Partido de ida octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA, 19 de febrero 2020
Hateboer (16, 62)
Ilicic (42)
Freuler (57)
Cherysev (66)
Ambos equipos se dieron por contentos cuando el pasado mes de diciembre el sorteo los emparejó para esta eliminatoria de octavos de final. El Atalanta -segundo en su grupo por detrás del Manchester City- evitaba a uno de los grandes equipos de Europa. Por su parte, el Valencia -primero en su grupo después de superar a Chelsea y Ajax- tenía la sensación de que se medía al equipo más débil de los 16 que componen los octavos de final.
Por ahora, el equipo italiano domina esas sensaciones. Y estuvo muy cerca de dejar cerrada la eliminatoria llegando a contar con una ventaja de hasta cuatro goles después del "doblete" de Hans Hatebour, y los tantos de Josip Ilicic y Remo Freuler.
Reaccionó el Valencia con el gol de Denis Cherysev y estuvo cerca de hacer alguno más, pero la puntería de cara a puerta, como durante toda la noche, no fue la acertada. Una dinámica que tendrá que cambiar 180 grados si quiere que sus expectativas después del sorteo se cumplan.
11 / 5
DISPAROS / A PUERTA
15 / 3
50 %
Posesión
50 %
525 / 446
Pases / Completados
473 / 397
19 / 1 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
8 / 0 / 0
Se enfrentaban el Atalanta, un equipo construido para atacar, y el Valencia, un equipo que basa su capacidad competitiva en el equilibrio y la solidez.
La trayectoria de uno y otro equipo hacía pensar que iba a ser una eliminatoria con muchos goles. El Atalanta, debutante en Champions League en esta fase avanzada, se caracteriza por ser uno de los equipos más rematadores de Europa y uno de los tres equipos más goleadores, después del París Saint-Germain y el Manchester City. Por otro lado, el Valencia es uno de los equipos que más ocasiones concede a sus rivales, en contraposición a la capacidad ofensiva del Atalanta.
Asimetría en el juego:
El Atalanta, con una idea flexible del juego, propuso desde el inicio del partido una organización colectiva en estructura 3-5-2 en ataque y 5-3-2 en defensa. Las posiciones de los jugadores en el campo eran iniciales, pero el rol del futbolista depende de sus características como lo demostraron con el intercambio constante de posiciones en ataque y las marcas individuales en defensa.
Estructuralmente hay tres jugadores en el equipo italiano que mantienen cierto balance defensivo permanente: Rafael Tolói, José Luis Palomino y Mattia Caldara. Se sumaban las ayudas de los laterales, Hans Hatebour y Robin Gosens, quienes en ocasiones se desplegaron y en otras se agruparon y se juntaron con los centrales en función de lo que demandaba el juego (abajo).
El Valencia se distribuyó en el espacio con una estructura 4-4-2 (abajo). Las bajas de Gabriel Paulista y Ezequiel Garay condicionaron el planteamiento inicial del Valencia en una zona tan sensible como la más cercana a tu portería, es decir la defensiva. El Valencia tuvo que elegir una pareja de centrales, compuesta por Mouctar Diakhaby y Eliaquim Mangala, pareja inédita en la temporada que apenas han jugado juntos, lo cual obligaba al equipo a ajustarse constantemente.
Ambos equipos optaron por una distribución espacial que diera continuidad a la idea que les ha llevado a poder competir en la Champions League con las máximas garantías posibles y siendo competitivos en la liga italiana y en la liga española, respectivamente.
Desde el primer minuto, el Atalanta adelantó las líneas y propuso una presión alta situando su línea de medios avanzados y delanteros igualando numéricamente a los centrales y al pivote defensivo del Valencia. Este planteamiento dificultó los primeros pases en zonas de creación por parte de los centrales del Valencia, quienes no consiguieron encontrar la primera referencia, Geoffrey Kondogbia o Dani Parejo (abajo). Estos dos últimos jugadores son los encargados de conectar las siguientes líneas avanzadas para poder progresar en el juego. Esas marcas individuales, persecuciones hasta final de acción, pase o conducción, estaban orientadas por Josip Ilicic, Alejandro Gómez y Mario Pasalic.
Esa presión alta del Atalanta, si se realizaba con el timing adecuado, le permitió robar en zonas cercanas a la portería de Jaume Domenech y poder finalizar rápido. Por el contrario, la consecuencia negativa de esa presión alta, si no era eficiente a la hora de robar, obligaba al equipo italiano a correr hacia atrás, lo cual dificultaba la organización defensiva y facilitó las acciones ofensivas al Valencia con espacios.
Los de Albert Celades sabían que si conseguían ordenar su juego ofensivo acumulando los primeros pases en fase de inicio, superando las marcas individuales de Ilicic, Alejandro Gómez y Pasalic, conseguirían superioridad numérica en zonas influyentes para poder atacar espacios y tratar de encontrar hombres libres con capacidad de finalizar (abajo).
Desde el caos hacia el orden:
El Atalanta generó orden a través de cierto desorden, es decir no manteniendo estructuras fijas sino que esas estructuras eran flexibles, lo cual le permitió eliminar referencias a sus rivales y conseguir ventajas espaciales.
El conjunto italiano, a pesar de ser un equipo con gran capacidad goleadora, no depende exclusivamente del acierto de sus delanteros para generar ocasiones. En este sentido cobró gran importancia la participación con y sin balón de futbolistas como Alejandro Gómez (abajo). Los jugadores de segunda línea Hateboer y Gosens, con movimientos verticales y en diagonal.
Prioridad del pase vertical por encima del horizontal:
La intencionalidad en las acciones ofensivas del equipo italiano está basada en la energía y la disposición para finalizar rápido. En el caso de pérdida presentó dificultades para reorganizarse defensivamente lo cual pudo aprovechar el Valencia cuando conseguía conectar varios pases de seguridad para poder avanzar en el juego, generando así situaciones de ventaja en contraataque.
Sin embargo, encontramos otro escenario diferente cuando el Valencia adelantaba líneas y presionaba en campo contrario y provocaba el error en los primeros pases del Atalanta. Ante un ataque posicional, es de vital importancia que el jugador que atrae la marca, Ilicic (abajo), para liberar al tercer hombre en la incorporación del jugador de segunda línea, en esta caso Hateboer.
Atacar los espacios:
Con la salida al campo de Denis Cheryshev, el Valencia buscó amplitud para poder amenazar las espaldas de los laterales, posicionados en altura del Atalanta. Desde ese momento el Valencia se estructuró en una organización 4-3-3, facilitadora de situaciones ventajosas para los extremos Cheryshev y Ferran Torres, además de Kevin Gameiro corriendo al espacio.
La mentalidad ofensiva del Atalanta se pudo visualizar con la interpretación del juego de su entrenador Gasperini, especialmente en la segunda parte, con el cambio de un delantero Duván Zapata, por un defensa, Caldara. Todo ello con un resultado positivo en el marcador y teniendo en cuenta que es una eliminatoria a 180 minutos.
En conclusión, el Atalanta compitió el primer partido de la eliminatoria como si se tratara de una eliminatoria a partido único. Buscando portería contraria cada vez que tenía un balón y el Valencia no identificando bien los espacios a defender para posteriormente, tras recuperar, poder atacar (arriba).
De este modo, el partido de vuelta en Mestalla tiene un gran atractivo porque el Valencia en condición de local ha demostrado ser un equipo muy sólido y competitivo, y por otro lado el Atalanta, es un equipo que garantiza goles, lo cual hace pensar que si el Valencia quiere superar al Atalanta tiene que marcar y evitar recibir goles.
"Estamos satisfechos con esta victoria y, sobre todo, con esta ventaja. En la previa, habría firmado ir a Valencia con tres goles por delante. Hemos perdido balones al salir y arriesgamos, en Mestalla tendremos que evitarlo", explicó el entrenador del Atalanta. "Tenemos un resultado muy favorable, aunque sabemos que la vuelta será muy difícil. Mestalla será difícil, se vive un ambiente muy bonito que le da fuera a los jugadores. Tendremos que demostrar en Valencia si merecemos estar en cuartos", añadió Gian Piero Gasperini.
"Al final el partido se nos ha escapado por la falta de efectividad. La clave fue que ellos fueron efectivos y nosotros hemos tenido ocasiones muy claras para marcar y el resultado no refleja lo sucedido", analizó Albert Celades. Sobre las opciones de remontar del Valencia en Mestalla, el entrenador afirmó que "cuando llegue el partido lo prepararemos de la mejor manera posible, pero en casa somos fuertes y contamos con nuestra gente para tratar de superarlo. No creo que tenga que ser un milagro", concluyó.
Redacción: Héctor García