Análisis táctico: Bélgica 2 Inglaterra 0

Bélgica se acerca a la fase final de la Liga de Naciones de la UEFA después de derrotar a Inglaterra en la quinta jornada de la fase de grupos. Una derrota que, por el contrario, deja al seleccionado inglés ya sin opciones de clasificarse. Youri Tielemans hizo el primer gol para los de Roberto Martínez, que volvieron a golpear pocos minutos después por medio de Dries Mertens.

Un escenario de dos goles a favor de la selección belga en apenas 25 minutos de juego. A pesar de contar con mucho tiempo por delante, la selección inglesa no logró encontrar un gol que lo hubiera llevado de vuelta al partido. Un problema, la falta de gol, que ha acompañado a los de Gareth Southgate en toda la fase de clasificación con solo 3 tantos en cinco partidos.

Bélgica, más acertada de cara al gol -suma 12-, se jugará el pase a la fase final ante Dinamarca en la última jornada. A los de Martínez, con 12 puntos por los 10 de su rival, les vale el empate para conseguir este objetivo.

Alineaciones iniciales

Bélgica

Inglaterra

 



Roberto Martínez desarrolló a Bélgica sobre un 4-3-3 (abajo) en fase ofensiva, con Kevin De Bruyne y Dries Mertens en la línea de ataque a ambos lados, con Romelu Lukaku como delantero centro. Una estructura de ataque que buscó superar el 5-2-3 en fase defensiva propuesto por Southgate, donde los carrileros, Kieran Trippier y Ben Chilwell, se unían a la línea de tres centrales en los momentos sin balón.



Salida de balón:

Bélgica trató de construir su juego desde atrás pacientemente, circulando el balón desde la línea defensiva para habilitar espacios por donde progresar. Inglaterra, por su parte, utilizó a sus centrocampistas ofensivos, Mason Mount y Jack Grealish, para presionar la salida por los centrales locales, mientras Harry Kane enfocaba su vigilancia sobre Youri Tielemans, quien operaba como centrocampista más retrasado en el esquema de Martínez. Mientras tanto, Jordan Henderson y Declan Rice se encargaban de Axel Witsel y de cualquiera de los tres jugadores de la línea ofensiva belga que cayera al medio del campo.

Bélgica encontró cierto éxito en la salida de balón utilizando a su central Jason Denayer para generar superioridades en la construcción de juego, con Kane forzado a moverse sobre su marca, una situación que dejaba a Tielemans sin vigilancia (abajo). En ese momento, Bélgica tomaba ventaja llevando a De Bruyne y Mertens a posiciones interiores para generar un 4 contra 2 a favor ante Rice y Henderson.



En las ocasiones en que la selección belga jugaba con los centrales exteriores, generaba una estructura en rombo con los carrileros, el centrocampista central poseedor del balón y el extremo. Esta estructura facilitaba combinar al primer toque y movimientos sobre el lado débil de la defensa de Inglaterra para progresar.

Lukaku, objetivo en juego directo:

Asimismo, los locales también se mostraron cómodos en las acciones de juego directo con Lukaku, haciendo un buen trabajo el jugador del Inter en la retención del balón para desarrollar una segunda jugada combinando de frente con el medio del campo (abajo). Un balón a los pies de Lukaku era acompañado con carreras por delante de él y en su apoyo. Su juego de espaldas a la portería fue muy efectivo, con Inglaterra luchando para contenerlo durante todo el partido enviando a un central sobre marca para evitar que girara, pero el belga utilizó bien su corpulencia para frenar a su marcador.



A pesar de una construcción de juego prometedora, Bélgica no ofreció muchas amenazas a la espalda de la defensa de Inglaterra, traduciéndose esto en pocas ocasiones de gol. Las mejores opciones de los locales llegaron a través de los contragolpes. Sin embargo, con una ventaja de dos goles desde muy pronto, los de Martínez tuvieron poca necesidad de atacar, mostrándose cómodos dejándole a Inglaterra la posesión del balón.



Inglaterra formó en un 3-4-3 (arriba) en fase ofensiva, con Grealish y Mount en apoyo de Kane en la línea de ataque, que se enfrentó al 5-2-3 de Bélgica. Al igual que Inglaterra, el equipo de Martínez retrasaba a sus carrileros, Thomas Meunier y Thorgan Hazard, para forma una zaga en defensa de cinco jugadores (abajo).



Jugar por dentro:

Inglaterra, por otro lado, también utilizó una estrategia ofensiva similar a la de su oponente posicionado a sus extremos por dentro para generar una estructura de cuatro jugadores, con la ayuda de Henderson y Rice, sobre los dos centrocampistas belgas. Esto facilitó oportunidades para penetrar sobre la primera y segunda línea de Bélgica, jugando a los pies de Mount (abajo) y Grealish con pases directos. No obstante, los centrales exteriores de Bélgica se encontraban cómodos en la vigilancia sobre los extremos para asegurarse de que no pudieran girarse y avanzar.



Asumir riesgos:

Esa estrategia defensiva de Bélgica no estaba exenta de riesgos, ofreciendo espacios a la espalda por el perfil izquierdo que podían ser explotados por Inglaterra. Pero el potencial de los centrales locales en la recuperación y lanzamiento de los contragolpes –como se vio en el primer gol con la acción de Jan Vertonghen sobre Mount- hizo que mereciera la pena.

Cuando los mediocampistas ofensivos de Inglaterra retrasaban su posición para recibir el balón, los carrileros se movían en dirección contraria, buscando interrumpir la línea defensiva de Bélgica y generar un espacio a la espalda del carrilero (abajo). En la circulación de balón del equipo de Southgate por fuera o por dentro en los espacios intermedios, el central exterior de ese lado del campo - Tyrone Mings a la izquierda y Kyle Walker a la derecha - a menudo adelantaban su posición para unirse al ataque en último tercio de campo. Un enfoque no muy común en equipos con tres centrales, pero que indican las intenciones del seleccionador inglés de cara a la Eurocopa.



Generar superioridades:

Inglaterra se mostró más amenazante en ataque cuando logró conectar con Grealish. El centrocampista del Aston Villa fue posiblemente el mejor jugador sobre el campo y Bélgica recurrió a todos los medios necesarios para detenerlo, entre ellos constantes faltas que el seleccionado inglés no supo aprovechar. Tanto Grealish como Mount se movían con libertad en ataque, lo que no hacía raro verlos a ambos en el mismo lado del campo, ya que los visitantes buscaban generar sobrecargas en el último tercio (abajo). Una situación que Bélgica logró frenar, obligando a su rival a cambiar el juego antes de buscar un centro al área.



Sin capacidad de finalización:

Otra de las tácticas del equipo de Southgate era encontrar a Kane, quien regularmente también retrasaba su posición para participar en la asociación. El juego del delantero del Tottenham, la protección del balón y su capacidad para girar le llevaron a crear algunas oportunidades individuales, pero con tantos jugadores en profundidad, Inglaterra tuvo dificultades para crear espacios y atacar la espalda de la defensa rival.

A pesar de dominar la posesión, a la selección de Southgate le faltó calidad en el último tercio de campo, sin llegar a generar muchas ocasiones de gol importantes ante Thibaut Courtois. Inglaterra espera que el regreso de Raheem Sterling, Marcus Rashford y Trent Alexander-Arnold, todos ellos ausentes ante Bélgica, aumente las posibilidades ofensivas del equipo.



"Es el regalo perfecto para mi partido 50 como seleccionador belga", celebró Roberto Martínez. "Empezamos el partido muy bien, pero tuvimos algunas dificultades en la segunda mitad. Ahora tenemos que superar un obstáculo más ganando tres puntos en Lovaina (ante Dinamarca) el próximo miércoles", añadió el seleccionador de Bélgica.



"Creo que jugamos bastante bien en la primera mitad. No hubo mucha diferencia ente ambos equipos. Bélgica tuvo dos momentos en los que cedimos la posesión y un tiro libre de gran calidad", analizó Gareth Southgate. A pesar de la derrota, el seleccionador inglés sacó una conclusión positiva de cara al futuro: "El nivel de rendimiento del equipo fue muy bueno. Si jugamos de esta manera, seguiremos mejorando como equipo".

Redacción: Héctor García