JOSÉ BORDALÁS
Getafe, 2016-2021; Valencia, 2021/22
Tuve muchas dudas de firmar con el Getafe. De hecho, estuve a punto de rechazar la oferta.
El equipo había descendido el año anterior de Primera, y esa temporada (2016/17), la arrancó con dificultades en Segunda. Ocupaba los últimos puestos en la tabla de clasificación cuando me llamaron.
Recuerdo que muchos compañeros y amigos que habían visto al Getafe jugar esas primeras jornadas, me lo desaconsejaron. Lo veían no muy bien confeccionado y con malas sensaciones.
Sin embargo, al final acepté consciente del riesgo que asumía. Y la temporada resultó increíble.
Cambiamos la cara a un equipo ya comenzada la temporada, algo que no es nada fácil, para llegar al final del campeonato a puestos de play-off. El ascenso lo conseguimos después de eliminar al Huesca y el Tenerife.
En la temporada siguiente por fin pude entrenar en Primera División. Era la primera vez en mi carrera que lo hacía. Había logrado el ascenso a Primera también con el Deportivo Alavés en la 2015/16. Sin embargo, no entrené en Primera al Alavés. ¿Por qué? Los problemas económicos por los que atravesaba el equipo en ese momento trajeron cambios en la dirección del club, y ellos decidieron que iban a apostar por otro entrenador.
"muchos compañeros y amigos que habían visto al Getafe jugar esas primeras jornadas, me lo desaconsejaron"
La verdad que fue un golpe inesperado, porque yo tenía contrato con el club después del ascenso, pero no guardo ningún rencor por eso.
El debut en Primera División con el Getafe fue en el campo del Athletic Club, en ‘La Catedral’. Conseguimos un meritorio empate a cero. Pero tengo que decir que hubo un gol, que, de haber existido el VAR, hubiera sido legal, porque traspasó la línea de meta por mucho.
Aun así, fue un primer partido de Liga increíble, que confirmó que el proceso que tuvo el equipo no sólo sirvió para el ascenso, sino que también construyó la identidad que tuvimos en Primera.
Mantuvimos muchos de los jugadores que teníamos, algunos de ellos con experiencia en la máxima categoría. Jorge Molina, Juan Cala o Damián Suárez. También se incorporaron jugadores en los que confiábamos iban a dar buen rendimiento, como Djené Dakoman, Ángel Rodríguez —a quien yo conocía de antes— o Leandro Cabrera.
Con todo eso, conseguimos construir un equipo ambicioso, que fue creciendo temporada tras temporada hasta ser capaces de pelear por puestos europeos, e incluso de Champions League.
En la 2019/20 jugamos la Europa League.
Yo tenía una cosa en la cabeza, y era que esa competición debía ser un premio colectivo al trabajo que el equipo había hecho el año anterior. De alguna manera, me vi moralmente obligado a darle protagonismo a jugadores que habían participado de ese éxito. Por eso, la fase de grupos la jugaron futbolistas menos habituales, pero que yo entendía que Europa era una ilusión para ellos.
"en el getafe construimos un equipo ambicioso que fue creciendo temporada tras temporada"
Es cierto que eso nos costó algunas derrotas, pero logramos clasificarnos como segundos de grupos.
En el cruce de dieciseisavos de final nos tocó el Ajax, uno de los favoritos, un equipo que el año anterior había llegado hasta las semifinales de la Champions League, después de eliminar, entre otros, al Real Madrid, con la goleada (1-4) en el Santiago Bernabéu.
Hicimos un partido de ida fantástico en casa. Los neutralizamos en todo momento y ganamos 2-0. En Ámsterdam firmamos también una brillante actuación a pesar de perder 2-1. El equipo hizo un partido sensacional, con ocasiones para haber incrementado el marcador. Fuimos justos triunfadores de esa eliminatoria.
No sé hasta dónde podríamos haber llegado en la Europa League de no ser por el COVID, pero lo que sí es cierto es que nos hizo mucho daño.
""Como no tengas buenos jugadores, olvídate. Nunca serás un gran entrenador", me dijo Johan, quien siempre fue un referente para mí"
Al equipo le costó competir al mismo nivel que tenía antes en la Liga. También pasó en el partido único ante el Inter de Milán en la Europa League.
Tuvimos la oportunidad en nuestras manos en los octavos de final, pero desafortunadamente Jorge Molina no pudo marcar de penalti. Un gol que nos habría dado el empate, justo poco antes del segundo tanto del Inter.
El impacto del COVID también lo sentimos en la siguiente temporada. Muchos jugadores lo sufrieron y les costó mucho recuperar el estado de forma. Eso hizo que nos resintiéramos durante todo mi último año en el Getafe, aunque estuvimos hasta la última jornada con opciones de jugar en Europa nuevamente.
El balance general que hago de mi etapa en el Getafe fue muy positivo. Más de tres años con un alto rendimiento. Como también tuvimos un alto rendimiento con en el Valencia.
"el Valencia también me ha ayudado a crecer como entrenador"
Se me planteó esa posibilidad en el verano de 2021. El Valencia es un club donde yo siempre había tenido la ilusión de dirigir, por ser de la misma comunidad donde yo soy originario, Alicante.
Como ocurrió a mi llegada al Getafe, hubo gente cercana que me desaconsejó firmar por el Valencia por la situación que vivía el club, que se había ido debilitando año tras año. Algo que no fue una excepción conmigo. Una vez que firmé el contrato, surgió esa realidad que me habían comentado: salieron jugadores que a mí en particular me hubiera gustado que hubieran continuado, porque estoy seguro de que nos hubieran ayudado.
Pero, aun así, soy una persona y un entrenador que no rehúyo a los retos y a los compromisos adquiridos. Y al final, arrancamos la temporada en Valencia con ilusión.
El equipo tuvo un comienzo muy bueno, con tres victorias que nos llevaron arriba. Sin embargo, a partir de ahí, fuimos un poco más irregulares. Hubo problemas y lesiones. También la salida de Daniel Wass en el mercado de invierno al Atlético de Madrid. Un jugador importante para nosotros.
"la persona que tiene la capacidad para analizar y ver el fútbol desde una perspectiva natural, sabe que soy un entrenador que me gusta atacar"
Aun con todo eso que trastocó el rendimiento del equipo, solo un penalti errado —en la tanda de penaltis— nos privó de conseguir la Copa del Rey en una final muy disputada ante el Betis que pudimos haber ganando.
En la Liga, el equipo quedó noveno en la clasificación. Una clasificación, no obstante, condicionada por el tramo final. Ahí tuvimos que rotar jugadores, porque nos jugábamos la posibilidad de jugar la final de Copa. Hubo incluso un partido contra el Villarreal que llevamos jugadores del filial y el juvenil, para dar descanso a los futbolistas que nos podían hacer llegar a la final de Copa.
Sinceramente, creo que no se puede hacer más de lo que hicimos en una situación como la que estaba el Valencia.
Me hubiera gustado tener continuidad, pero todo tiene un período. Por otro lado, estoy convencido de que el Valencia también me ha ayudado a crecer como entrenador. La afición me respetó siempre y supo reconocer la labor que hicimos. También los jugadores.
Sobre ellos, los jugadores y el trabajo del entrenador, recuerdo una conversación con Johan Cruyff, cuando yo me iniciaba como técnico.
"me siento satisfecho de cómo entiendo el fútbol"
“Como no tengas buenos jugadores, olvídate. Nunca serás un gran entrenador”, me dijo Johan, quien siempre fue un referente para mí.
Primero como jugador. Desde niño sentía una gran admiración por su manera de jugar. Después como entrenador. Me gustaba su manera de interpretar el fútbol y la osadía en sus planteamientos.
Fueron interesantes sus palabras, porque él entendía que para ser un gran entrenador debías tener grandes jugadores. Y no le faltaba parte de razón, obviamente. Pero, también creo que un entrenador tiene la capacidad de hacer mejor a sus jugadores. Puedes transformar a futbolistas y equipos, digamos que, con ciertas limitaciones, en unos capaces de crecer y llegar a grandes objetivos.
Eso es lo de lo que más orgulloso me siento.
Sobre mi manera de entender el juego, creo que la persona que tiene la capacidad para analizar y ver el fútbol desde una perspectiva natural y sin ningún tipo de interés, sabe que yo soy entrenador que me gusta atacar.
Difícilmente puedes ser defensivo si has sido capaz de jugar gran parte del tiempo en campo rival, ¿no?
En el Getafe llegamos a ser en muchos momentos uno de los equipos que más tiempo jugaba en campo rival. Por encima de otros con un potencial diez o veinte veces superior al nuestro.
Pero no solo es cuestión de números, sino también de una aptitud. Yo nunca he entendido el fútbol como un entrenador que tiene que defender en bloque bajo.
"me hubiera gustado tener continuidad en el valencia"
Eso de meterse todos los jugadores por detrás del balón y esperar que llegue tu oportunidad. Todo lo contrario.
Y ahí están todos los jugadores que he tenido para decirlo. Mi exigencia con ellos siempre ha sido defender lo más lejos posible de nuestra área. Buscar generar situaciones de gol.
También se ha hablado mucho de la intensidad de mis equipos a la hora de defender. Algo que ahora, sin embargo, se ve como una virtud, porque el fútbol ya no se entiende sin intensidad y ritmo.
Realmente, me siento satisfecho de cómo entiendo el fútbol, porque creo que estaba en el camino correcto.
El tiempo y el fútbol me han dado la razón.