimhen es el encargado de ocupar las zonas precisas de remate y rechace para finalizar cada progresión de su equipo. Asimismo, el punta nigeriano es responsable de iniciar la presión de la que luego se verá beneficiado cuando se recupere el balón.
Protección ante el balón parado rival y aprovechamiento del propio
El Napoli de Spalletti es uno de los equipos más destacados en Europa en cuanto a las acciones a balón parado, tanto ofensivas como defensivas.
En ataque, su organización le ha llevado a conseguir 12 goles (en todas las competiciones) en 187 lanzamientos de esquina. Números interesantes, ya que se traduce en casi un gol por cada 15 córners. Muy por encima de la media de rendimiento en esta faceta del juego.
En los lanzamientos de esquina, si bien se destaca el posicionamiento fuera del área para entrar en carrera, lo más significativo es que, independientemente del punto de salida, los jugadores se dan espacio para anticiparse en carrera a su defensor en las zonas de remate. Una pequeña ventaja que es crucial (abajo).
Al margen de esa opción, el Napoli también suma la posibilidad de sacar en corto donde puede llevar a dos jugadores al saque de esquina o salir a recibir desde dentro. Algo que amplía la variedad y la sorpresa ante el rival.
Mientras, en tiros libres a favor, el planteamiento es diferente, ya que los jugadores no toman tanta carrera para atacar el balón. Aquí el equipo de Spalletti opta generalmente por atacar con cinco jugadores prácticamente pegados a la línea defensiva rival.
En la organización defensiva zonal de córners y tiros libres, el técnico italiano demanda a sus once jugadores que se impliquen en estas acciones. Así, en el saque de esquina rival, el Napoli sitúa una zona en el área pequeña de cinco jugadores que protegen los balones cortos y permiten al portero libertad de movimientos al tener una barrera por delante. Esto le facilita menos espacio por defender y menos necesidad de anticipación.
Para generar esa estructura por delante del arquero, tres jugadores defienden el punto de penalti bloqueando la carrera de los atacantes rivales en dirección al área pequeña, con dos jugadores atentos al saque corto o al rechace (abajo).
Con esta disposición defensiva en acciones a balón parado, el Napoli solo ha recibido 2 goles en 175 lanzamientos de esquina (datos de todas las competiciones). Sin embargo, en ocasiones, una protección excesiva para el primer palo, saque corto y punto de penalti, deja algo desguarnecido el segundo palo. Sobre todo tras un primer contacto. Es aquí, en la zona del segundo palo, y en segunda jugada en ambas ocasiones, donde el Napoli ha recibido solo dos únicos goles esta temporada.
Mientras, en los tiros libres en contra, el equipo tiene la particularidad de situar su línea defensiva a la altura del punto de penalti. Son pocas las ocasiones en las que defiende con dos líneas de cuatro jugadores. La cercanía de la defensa a la portería reduce al oponente el espacio de golpeo y permite al portero poder salir a los balones a la espalda sin tener que abarcar tanta área. Una estrategia que protege al equipo (abajo).
Raspadori y Simeone, más alternativas en ataque
A diferencia de la 2021/22, el Napoli es un equipo más coral en su ofensiva. Es algo que ha llegado con el empoderamiento de Spalletti de dos de sus atacantes: Giacomo Raspadori y Giovanni Simeone. Dos jugadores que bien pueden dar relevo a Osimeh o ser titulares. Asimismo, Raspadori y Simeone y permiten al equipo contar con más opciones ofensivas, algo que no ocurrió la temporada 2021/22.
Raspadori tiene un instinto de goleador de máximo nivel dentro del área. Cuando recibe en el entorno del área, busca rápidamente línea de golpeo. Su habilidad para el manejo de ambas piernas le permite usarlas indistintamente para acomodarse el balón y para golpear. Es un jugador siempre con la portería rival en la cabeza, lo que le hace ser vertical y directo tras robo. En todo momento muestra la intención de encarar hacia los metros finales o busca recibir en zona de remate (abajo).
Simeone es un atacante de un alto valor para los partidos abiertos. Su capacidad para correr al espacio le permite aprovechar los momentos en los que el rival se rompen con desventaja en el marcador (abajo). Ahí, tanto para finalizar (tiene golpeo preciso y remate de cabeza) como para dar el último pase, posee una habilidad fina en el manejo de esas situaciones.
En la presión, tan importante para el Napoli, Simeone es un gran primer defensor que ante balones divididos y rival de espaldas permite al bloque empujar al rival a su campo.
En definitiva, Spalletti, al contrario de la temporada 2021/22, cuenta con dos delanteros que se manejan con ambas piernas, con un gran trabajo sin balón y capacidad goleadora. Virtudes que permiten al Napoli no depender exclusivamente de Osimhen en ataque.
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