La Liga, 9 de febrero de 2019
Griezmann (25)
Casemiro (16), Sergio Ramos (42 pen), Bale (74)
El Real Madrid asaltó el Wanda Metropolitano en la primera victoria blanca en el nuevo feudo del Atlético de Madrid. Jornada redonda para el equipo blanco, que con esta victoria supera a su rival capitalino en la clasificación –se coloca segundo con 45 puntos- y reduce la distancia a 6 puntos con el FC Barcelona, después del empate del equipo azulgrana ante el Athletic de Bilbao.
"Un triunfo de equipo”, como subrayó Santiago Solari, entrenador del Real Madrid, en rueda de prensa. A esa gran actuación colectiva se unió también la aparición de destacadas individualidades, como la de Vinícius. El brasileño siempre llevó peligro por la banda izquierda, provocando, entre otras acciones, el penalti del 1-2 transformado por Sergio Ramos. Antes Casemiro había adelantado al Real Madrid con una volea tras saque de esquina y Griezmann el 1-1 en un rápido contragolpe.
Misma arma que utilizó el Real Madrid en la segunda mitad para asestar el golpe definitivo al Atlético de Madrid. Gareth Bale, que salió a falta de media hora por Vinicius, fue el encargado de asegurar los 3 puntos para los blancos con un disparo cruzado ante el que nada pudo hacer Oblak. La Liga, que parecía sentenciada a favor del FC Barcelona hace un par de fechas, se activa de nuevo. Y más con un Real Madrid-FC Barcelona en el horizonte. Por supuesto, el Atlético de Madrid tampoco ha dicho su última palabra en este asunto.
10 / 2
DISPAROS / A PUERTA
9 / 4
38 %
Posesión
62 %
315/247
Pases / Completados
583/507
20/5/1
Faltas / Amarilla / Roja
15/3/0
Análisis: Atlético de Madrid
ATAQUE:
El Atlético de Madrid se instaló en una estructura de ataque 1-4-4-2 y empujó a sus laterales -Santiago Arias y Lucas Hernández- a posiciones muy adelantadas en el primer tramo del partido.
Los locales evitaron jugar en la zona central para construir por bandas ante el bloque medio planteado por su rival. La constancia de los laterales rojiblancos fue perfecta, haciendo que los extremos del Real Madrid no pudieran seguirlos hasta el último tercio de campo. Los cambios desde la parte central más alejada hasta los laterales opuestos demostraron ser un método útil y directo para el juego ofensivo del Atlético de Madrid.
Si la línea frontal del ataque quería atacar los espacios a la espalda, entonces los laterales del Atlético se iban hacia dentro, ocupando los espacios que se abrían entre el central y el lateral del Real Madrid.
Esto le daba tiempo a Arias y Lucas Hernández para visualizar el cambio de cambio de banda y luego ejecutar el pase. Los laterales del Real Madrid no pudieron ejercer una presión inmediata sobre el balón debido a la presencia interna de Thomas Lemar y Ángel Correa. Sin embargo, a medida que avanzaba el juego, el Atlético se desinfló en esta propuesta para tratar de incomodar a Sergio Ramos y Raphaël Varane solo a través de balones aéreos. El equipo rojiblanco no buscó el desborde, ni cuando los jugadores en amplitud se situaron por detrás del bloque medio del Madrid.
Tras ponerse abajo en el marcador tras un saque de esquina - gol de Casemiro-, Griezmann empató el partido después de que Correa robara la pelota en el mediocampo. El argentino encontró a Griezmann con espacio para correr detrás de la defensa del Real Madrid y el francés, después de conducir a portería, finalizó con frialdad colocando el balón por debajo de las piernas de Courtois. Un gol que tuvo la revisión del VAR respecto a la posición del francés a la hora de recibir el pase. Finalmente, el árbitro concedió el gol al estar bien situado el jugador del Atlético.
En la segunda mitad el Atlético optó por jugar más directo, mientras que el Real Madrid continuó con una línea defensiva muy alta a pesar de haber concedido el gol del empate por ese tipo de defensa. El excelente esfuerzo de Álvaro Morata de perseguir un balón en largo fue efectivo de nuevo, mostrando como el Atlético de Madrid podría hacer de un simple pase una ocasión clara de gol. Desafortunadamente para el Atlético, el delantero rojiblanco estaba ligeramente fuera de juego. No obstante, el juego directo siguió siendo efectivo, ya que Griezmann y Morata alternaron sus patrones de movimiento. Sin embargo, la entrada del delantero Nikola Kalinic por Morata frenó el avance Atlético, y el tercer gol del Real Madrid acabó con todo el impulso anterior de los anfitriones.
DEFENSA:
Sin el balón, el Atlético rara vez se alejó de su 1-4-4-2. Antoine Griezmann a veces se adentraba en el carril central para crear un 1-4-4-1-1, ayudando a anular la sobrecarga central del Madrid. En realidad, los locales comenzaron presionando más alto al Real Madrid, pero pronto faltaron las unidades suficientes en esa presión como para molestar a los visitantes, ya que Thibaut Courtois también entraba dentro del juego del Madrid con los pies en la salida de balón. El flanco derecho de los locales era un problema defensivo constante, un espacio por donde las rotaciones del Real Madrid generaban problemas. El movimiento de Karim Benzema saliendo a banda también generó división, ya que los locales no estaban dispuestos a llevar a ninguno de sus centrales a seguir al francés.
El Atlético aseguró que los mediocampistas centrales Thomas Partey y Saúl Ñíguez permanecieran mucho más cerca de su línea trasera. Esto naturalmente redujo los espacios entre líneas, pero obligó al Atlético a defenderse en un bloque inferior, llevando a una presión adicional sobre ellos mismos. Al final, concedieron su primer gol tras un saque de esquina, en el que Ramos superó a cuatro jugadores del Atlético y Casemiro, en una gran acción atlética, puso por delante al Madrid.
Con el partido cerca del descanso, se hicieron más evidentes las señales de advertencia para los locales, sobre todo por el juego más directo del Real Madrid por la banda de Vinícius Júnior. Su ritmo y determinación crearon un problema para el equipo local, que continuó llevando a sus laterales muy arriba. Al final, el Atlético no tuvo respuesta ante el brasileño, que atravesó la defensa rojiblanca en un duelo ante Giménez para provocar el penalti del 1-2. Sergio Ramos no falló la pena máxima.
Con el juego directo del Atlético, el equipo se volvió a enganchar al partido. Y la grada. Recuperó también un espíritu más agresivo sin balón. Con más jugadores que apoyaban en la presión directa en el primer tercio de campo, el equipo recuperaba más alto y desde ahí lanzaba la transición ofensiva. Sin embargo, Gareth Bale aprovechó su única oportunidad para sellar la victoria del Real Madrid en una jugada donde Karim Benzema volvió a irrumpir por el lado izquierdo del Atlético.
Análisis: Real Madrid
ATAQUE:
El Real Madrid atacó con una estructura 1-4-3-3, con Toni Kroos cayendo en una falsa posición de interior, situación que ayudaba a generar rotaciones por el flanco izquierdo. El lateral izquierdo Sergio Reguilón adelantaba su posición para mantener la amplitud, mientras que el extremo izquierdo Vinícius Júnior se adentraba hacia zonas profundas del carril derecho, encontrándose con José Giménez. Desde aquí, Karim Benzema tuvo espacios suficientes para ir hacia el balón y conectar con el juego. Los centrales del Atlético no salían a perseguir al francés en esos movimientos.
Para evitar que Benzema recibiera entre líneas, el lateral derecho del Atlético presionaba hacia dentro, lo que dejó un gran hueco por explotar, siempre y cuando Reguilón se precipitara en su carrera y arrastrara su marcador de vuelta a la unidad defensiva. Este patrón de juego se convirtió en el primer método efectivo del Real Madrid para llegar a línea de fondo, siempre con combinaciones de pases rápidos repetidamente a la espalda del lateral derecho del Atlético.
El Real Madrid se adelantó en el marcador con un gol de Casemiro tras un saque de esquina de Toni Kroos. Sergi Ramos luchó solo en el balón aéreo con hasta cuatro defensas del Atlético para ganar el primer contacto. Casemiro, de volea, remató ante la salida de Jan Oblak. El juego del Real Madrid por su banda izquierda pronto dio un giro diferente, ya que el Atlético intentó anular esta amenaza con una marcación más agresiva y directa.
Los centrocampistas locales también cayeron mucho más atrás, lo que redujo el espacio para el juego de Benzema y las combinaciones con la rotación del lado izquierdo. Por lo tanto, Vinícius regresó a una posición más amplia, y debido a la situación de marcas del Atlético, creó una enorme brecha en la línea de fondo del equipo rojiblanco. Desde aquí, el Real Madrid utilizó balones más directos a la defensa local, utilizando el ritmo de Vinícius para entrar por la izquierda. Fue el ritmo del joven brasileño lo que puso nuevamente por delante al Real Madrid, superando a Giménez quien terminó derribándolo dentro del área. Sergio Ramos fue el encargado de convertir en gol el penalti.
El juego del Real Madrid en la segunda mitad se vio sometido a mucha más presión, ya que el Atlético comprometió a más jugadores con su presión. Esto interrumpió el juego por la zona central, deteniéndose también todo el caudal de fútbol ofensivo del equipo. Tras una serie de constantes faltas e interrupciones de ambos equipos, el Real Madrid volvió a meterse en el partido con Lucas Vázquez a la derecha. Gareth Bale, que había salido por Vinicius en el segundo acto, se movió hacia el interior desde la izquierda, ayudando a que Benzema pudiera atacar cualquier balón central.
Bale dio el golpe final al Atlético, pero su gol fue por la izquierda, ya que -por primera vez en toda la segunda mitad- Benzema logró escapar de la línea de fondo y conectar el juego hacia ese costado. Los locales no tuvieron respuesta y el Madrid se llevó los 3 puntos del Wanda Metropolitano.
DEFENSA:
El Real Madrid utilizó un 1-4-1-4-1 en bloque medio mientras atacaba el Atlético de Madrid. Casemiro era el encargado de bloquear cualquier acceso central a la línea defensiva, con Kroos y Modric marcando a Thomas y Saúl. En general, se mantuvieron bastante compactos como bloque defensivo, lo que obligó al equipo local a llevar a sus delanteros a banda. El Real Madrid sólo se sintió incómodo cuando los laterales Reguilón y Carvajal eran arrastrados hacia el interior por los movimientos de los extremos del Atlético.
Con un seguimiento agresivo de esas carreras, los espacios alrededor del bloque del Real Madrid aumentaban, permitiendo a los jugadores del Atlético penetrar por detrás de esos espacios abiertos en ambas bandas.
Pero Ramos y Varane fueron excelentes en defensa en cualquier centro desde bandas. Con el equipo local empujando a sus laterales hacia arriba -a menudo sin un marcador, ya que los extremos Vinícius y Lucas Vázquez se mantuvieron arriba-, el Real Madrid también representaba una amenaza en los momentos de transición. No obstante, este patrón de juego sólo era beneficioso para el Madrid siempre y cuando uno de sus centrocampistas recuperara el control del balón después de que Ramos y Varane ganaran su batalla en defensa.
Atacar la línea defensiva del Real Madrid de manera directa fue el objetivo del Atlético de Madrid en la segunda mitad. El gol anulado de Morata puso de manifiesto la fragilidad del Madrid frente a este arma rojiblanca. Tanto Griezmann como Morata podían correr por detrás de la defensa, llevando a la pareja de centrales blancos a jugar al filo del precipicio. Uno de los delanteros del Atlético se quedaba en corto y el otro giraba por detrás.
Pero después de un tiempo comenzaron a rotar: el delantero que se quedaba en corto en realidad se convertía en el jugador que corría por detrás. Eso hizo que Ramos y Varane, por primera vez en el partido, fueran incapaces de detener el avance del Atlético. Al final, el gol de Bale a través de una rápida transición hacia delante hundió al equipo local. El Atlético, con dos goles de desventaja, ya no tuvo opciones de crear problemas a la defensa del Real Madrid.