Clasificatorios Eurocopa 2020, 23 de marzo de 2019
Rodrigo (16)
Ramos (71 p)
King (65 p)
Ganar era lo más importante para una selección española que cabalga en plena transición de cara a la próxima Eurocopa. Un partido en el que España desarrolló algunas fases de buen juego, pero faltó de nuevo acierto de cara a portería. Un problema al que Luis Enrique tendrá que encontrar solución durante esta fase de clasificación.
Rodrigo, después de la clásica jugada por banda izquierda de Jordi Alba, abrió el marcador al cuarto de hora. España gozó a partir de entonces de varias ocasiones de gol, como también los noruegos, que lograron el empate en el penalti transformado por King.
Tan solo siete minutos después, el tanto visitante encontró respuesta por parte de España. Morata fue objeto de penalti y Sergio Ramos, otra vez a “lo Panenka”, restableció la ventaja para dar la victoria a los de Luis Enrique. Objetivo cumplido.
España se jugará el liderato de grupo, sorprendentemente, contra Malta, que conquistó ante Islas Feroe (2-1) su primera victoria oficial en los últimos 13 años. Suecia fue la otra selección del Grupo F que ganó su primer partido en la fase de clasificación, 2-1 ante Rumanía.
23 / 11
DISPAROS / A PUERTA
3 / 2
69 %
Posesión
31 %
760 / 689
Pases / Completados
272 / 204
11 / 2 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
22 / 4 / 0
Análisis: España
En ataque:
España pasó de un 4-3-3 a un 3-4-3 cuando construía en campo contrario, momento en el que Sergio Busquets retrasaba su posición, situándose entre los centrales para dar otra vía de pase al medio del campo.
Mientras, los laterales, Jesús Navas y Jordi Alba, proporcionaron amplitud en ataque de manera simultánea y Rodrigo y Asensio, abiertos en banda, crearon una línea frontal compacta y central junto a Morata.
España no tuvo problemas para llegar a campo contrario, siempre con un defensa incorporándose al medio del campo. Un movimiento que alejó al centrocampista central de Noruega de su oponente directo. Esto creó múltiples penetraciones centrales para España, ya que tenía un centrocampista más para vincular por dentro. Ante eso, Noruega se hizo más estrecha en defensa y dejó espacios por banda.
Así llegó el primer gol de España, en una jugada donde intervinieron los actores de la banda izquierda. Sobre el 3-4-3, Asensio trazó el pase profundo para Jordi Alba, quien le superó para llegar a los metros finales. El centro de Alba tenía como objetivo a Rodrigo, quien no falló en el remate.
España cambió su enfoque de ataque en la segunda mitad. Busquets ya no jugo tan atrás y permaneció como pivote en un trío central del mediocampo. Asensio regresó al carril interior izquierdo, mientras Ceballos avanzaba hacia un falso rol de lateral para cubrir la posición de Jordi Alba en caso de que este saliera de su zona.
Noruega también retrasó a sus delanteros para sobrecargar la zona central. Un movimiento ante el que España respondió con más juego por banda. Ahora que Noruega representaba una amenaza menor durante los momentos de transición, los locales abrieron más pases centrales hacia Morata y Asensio, quienes se combinaron para asociarse después con Jordi Alba.
Después del 1-1 de Noruega, el equipo local pronto retomó la ventaja. Una falta sobre Morata en el área y Sergio Ramos acertó en el penalti. En la recta final, España optó por dominar la posesión para conservar su ventaja.
En defensa:
España priorizó la presión en campo contrario, obteniendo una recuperación inmediata. Esto hizo difícil por momentos ver la estructura defensiva pero la base era un 4-1-4-1 en bloque intermedio.
La principal amenaza de ataque de Noruega llegó a través de las transiciones, que buscaban la espalda de Busquets. Sin embargo, el balance defensivo de España desarticuló cualquier peligro. Sin esta opción, los visitantes apostaron entonces por golpear los espacios por detrás del jugador de la defensa española que subía al centro del campo para generar superioridad. El juego directo de Noruega contrarrestaba la gran presión de España y los llevaba a retrasar sus posiciones, obligándole luego a construir el juego desde atrás.
La batalla por la segunda jugada fue clave al final de la primera mitad, con la línea defensiva de España ganando todos los duelos. A partir de ahí, Ceballos y Parejo aseguraban el pase, deteniendo el impulso ofensivo de los noruegos. España mantuvo su 4-1-4-1 a mitad de campo en la segunda mitad, estando mucho mejor equipada para lidiar con las transiciones de Noruega.
Los visitantes siguieron buscando los balones directos hacia adelante, pero con Busquets más arriba en el centro del campo, España dominó la segunda jugada también por el carril central. Esto llevó a que Noruega no tuviera opciones ofensivas, ya que no tenía posibles carreras a la espalda de su rival. Finalmente, los noruegos acabarían ganando ese primer contacto en el juego directo, provocando varias acciones a balón parado en campo de España.
En un saque de esquina, llegó el penalti a favor de Noruega y Josh King hizo el gol. Pero ese tanto no le valió a los nórdicos para sumar al menos un punto.
Análisis: Noruega
En ataque:
Noruega jugó con un 4-4-2 buscando transiciones rápidas después de la recuperación. La estrategia era atacar los espacios a la espalda de Sergio Busquets. Sin embargo, la posición más retrasada del jugador del Barcelona hizo que Noruega viera frustradas las opciones de ataque.
Para buscar una solución, los movimientos de Joshua King, cuando se encontraba con Busquets y sus compañeros en defensa, estaban bien trabajados, siendo la ruta más efectiva de Noruega, que seguía utilizando al jugador del Bournemouth en juego directo.
Por otro lado, si Busquets iba al lado izquierdo de España para realizar la cobertura, el otro delantero, Elyounoussi, se asociaba con el mediocampista derecho, Odegaard, el jugador más talentoso de los noruegos. Sin embargo, esta idea que a menudo salía directamente de los lanzamientos del portero Rune Jarstein, empezó a llevar menos peligro según avanzaba la primera mitad.
A pesar de sus mejores intenciones, ni King, ni Elyounoussi son hombres que desarrollen este tipo de juego para buscar luego pases profundos al espacio. Por otro lado, y cuando la pareja de delanteros conseguía ganar la primera jugada, la posición tan atrasada del mediocampo hacía imposible que los atacantes pudieran tener apoyo arriba.
Aun así, Noruega logró una gran oportunidad en los primeros 45 minutos, cuando King recibió el balón lejos de la marca de Busquets y encontró el pase a Ole Selnaes por detrás de la defensa española. Pero Elyounoussi no pudo hacer el gol desde una posición cercana a portería. El juego de ataque de Noruega siguió siendo inefectivo en el segundo tiempo, incapaz de ganar el primer contacto del duelo en el juego directo o encontrar un balón suelto.
Y menos cuando España empujó a Busquets más arriba, lo que aseguró las jugadas por el aire. Asimismo, España tenía aún más unidades para asegurar también el segundo balón, lo que llevó a un absoluto dominio de la posesión. A pesar del control del equipo de casa, Noruega encontró el gol del empate de penalti. Este ataque aislado fue todo lo que Noruega pudo hacer en la segunda mitad, ya que los delanteros estaban muy retrasados como para poder acechar la línea defensiva rival.
En defensa:
El equipo noruego empleó un 4-4-2 con bloque medio para enfrentarse mejor al dominio de la pelota de España. Los dos delanteros centrales, King y Elyounoussi, bloquearon cualquier acceso a la pareja de centrocampistas centrales de España, que casi siempre construía por los espacios centrales.
Esto significó que la penetración de España en campo contrario a menudo involucró a uno de los centrales a la hora de transportar el balón. Ante esto, en algún momento una de las unidades del centro del campo de Noruega tendría que salir a presionar al portador de la pelota, que solía ser el centrocampista central más cercano al balón.
Un mecanismo que provocó que Noruega hiciera más estrecha su estructura defensiva. De este modo, si el mediocampista central de Noruega era capaz de recuperar la posesión, se abría la opción a contraatacar. Algo que, sin embargo, se dio en pocas ocasiones.
Como España encontraba con comodidad el juego al pie con sus delanteros, Noruega se cerró por dentro. Esto naturalmente abrió espacios en banda, con las rotaciones de Alba y Asensio desde la izquierda desmantelando el sistema de marcas al hombre de Noruega.
La posición ahora más amplia y profunda de Asensio generaba dudas en Elabdellaoui. Al final el noruego optó por permitir que Asensio se alejara de su marca, pero esto resultó en que el jugador del Real Madrid recibiera pases libres de presión, para luego avanzar y atacar.
Por lo tanto, Elabdellaoui se vio obligado a presionar agresivamente para retrasar y bloquear el progreso de Asensio, algo que sí consiguió. Sin embargo, el seguimiento de Odegaard a las carreras de Alba se convirtió en un nuevo problema. Antes de encontrar una solución, España se puso por delante en el marcador en un gol que llegó por la banda izquierda.
En el segundo período, Noruega mantuvo su estructura 4-4-2, pero tuvo problemas con la superioridad numérica de España en el centro del campo. Para superar esa dificultad, ambos delanteros noruegos retrasaron su posición para crear un 4 contra 3 en el carril central.
Con el medio del campo ganado, los defensores de España se estiraron horizontalmente para dividir el medio del campo de Noruega y explotar los espacios entre sus centrocampistas. Esto permitió a España retomar sus combinaciones centrales y, finalmente, la ventaja en el marcador.