Entrevistas Tiempo de lectura: 10 min

Volar más allá de nuestras fronteras

Volar más allá de nuestras fronteras
Redacción
Felipe Rocha
Publicado el
16 de septiembre 2025

Tiago Nunes

Liga Deportiva Universitaria de Quito, 2025-Presente

No basta con saber adónde quieres llegar. También hay que elegir el mejor camino. 

Por mi procedencia, parecía improbable alcanzar el más alto nivel en el fútbol. Rompí la burbuja con mucho esfuerzo y sin hacer caso a quienes decían que era imposible. 

Nací en Santa María, en el extremo sur de Brasil, y tuve una infancia feliz en ese ambiente de ciudad tranquila del interior. Tengo ascendencia alemana y crecí escuchando el idioma alemán en casa. Llevo con orgullo el apellido Retzllaff, herencia materna. 

Pero, como todos los niños brasileños, desde muy temprana edad me enamoré del fútbol. Sin embargo, nunca fui un crack con el balón. Era un central esforzado y pasé por todas las categorías inferiores en mi ciudad. Estuve cerca de jugar profesionalmente. 

Después de iniciar su carrera en equipos modestos de Brasil, Tiago Nunes ingresó en la disciplina más profesional a los mandos del equipo Sub-23 de Athletico Paranaense, en abril de 2017. Fotografía: cortesía de Tiago Nunes

Gracias a la estructura familiar, nunca abandoné los estudios por el fútbol. Y creo que fui más inteligente que la media de los demás jugadores que no alcanzan su sueños. Cuando me di cuenta de que no triunfaría como jugador, seguí otro camino para mantenerme en el fútbol.

Estudié educación física sin imaginar, en ese momento, que me convertiría en entrenador. Al fin y al cabo, a finales de los años 90, los grandes entrenadores eran exjugadores. Por lo tanto, no imaginaba que alguien que solo tuviera formación académica pudiera llegar tan lejos. Así, mi puerta de entrada al fútbol fue la preparación física.

"Rompí la burbuja con mucho esfuerzo y sin hacer caso a quienes decían que era imposible"

Durante nueve años, desempeñé esa función en varios clubes pequeños repartidos por todo Brasil. En esos clubes, el preparador físico es prácticamente un todoterreno: un poco asistente técnico, un poco psicólogo, nutricionista, participa en la logística... Así que me involucré en muchas áreas que giran en torno al entrenador. Y muchos de ellos me dijeron que tenía aptitudes para serlo.

Nueve años después, decidí aceptar la sugerencia. En 2010, asumí el mando del Rio Branco, de Acre. Fuimos campeones estatales y tuve la certeza de que había tomado la decisión correcta al convertirme en entrenador.

Tiago Nunes regresó a Grêmio en 2021, en esta ocasión como entrenador del primer equipo. En su primera etapa estuvo al frente del Sub-15. Silvio Avila/Getty Images

En mis primeros años como técnico, recorrí cada rincón del territorio brasileño. Un tipo sin capital simbólico, sin historia en el fútbol profesional, necesitaba conocer gente y experimentar diferentes contextos. Era el mejor camino para ganar mi espacio. 

En un momento dado, sin embargo, sentí que tenía que recalcular la ruta. Cambiaba de club con mucha frecuencia, pero sin conseguir ascender ni llamar la atención de los equipos de las tres divisiones principales de Brasil.

¿Cómo podía llegar a un club de la Serie A de Brasil? El camino tenía que ser el fútbol base. Era la forma más viable de acortar la distancia entre mí y el gran club. En 2017, el Athletico Paranaense me ofreció el puesto de entrenador de su equipo Sub-19.

"No imaginaba que alguien que solo tuviera formación académica pudiera llegar tan lejos. Así, mi puerta de entrada al fútbol fue la preparación física"

Siempre habrá alguien que hable de suerte. En mi caso, fueron necesarios 17 años de trabajo para tener la “suerte” de recibir mi primera oportunidad como entrenador en la Serie A del fútbol brasileño. 

Esto se debe a que, después del Sub-19, pasé por el equipo B del Athletico Paranaense, hasta que surgió la posibilidad de dirigir el primer equipo en 2018. El Athletico fue un punto de inflexión en mi carrera. Allí formaba parte de un proyecto deportivo. Había una gran integración entre el equipo profesional, entonces dirigido por Paulo Autuori, y el fútbol base. Cuando llegó mi oportunidad de asumir el equipo principal, estaba muy familiarizado con todas las dinámicas de trabajo del club.

Técnico de perfil didáctico y formador, Tiago Nunes también ha conquistado varios títulos. El más importante en su carrera: la Copa de Brasil con Athletico Paranaense. Lucas Uebel/Getty Images

En Brasil, se cambia de entrenador con tanta rapidez que es difícil saber si el problema era realmente el entrenador o la propia estructura del club. Los logros que obtuvimos en Athletico fueron fruto de un trabajo paciente, que contradecía la cultura del fútbol brasileño, tan centrada en los resultados inmediatos.

Fuimos campeones estatales y de la Copa Sudamericana en 2018, un título inédito para el club en ese momento, y de la Copa de Brasil en 2019, la única en la historia  del Athletico. El trabajo transformó la carrera de todos los involucrados en el proyecto, incluidos jugadores como Bruno Guimarães

"Después de trabajar en las ligas de Brasil, Perú y Chile, tengo la oportunidad de vivir la liga ecuatoriana"

Mi nombre se convirtió en uno de los más populares de Brasil. ¡Fue una locura! No hay forma de prepararse psicológicamente para vivir algo así. Yo era el centro de atención. Y recibí propuestas de algunos de los principales clubes del país, con cifras inimaginables hasta entonces en mi vida. Después de casi dos décadas de siembra, iba a cosechar algo que tal vez no se repitiera: acepté la propuesta del Corinthians.

Recuerdo sentirme empoderado por estar en un club de esas dimensiones. La fuerza popular del Corinthians, su hinchada, la repercusión que genera... todo es indescriptible. Pero, justo cuando me tocaba dirigir el club, se produjo una pandemia mundial.

Defender al Corinthians con el estadio vacío no es lo mismo. La presencia de la afición habría ayudado a superar algunas carencias del equipo, que no se reforzó como había prometido la directiva. La experiencia puede haber sido más corta de lo que me hubiera gustado —solo fueron nueve meses y 28 partidos en el club—, pero fue maravilloso haber dirigido al Corinthians. 

Botafogo también forma parte de la nómina de clubes que Tiago Nunes ha dirigido en Brasil. Pedro H. Tesch/ Getty Images

Esperé siete meses antes de aceptar un nuevo reto: el Grêmio. Lo curioso es que en 2013, cuando dirigí el equipo Sub-15 del Grêmio, el club intentó que me quedara para dirigir al Sub-16 la temporada siguiente. Decidí seguir otro camino, pero avisé a la directiva que volvería para dirigir al primer equipo en el futuro. Todos nos reímos de esa atrevida predicción del entrenador del Sub-15. El futuro llegaría en 2021. 

El comienzo del proyecto en el Grêmio no pudo ser mejor. Fuimos campeones estatales y hicimos la mejor campaña en la fase de grupos de la Copa Sudamericana. Pero un mal comienzo en el Brasileirão puso fin prematuramente a mi trabajo. Me fui con la sensación de que íbamos a revertir ese período negativo. 

"Siempre habrá alguien que hable de suerte. En mi caso, fueron necesarios 17 años de trabajo para tener la 'suerte"

A diferencia de lo que hice entre mis trabajos en Corinthians y Grêmio, no tardé en embarcarme en mi nuevo reto: el Ceará. No tiene sentido que un entrenador esté tanto tiempo parado, esperando un proyecto ideal. Un entrenador necesita entrenar.

El Ceará fue uno de los mejores clubes en los que he trabajado. Creamos una muy buena conexión con los jugadores y construimos un equipo competitivo, que clasificaría para la Copa Sudamericana de 2022. 

Tiago Nunes tomó la decisión de salir de Brasil para entrenar. Sporting Cristal, de Perú, fue su primer club fuera de tierras brasileñas. Fotografía cortesía de Tiago Nunes

Las frustrantes eliminaciones en el Campeonato Estatal y la Copa del Nordeste culminaron con mi salida del Ceará en 2022 y me llevaron a reflexionar sobre el rumbo que quería dar a mi carrera. Y una pregunta rondaba mis pensamientos de forma recurrente: ¿por qué los entrenadores brasileños no tienen tanto espacio en Europa? 

Llegué a la conclusión de que el mejor camino para una carrera en el extranjero debía comenzar en nuestro propio continente. Abrí mis horizontes a otras partes de Sudamérica. En 2020, comencé a estudiar español e inglés, ya pensando en vuelos más allá de nuestras fronteras.

"La frustración de dejar Botafogo no podía interrumpir mi proyecto personal"

En general, los entrenadores brasileños optan por el mercado asiático en detrimento del sudamericano por cuestiones económicas. Pero mi prioridad era mi desarrollo como entrenador. En 2022, surgió la posibilidad de dirigir el Sporting Cristal, de Perú.

Fue una experiencia increíble disputar una Copa Libertadores y una Copa Sudamericana con un club fuera de mi país. El camino resultó ser el correcto: el trabajo en el Sporting Cristal me abriría más puertas en el fútbol sudamericano. 

La LDU Quito es una de las grandes revelaciones de la Copa Libertadores 2025, sobre todo después de eliminar a Botafogo. Getty Images

Cuando mi etapa allí llegó a su fin, volver a Brasil no estaba en mis planes. Pero a finales de 2023, recibí la invitación del Botafogo. Además del orgullo de llegar a un club tan tradicional, la oferta era irrefutable porque me dijeron que sería entrenador del Grupo Eagle, propietario del Crystal Palace (Inglaterra), el Lyon (Francia) y el Moleenbek (Bélgica). 

En mi idea de internacionalizar mi carrera, eso sonaba como música para mis oídos. Pero no conseguimos revertir la mala racha que Botafogo ya estaba viviendo en la recta final del Brasileirão, el título fue para Palmeiras y el proyecto se desvaneció. 

La frustración de dejar Botafogo, sin haber tenido la oportunidad de disfrutar de lo que se convertiría ese equipo meses después (se contrataron once jugadores después de mi salida), no podía interrumpir mi proyecto personal.

Tras un proceso de selección, fui elegido por la Universidad Católica de Chile y asumí el mando del club en 2024. La experiencia duró un año y tres meses, y amplió aún más mi repertorio profesional.

Tiago Nunes vive uno de sus mejores momentos como entrenador al frente de LDU de Quito en Ecuador, un nuevo país en su carrera. Fotografía: cortesía de Tiago Nunes

Después de trabajar en las ligas de Brasil, Perú y Chile, tengo la oportunidad de vivir la liga ecuatoriana. Desde junio de 2025, estoy al mando de la Liga Deportiva Universitaria. La LDU tiene en su historia títulos de la Libertadores y la Sudamericana, y tiene potencial para volver a ganar grandes trofeos.

En mis primeras semanas en el club, logramos superar al Botafogo en los octavos de final de la Libertadores. Eliminamos al actual campeón de la competición. 

Dirigir a la LDU en partidos de esta magnitud representa un logro profesional que pocos imaginaban posible. Pero fue la decisión de seguir mi propio camino la que me llevó hasta aquí.

Tiago Nunes