Vuelta de Semifinales Copa del Rey, 5 de marzo 2020
Carlos Fernández (48)
Germán (76)
Yuri (81)
El Athletic Club de Bilbao vuelve a una final de Copa del Rey (en Sevilla el próximo 18 de abril) cuatro años después en una cita histórica. Y es que es la primera final copera entre el Athletic y la Real Sociedad (eliminó al Mirandés en la otra semifinal) en los casi 120 años de la competición.
Atrás queda el sueño del Granada de Diego Martínez, que llegó a remontar el 1-0 en contra del partido de ida con los goles de Carlos Fernández y Germán Sánchez, este último a falta de un cuarto de hora para el final. Eliminado en esos momentos, el Athletic recurrió una vez más a la épica en los momentos más agónicos, algo que se ha repetido para los bilbaínos en las diferentes eliminatorias de la presente edición de la Copa, con el gol de Yuri Berchiche.
17 / 6
DISPAROS / A PUERTA
11 / 3
56 %
Posesión
44 %
404 / 299
Pases / Completados
354 / 251
13 / 1 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
12 / 3 / 0
La ventaja del partido de ida era mínima, lo que hacía pensar que el desenlace de vuelta iba a ser muy ajustado y competitivo. El Granada llevó el plan de partido donde quería desde los minutos iniciales, mientras el Athletic supo madurar el encuentro y esperar su momento con un gol en los minutos finales por parte de un lateral, Yuri Berchiche, que se proyectó como extremo.
"Micro partidos" en un mismo partido:
El Granada se dispuso en una organización 4-2-3-1 inicialmente con Yangel Herrera y Maxime Gonalons en el doble pivote y Dimitri Foulquier y Carlos Neva en los laterales, replegándose o desplegándose en función de la demanda del juego. Los espacios en ataque y en defensa que ocuparon estos laterales determinaron la estructura.
Todo este planteamiento fluctuó durante el transcurso del partido, proponiendo "micro partidos" dentro de un mismo partido, organizados en ocasiones también en 5-3-2 (arriba) o incluso en 3-4-3. Estas variantes vinieron determinadas por una baja muy sensible como fue la del delantero Roberto Soldado que, como referencia en ataque, obligó a que otros futbolistas asumieran roles que por sus características pueden adquirir, aunque no es su naturaleza. Casos de Darwin Machis o Antonio Puertas.
Notó la baja de Dani García:
Por otro lado, el Athletic Club propuso un dibujo 3-5-2 en ataque y 5-3-2 (abajo) en defensa, tratando de fortalecer la zona central, visualizando multitud de centros laterales y el juego directo por parte del Granada. Los de Gaizka Garitano también mutaron el dibujo durante el partido, pero en este caso no en función de los futbolistas, como hizo su rival, sino en función del marcador.
La baja sensible de Dani García -sancionado- en el centro del campo condicionó la elección del perfil de los mediocentros del Athletic, quizás faltando ritmo de balón y capacidad de superar líneas y claridad para encontrar a los jugadores más avanzados, especialmente a Iker Muniain.
Los visitantes comenzaron el partido presionando alto, situando a los jugadores avanzados -Iñaki Williams y Raúl García- entre los centrales del Granada, Víctor Díaz, Germán y Domingos Duarte. El objetivo era evitar asociaciones en corto, con la intención de impedir conectar desde central a lateral y así progresar en el juego (abajo).
Con esa propuesta de presión alta, el Granada se vio condicionado a jugar directo y en largo sobre los jugadores más ofensivos, Antonio Puertas, Carlos Fernández y Darwin Machís. Jugadores que por sus características no son altamente competentes en esas acciones. Asimismo, el Athletic con sus tres centrales -Iñigo Martínez, Unai Núñez y Yeray Álvarez- fueron ganadores en esos duelos individuales, obteniendo ventaja de ello.
Neutralizar el juego aéreo:
El Athletic no tuvo intención desde el principio del partido de jugar en corto en saque de portería. Ante esta situación, el Granada decidió replegar, juntar líneas, con bloque defensivo bajo para poder disputar los balones aéreos.
Los de Garitano priorizaron alejar el balón de su portería en zonas de inicio, buscando que el balón llegara rápido al área contraria. Situación que el Granada neutralizó bien, situando al pivote defensivo Gonalons junto a los tres centrales, más la ayuda del lateral de la banda más cercano a la situación del balón. Neva en banda izquierda y Foulquier en la derecha (abajo).
En esas acciones de juego directo del Athletic, la referencia para disputar esos balones fue Raúl García, donde Iker Muniain y el jugador de la banda más cercana al balón -Ángel Capa en banda derecha o Yuri en la izquierda- buscaron las caídas en los espacios para conseguir progresar en el juego.
Amplitud en ataque:
Con el balón en movimiento y en fase más avanzada en el terreno de juego, el Granada buscó jugar en amplitud, con los extremos posicionales (en realidad laterales muy abiertos) para obligar a estirarse a centrales y laterales del Athletic. Desde zonas intermedias, los locales buscaron centros laterales sobre los delanteros y jugadores que llegaron desde segunda línea (abajo). El Athletic, ante esos centros laterales, se encontró bien protegido por sus tres centrales, más el repliegue de los dos laterales.
Ante la baja de Dani García, la importancia de la intervención de Muniain en fase ofensiva de su equipo resultó vital y completamente diferencial. La capacidad del Athletic de ordenarse a través del balón pasó por encontrar a Muniain en zonas de ventaja, a la espalda de los medios del Granada, que le permitió conectar con los jugadores más avanzados, Williams y Raúl García, y poder superar líneas de presión.
Cerrar los pasillos por dentro:
En este contexto, el Granada, conocedor de la capacidad asociativa de Muniain en la primera secuencia de pases en zona de inicio del Athletic, cerró los pasillos interiores saltando a la marca del jugador del Athletic (abajo) por parte de uno de los pivotes, Herrera o Gonalons, y el resto de jugadores cercanos en constantes vigilancias defensivas.
En la segunda parte, ambos equipos comenzaron a asumir más riesgos en su juego. También arrancaron con el mismo dibujo que en la primera parte, sin cambios, pero el gol inicial del Granada, tras un centro lateral en los primeros minutos, condicionó los siguientes pasos del Athletic. Momento a partir del cual se vio un cambio de estructura al 4-4-2 y de roles en algunos futbolistas.
Llegó la sustitución de Iván Córdoba por Capa, modificando conductas en los patrones ofensivos. La línea defensiva pasó de tener una estructura de 5 a una estructura de 4 futbolistas, donde Yeray se desplazó a la posición de lateral derecho, formando línea con Núñez, Martínez y Yuri.
Más opciones del Athletic:
En zona intermedia, Muniain pasó a tener responsabilidades de extremo por un lado junto con Córdoba por el otro. Garitano mantuvo el doble pivote de Mikel Vesga y Mikel San José, situando a Raúl García en posición más central y de referencia junto con Williams en punta (abajo). A partir de este momento, el Athletic comenzó a jugar más en campo contrario, encontrando más posibilidades en ataque.
La entrada al campo de Aritz Aduriz como referencia en ataque permitió liberar a los futbolistas de segunda línea de sus marcas, encontrando espacios o bien para centros laterales o bien para conducciones. Siempre teniendo jugadores con presencia dentro del área ante una posible segunda acción o remate directo por parte del poseedor del balón. También entró Ohian Sancet por el equipo bilbaíno en sustitución de San José.
Encontrar el espacio:
A través de este mecanismo de juego, con Aduriz fijando a los centrales dentro del área, Córdoba en banda contraria y Raúl García en zona de ataque, Yuri pudo asociarse con Vesga mediante una pared para superar su marca individual, encontrando espacio para avanzar y finalizar en gol (abajo).
En conclusión, la eliminatoria se decidió en el dominio de las áreas (defensiva y ofensiva), acciones a balón parado, centros laterales y un alto de nivel de concentración, donde las estructuras colectivas se impusieron a las acciones individuales.
"Estamos fastidiados, pero creo que el Granada ha sido mejor, sobre todo en la segunda parte, y que hemos merecido pasar", dijo el técnico nazarí Diego Martínez, quien no cambia "lo que ha ocurrido por pasar la eliminatoria de otra manera y con otros jugadores". "Ha sido extraordinario, fascinante, no se pueden describir con palabras las emociones vividas. No cabía más gente. El corazón granadinista ha latido más fuerte que nunca", añadió el entrenador.
"No hemos sido nosotros mismos, estábamos demasiado responsabilizados. Nos ha costado serlo hasta que nos han metido el segundo. En ese momento, viendo que estaba perdido, nos hemos soltado. Ellos tenían menos que perder, todo lo tenían para ganar", analizó Gaizka Garitano. "La alegría por pasar a una final para un equipo como el nuestro es increíble. Hemos hecho una gran trayectoria en Copa esquivando situaciones límite", añadió el técnico del Athletic.