Partido Internacional, 9 de octubre 2019
Gnabry (15)
Havertz (22)
Lucas Alario (66)
Ocampos (85)
Después de cinco años -desde la final del Mundial de 2019- Alemania y Argentina volvían a verse las caras. Un duelo en el que no existen los partidos amistosos. Ni siquiera cuando ambos combinados se encuentran en transición hacia el futuro y con muchas bajas en el equipo. Los anfitriones mostraron una versión muy ofensiva en la primera mitad, con dos goles antes de la media hora de dos jugadores que están llamados a liderar a esta nueva Alemania: Gnabry y Havertz.
Como ha ocurrido en los últimos partidos, el equipo de Scaloni mostró una mejor versión en el segundo acto, remontando la desventaja de dos goles en contra gracias a los tantos de Lucas Alario y Ocampos. Con este empate, Argentina mantiene la distancia con Alemania en los duelos individuales entre ambas selecciones. En 24 partidos, Argentina ha ganado en 10 ocasiones por los 7 triunfos de Alemania.
13 / 4
DISPAROS / A PUERTA
11 / 7
46 %
Posesión
54 %
432 / 110
Pases / Completados
534/ 115
16 / 1 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
12 / 3 / 0
La selección de Alemania salió con una formación de un 3-4-2-1 (abajo) que en su estructura defensiva se convertía en un 5-3-2, apostando a un juego rápido, con transiciones defensa-ataque que no le permitan al rival lograr una organización defensiva. El objetivo era aprovechar el cambio de ritmo y los espacios favorables para el ataque.
Los puntos claves en ofensiva fueron a través de Gnabry, quien con su potencia y movimientos en el área de finalización garantizaba permanentemente la profundidad. Alemania desarrolló el juego en carriles laterales a través de los cambios de juego, y así aprovechar los movimientos que generaban tanto la línea de medios como la línea de delanteros.
El ataque de Argentina:
La selección de Argentina salió con una formación de un 4-2-3-1 (abajo), que en su estructura defensiva se convertía en un 4-4-2. Desde los primeros minutos su propuesta fue mantener el balón, buscando la construcción de juego desde zona de inicio para llegar a portería rival. En ataque identificó los desmarques y movilidad de Lautaro Martínez para generar opciones de gol. También el juego en amplitud, con movilidad en ataque para buscar los espacios favorables para el ataque.
Alemania golpea por banda:
Para Alemania era muy importante aprovechar los cambios de ritmo y la velocidad de Halstenberg, Brandt y Waldschmidt en ataque, identificando correctamente los espacios favorables para el ataque, ya que el medio campo argentino no cerraba los espacios interiores. Eso permitía que los jugadores alemanes situados entre líneas pudieran triangular y jugar a carril contrario para ganar la banda y centrar en zona de finalización. El primer gol de Alemania llegó por banda derecha a través de Gnabry y solo seis minutos después Havertz hizo el segundo.
Aunque en los primeros 15 minutos del primer tiempo el partido se mostraba muy parejo y con las mismas posibilidades para el seleccionado albiceleste de abrir el marcador, sucedió lo contrario. Alemania golpeó más fuerte, lo que provocó inestabilidad en la defensa argentina, dando más facilidades a los locales para llegar al área. En zona de construcción de juego, debido a la presión de Alemania, a la selección de Argentina le tocaba replegar y movilizar el ataque hasta encontrar una opción para ingresar con balón dominado (abajo).
La selección de Alemania empezó a ganar mayor terreno en los últimos minutos de este primer tiempo, dejando sin muchas opciones al combinado albiceleste. Así, ambos equipos se fueron al descanso con diferentes objetivos para el segundo tiempo. Joachin Löw tendría que consolidar la ventaja obtenida y poder aprovechar los espacios en carril interior para el ataque. Por su parte Scaloni tendría que buscar la manera de cerrar espacios interiores, generar superioridad numérica en ataque que le permita defenderse y llegar con mejores opciones al área rival.
Los cambios de Scaloni:
Con ese objetivo, el seleccionador introdujo varios cambios desde el inició del segundo tiempo: ingresaron Acuña y Ocampos por Rojo y Correa, respectivamente. Argentina optó entonces por poblar el carril central, generando una línea de tres en defensa (abajo) ya que se pudo observar una modificación en su estructura, lo que le permitirá llegar con más opciones al ataque. Lautaro Martínez, por su parte, intentaría fijar a los centrales y generar desmarques de ruptura que permita enganchar a la defensa y generar espacios en ataque.
Argentina se ajusta en defensa:
El partido se puso mucho más parejo con una posesión de balón de un 45% para la selección argentina y un 55% para la selección alemana. La defensa de Argentina también se vio mucho más segura y buscando mantener el equilibrio, identificando marcas, manteniendo vigilancias defensivas y protegiendo espacios interiores, lo que dificultó el ingreso para el ataque alemán, a diferencia del primer tiempo. Los ajustes y cambios realizados por Scaloni empezaron a tener efecto para controlar el medio campo y neutralizar el ataque del rival (abajo).
Al minuto 65 el combinado albiceleste recortó distancias con el gol de Alario ante una selección alemana que se mostró un poco más replegada, permitiendo que el combinado argentino tuviera más control del esférico. Argentina mostró una versión mucho más ofensiva, con disparos de media distancia y llegando por bandas para generar centros al punto penal e ingresar al remate con mayor facilidad. Este trabajo lo facilitaba Lautaro Martínez, que empezó a fijar más a los centrales (abajo).
Alemania, por su parte, optó por el contraataque, mecanismo con el aun consiguió llevar peligro a la portería rival. Pero el siguiente gol fue para Argentina, a través de Ocampos. La fórmula de poblar el carril central y centrar al punto penal fue efectiva para los dirigidos por Scaloni, a quienes les faltó tiempo para darle la vuelta a un partido con muchas alternativas y ritmo de juego a pesar de ser amistoso.
"En la primera mitad jugamos de una manera muy valiente, tomando riesgos, pero combinamos muy bien, jugando bien en el aspecto ofensivo. Pero en el segundo tiempo, Argentina fue más fuerte. Metieron a jugadores de calidad, con profundidad y muy peligrosos", analizó Joachim Löw. A pesar del empate, el seleccionador alemán destacó positivamente "cómo lo han estado haciendo los muchachos que solo han jugado algunas veces. Siempre es molesto tirar una ventaja de 2-0. Sin embargo, debes ser un poco indulgente con los jugadores más jóvenes”.
“En el segundo tiempo, cambiamos algo posicionalmente, tratamos mejor la pelota, con bastante más paciencia. Lo habíamos planeado, no salió en el primer tiempo, pero nos llevamos cosas positivas para lo que viene”, explicó Lionel Scaloni. El entrenador argentino relativizó haber conseguido remontar una distancia de dos goles: "En estos partidos lo importante es el rendimiento, el resultado es secundario. Los goles son errores puntuales y si quitamos esos errores, el rendimiento no fue malo. Sacamos cosas positivas".