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Análisis táctico: Barcelona 1 Granada 0

Análisis táctico: Barcelona 1 Granada 0
Getty Images
Redacción
Héctor García
Publicado el
enero 20 2020

La Liga, 19 de enero 2020

Barcelona 1Granada 0

Messi (76)

Había una gran expectación por ver la propuesta de Quique Setién. El nuevo entrenador del Barcelona, con muy pocos días de trabajo todavía, apostó por un once inicial muy reconocible en la etapa de Ernesto Valverde, aunque con variaciones en posiciones y actitudes ofensivas.

Con la baja de Luis Suárez, Ansu Fati ocupó el carril derecho, Antoine Griezmann por la izquierda y Leo Messi como "falso 9"'. Ya en el segundo tiempo entró Riqui Puig, uno de los grandes nombres de la cantera del Barcelona y quien apenas había tenido presencia en el primer equipo con Valverde.

El Barcelona se encontró en frente un rocoso Granada, muy cerrado en fase defensiva para impedir espacios a la espalda y con la intención de salir al contragolpe. Una situación que, sin embargo, apenas pudo conseguir ante el dominio en la posesión del Barcelona (83%), con un total de 1002 pases, la tercera mejor cifra del equipo azulgrana en este apartado. El récord de pases sigue en manos del Barcelona de Pep Guardiola: 1046 en partido de Liga ante el Levante en la temporada 2010-2011.

Sin embargo, a pesar de tener el balón, el Barcelona no tuvo profundidad en ataque. Una vez más acabó resolviendo Messi para darle la primera victoria a Setién como entrenador azulgrana y mantener el liderato en LaLiga.

Alineaciones iniciales
Barcelona
Granada
Estadísticas
Barcelona Granada

18 / 6

DISPAROS / A PUERTA

5 / 1

83 %

Posesión

17 %

1002 / 914

Pases / Completados

205 / 129

11 / 0 / 0

Faltas / Amarilla / Roja

17 / 2 / 1

 


Con el habitual 4-3-3 como base, Quique Setién sorprendió desarrollando al equipo en fase ofensiva en un 3-5-2 (abajo) con Jordi Alba y Ansu Fati de carrileros y a Sergi Roberto de tercer central para facilitar la salida de balón.




Más libertad para Messi:

Con esta formación, Setién dejaba a Messi y a Antoine Griezmann como delanteros y les dotaba, sobre todo al jugador argentino, de una gran libertad. Asimismo, jugaron los carrileros en constante amplitud; otra de las diferencias respecto al Barcelona de Ernesto Valverde.


El Granada, mientras, optó por el doble pivote con Maxime Gonalons y Yan Eteki para el 4-2-3-1 (abajo) e igualó en unidades al Barcelona en el centro del campo.



Desde el primer minuto se pudo ver a un Barcelona que elabora mucho más la jugada, especialmente en fase de inicio, donde los tres centrales circularon el balón sin una gran velocidad en el juego esperando los espacios para llegar al hombre libre y progresar (abajo).



Una vez conseguido esto, aumentaron la velocidad en el juego, aprovechando la recepción del balón de Messi en zonas interiores (abajo) para añadir más verticalidad en estas instancias donde el jugador argentino es letal.



Para salir de su campo, el Granada trató de jugar directo (abajo) buscando los duelos ganadores y prolongaciones o segundas jugadas. También atacó la espalda de Alba, quien se colocaba de lateral con defensa de 4 en fase defensiva.



Presión alta:

Sin embargo, el Barcelona no permitió iniciar al Granada de una manera cómoda, tanto por la presión en la salida de balón como por la presión tras pérdida que el equipo local utilizaba para robar en campo contrario. Recuperada la posesión, realizaba un pase de seguridad para seguir desesperando al rival e iniciar de nuevo para buscar los intervalos de líneas de presión. Asimismo se vio al Barcelona defender corriendo hacia delante (abajo), algo que no pasaba desde hacia tiempo.



El Granada se benefició de la ausencia de un jugador dominador del área en el Barcelona (Luis Suárez), notándose poca presencia en el área en momentos determinantes y de ciertos movimientos de un delantero centro que el internacional uruguayo sí realiza a la perfección. Así, el Barcelona consiguió en la primera parte varias ocasiones de peligro mediante combinaciones y desmarques de ruptura  de los carrileros por ambas bandas, pero no lograron rematar entre los tres palos.


Más ofensivo:

El Granada, por su parte, dio un paso adelante al comienzo de la segunda parte. Eso le llevó a generar su primera ocasión de peligro mediante una combinación entre Gonalons y Eteki, que rompió líneas (abajo) mediante una conducción explosiva y abrió a banda para conseguir un peligroso centro lateral. Era la primera vez que el conjunto visitante consiguió poner en apuros la portería defendida por Marc-André ter Stegen.



Los visitantes comenzaron a cometer errores con balón en fase de creación según fueron ganando en posesión, y el Barcelona tuvo varios contraataques que pudieron haber terminado en el primer gol. Aunque fueron desaprovechados a pesar de estar en superioridad, destacaron los repliegues defensivos rápidos del Granada en este tipo de situaciones.


Durante todo el partido, el Granada consiguió cerrar bastante el área para no conceder disparos claros y permitir a jugadores recibir desmarcados. Lo hizo a través de buenas marcas, vigilancias y ayudas permanentes. En la segunda parte se preocupó mucho de cerrar la zona central, convirtiéndose en un equipo más corto y más agresivo en la presión, saliendo con los centrales si hacía falta a robar al centro del campo y reduciendo los espacios para evitar la circulación fácil de su rival.


Posesión sin profundidad:

Tanta posesión del Barcelona reducía las posibles ocasiones en contra, aunque asumía riesgos defensivos en caso de pérdida de balón, sobre todo en el perfil izquierdo con Alba jugando tan alto. El alto porcentaje de posesión azulgrana también provocó un mayor cansancio del equipo rival que, al verse obligado a correr más minutos detrás del balón, se fatigaba física y mentalmente.


Con la entrada de Yangel Herrera llegó la chispa del Granada, y es aquí donde el Barcelona se vio obligado a realizar más transiciones defensivas que dieron ánimos a su rival para conseguir sus mejores ocasiones. Una de ellas llegó tras una pérdida del Barcelona en salida de balón que acabó con un disparo al palo de Eteki.


Poco después, el Granada pasó de un 5-4-1 en fase defensiva al 5-3-1 con la expulsión por doble amonestación de Germán. El objetivo era mantener el 0-0, que era lo único que parecía ya poder rescatar con un jugador menos y con veinte minutos por delante en inferioridad.


Riqui Puig, protagonista en la recta final:

Al final, esa superioridad del Barcelona dio pie a un balón recuperado en una presión ejercida por el recién ingresado Riqui Puig. La acción continuó con una genial combinación de los hombres de arriba del Barcelona: un pasede  Griezmann para Arturo Vidal, quien dejó de tacón para la entrada de Messi. Sin apenas oposición, el argentino no falló en el golpeo, ajustando su lanzamiento cerca del palo para poner el 1-0 en el marcador.



Los últimos minutos sirvieron para ver el gran nivel técnico-táctico de Riqui Puig, una de las grandes apuestas de la cantera azulgrana que casa perfectamente con el modelo de juego del Barcelona. Puig mostró un gran repertorio de acciones -entre ellas orientaciones corporales, pases de atracción, de continuidad, en profundidad, recepciones de balón entre líneas o rotaciones con balón sobre sí mismo para esquivar jugadores- dándole al Barcelona el ritmo que el partido necesitaba con el definitivo 1-0.




"Ha sido un notable partido. Quizás nos ha faltado acierto en la primera parte, pero estoy contento porque sólo hemos concedido un tiro en la primera parte y el de la segunda al palo, que viene de una pérdida", valoró Setién. El entrenador del Barcelona también habló sobre la propuesta de juego: "Me gustaría que el equipo moviera el balón más rápido. Lo único que necesita es tener el control y acelerar cuando sea necesario. Así, no puede ser que tengas muchas pérdidas absurdas que te generen contraataques. Por eso, he pedido más control, tener pausa y acelerar cuando se tuviera que acelerar".



"Es un resultado que debemos asumir. Tienes que estar acertado en este campo, y el balón al palo no entró. El equipo lo ha intentado y ha hecho el partido que debía", destacó Diego Martínez. Por otro lado, el entrenador del Granada analizó la acción que dejó a su equipo con diez jugadores con la expulsión de Germán: "Ha sido muy rigurosa, porque creo que no ha hecho lo suficiente para que lo expulsasen. Pero lo que más me duele es que la semana que viene lo perdemos".