Semifinal Copa Libertadores 2019/2020, 22 de octubre
Jan Hurtado (80)
El reinante campeón de la Copa Libertadores, River Plate, consiguió avanzar por segundo año consecutivo a la final de la competencia, a pesar de caer 1-0 ante Boca Juniors en el partido de vuelta de la semifinal.
El equipo dirigido por Marcelo Gallardo había conseguido una ventaja de 2-0 en el partido de ida y, si bien estuvo presionado por su gran rival durante largos pasajes del encuentro, terminó imponiéndose 2-1 en el marcador global. Saltando desde el banco, el delantero venezolano Jan Hurtado había conseguido renovar las esperanzas locales anotando un gol en el minuto 80, tras un tiro libre de Alexis Mac Allister cabeceado por Lisandro López.
Aunque el equipo de Gustavo Alfaro se volcó en la búsqueda del empate, el segundo tanto nunca llegó y la noche terminó en decepción para la mayoría de aficionados concentrados en La Bombonera.
21 / 5
DISPAROS / A PUERTA
7 / 1
54 %
Posesión
46 %
357 / 214
Pases / Completados
318 / 168
21 / 3 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
27 / 5 / 0
Boca Juniors salió con una formación de 4-4-2 (abajo) que en defensa se convertía en un 4-5-1, con un planteamiento muy ofensivo desde los primeros minutos. Gustavo Alfaro apostó por un bloque alto y líneas bien adelantadas.
Acoso intensivo de Boca:
La desventaja de dos goles en la eliminatoria se vio reflejada en la organización defensiva de Boca, buscando ejercer un acoso intensivo sobre el rival para lograr una recuperación rápida del balón que les permitiera crear más opciones de gol. Mientras, en organización ofensiva optó por la dupla Tevez y Ábila para generar apoyos y desmarques en ataque.
Para este encuentro Marcelo Gallardo mantuvo su estructura con la ventaja de dos goles en el partido de ida de semifinales. River Plate salió con una formación de 4-1-3-2 (abajo), que en su estructura defensiva pasaba a un 4-4-2, con un bloque medio y compacto.
Buscó realizar las transiciones defensa-ataque aprovechando que la defensa de Boca quedaba en inferioridad numérica. En organización ofensiva jugó por carril lateral para ganar la línea de fondo y centrar al área (abajo). En organización defensiva, mientras, intentó contrarrestar el ataque de Boca cerrando los carriles interiores y con un acoso intensivo.
A diferencia del encuentro anterior, esta vez Boca Juniors tuvo mayor control del juego, planteando una estrategia muy clara de presionar alto la salida de River, identificando la responsabilidad defensiva y cerrando carriles interiores. Impidiendo a su vez la construcción de juego para obligar a su rival a jugar por carriles laterales con pases a segunda línea.
River optó por el contragolpe:
Boca lograba una recuperación muy rápida que le permitió llegar en varias ocasiones a portería, con remates desde afuera y centros al centro del área. No obstante, el partido se vio muy pausado por muchos tiros libres que se ocasionaban por la intensidad del encuentro.
Con casi 30 minutos jugados del primer tiempo, River no tuvo muchas oportunidades claras de llegar al área rival. No contaba con superioridad numérica por la marca que tenía que ejercer ante los ataques de Boca, jugando más al contragolpe por banda en situaciones de 6 contra 4 (abajo) que no le generaba muchas opciones claras de gol. Boca, por su parte, seguía insistiendo, pero las faltas y tiros libres no permitían la fluidez del encuentro, la falta de precisión también se hizo presente.
Redoblar la apuesta:
De este modo, el primer tiempo acabó sin goles, con la ventaja para River en el global. Ante esto, Alfaro debía aprovechar la intensidad con la que estaba manejando el encuentro para lograr abrir el marcador que le permitiera igualar la serie y tener opciones de llegar a la final.
Gallardo, por su parte, debía controlar el ritmo del encuentro y tratar de neutralizar los ataques de su rival. Buscando además la manera de llegar la igualdad numérica al ataque que le permita crear opciones de gol y aumentar la ventaja obtenida.
Boca Juniors ingresó en el segundo acto con la misma estrategia y aún mucho más ofensivo que el primer tiempo, con remates de media distancia y aprovechando los desmarques de Tevez. River, mientras, se mostró más cauteloso, buscando imponer el ritmo del encuentro y neutralizar los ataques rivales.
El partido, pese a ser muy dinámico por parte de ambas escuadras, se tornó por momentos muy impreciso y con falta de ideas claras en el ataque quizá por el error de caer en la desesperación. Eso provocó que el juego se concentrara en el centro del terreno de juego (abajo), sin amplitud y profundidad para ambos equipos y solo apostando a las transiciones rápidas y repliegues intensivos tras perdida. No obstante, Boca seguía insistiendo permanentemente para abrir el marcador y buscar el resultado que le permitiera avanzar de fase.
Con menos claridad:
A diferencia del primer tiempo, el ataque de Boca ya no tenía la misma claridad y facilidad de llegada, ya que la defensa de River realizaba vigilancias defensivas e identificaba el jugador a marcar en una defensa zonal. Todo se reducía a pases por encima de la defensa de River buscando el 1 contra 1 o ganar en velocidad para poder llegar a portería.
Al minuto 61, Boca realizó su primera sustitución: ingresó Zárate por Almendra y Hurtado por Ábila. Boca, con un 54% de posesión de balón, logró abrir el marcador al minuto 80 tras un tiro libre. Hurtado aprovechó el rebote para marcar el primer gol de Boca en la eliminatoria.
Resistió la presión:
River, con un 46% de posesión de balón, empezó a manejar el ritmo del encuentro tratando de mantener un poco más la posesión del balón a pesar que la mayoría de sus ataques eran generados en contragolpe. Trató de ganar la espalda de los defensores ingresando por carril lateral aún en inferioridad numérica, lo que dificultaba concretar sus opciones de gol (abajo).
No hubo más sorpresas durante el encuentro pese a ser un partido ida y vuelta y muy intenso por parte de ambos equipos, con mayores posibilidades de Boca en este duelo. Sin embargo, al equipo “Xeneize” no le alcanzó el tiempo para igualar el marcador y acceder a la final de la Copa Libertadores.
"Quedan esas controversias, como en el partido anterior. Lamentablemente condicionan cosas, pero creo que hicimos los méritos para ganar por dos goles de diferencia. Nos faltó precisión y un poco de agresividad en el primer tiempo, en el complemento la tuvimos", señaló Gustavo Alfaro sobre la eliminación de su equipo. El entrenador de Boca también reflexionó sobre su experiencia en el club desde el mes de enero y lo que queda de esta derrota: "No es fácil estar en ese vestuario, en esta silla, soportando las críticas y que te peguen con bajeza. Uno tiene que agachar la cabeza y trabajar. Hoy siento que después de todo este tiempo, a pesar de la derrota, fue un gran aprendizaje".
"Haber jugado muy bien en la ida en nuestra cancha tuvo su premio. Vuelvo a sacarme el sombrero con este grupo de jugadores que tuvieron ese hambre de seguir y estar en una nueva final de Copa. Ahora tenemos un pasito más a ver si nos podemos volver a consagrar", enfatizó el técnico de River Plate. Marcelo Gallardo, en una reflexión sobre sus éxitos en el club "Millonario", solo quiso hablar de futuro: "En este proceso del día a día con actividad permanente nos detenemos a pensar la relevancia de llegar a una final dejando a Boca otra vez en el camino. Mi cabeza está en lo que viene y le dedico este triunfo a la gente que tiene un ida y vuelta con nosotros".