Serie A, 9 de febrero 2020
Brozovic (51)
Vecino (53)
De Vrij (70)
Lukaku (90+3)
Rebic (40)
Ibrahimovic (45+1)
Espectacular derbi de Milán, ajeno a la situación que atraviesan ambos equipos en la clasificación de la Serie A y a favoritismos. El Milan neutralizó el juego del Inter en el primer tiempo, para añadir además los goles de Ante Rebic y Zlatan Ibrahimovic.
Pero todo cambio en el segundo tiempo, cuando el equipo dirigido por Antonio Conte desarrolló una de sus mejores actuaciones de esta temporada. Igualó el partido en apenas dos minutos, del 51 al 53, con los tantos de Marcelo Brozovic y el uruguayo Matías Vecino y con viento a favor, Stefan De Vrij adelantó a los locales en un remate de cabeza en saque de esquina. En los instantes finales apareció Romelu Lukaku para sentenciar el partido y marcar su gol número 17 en la Serie A.
La victoria permite al equipo de Antonio Conte alcanzar en el liderato a la Juventus, que esta jornada cayó derrotado ante el Hellas Verona (2-1). El Milan, por su parte, se aleja de la zona de clasificación para Europa, siendo 10º con 32 puntos, a 10 de la zona Champions League que marca el Atalanta.
15 / 8
DISPAROS / A PUERTA
16 / 2
42 %
Posesión
58 %
417 / 337
Pases / Completados
559 / 469
6 / 4 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
13 / 2 / 0
El Inter de Milán formó en un 3-5-2 (abajo) en fase ofensiva con Antonio Candreva, Matías Vecino, Marcelo Brozovic, Nicolo Barella y Ashley Young en el medio del campo, siendo Alexis Sánchez y Romelu Lukaku las referencias en ataque.
Por su parte, el Milan se desarrolló en defensa bajo un 4-2-3-1 (abajo). Andrea Conti, Simon Kjaer, Alessio Romagnoli y Theo Hernández en la línea defensiva; Ismael Bennacer y Franck Kessie en el centro del campo.
Los de Antonio Conte tuvieron problemas en el primer tiempo para tener el control del partido y dificultades para jugar por fuera ante la agresiva presión del Milan orientada al hombre.
La presión visitante:
Zlatan Ibrahimovic, Ante Rebic y Samu Castillejo presionaron a los tres centrales del Inter, sumado a las marcas individuales en el mediocampo: Hakan Calhanoglu con Brozovic y el dúo Bennacer y Kessie emparejados a Vecino y Barella. La clave de la presión del Milan fue la orientación que adoptaron Rebic y Castillejo en la presión sobre los centrales.
Ambos cerraron el pase de los centrales del Inter por fuera, intentando frenar esa vía de juego tan decisiva en los locales. La opción del Inter de encontrar a sus carrileros pasaba por la llegada del balón a Brozovic, para jugar después a un toque. Sin embargo, esto conllevaba un elemento de riesgo debido a la intensa presión del Milan, provocando que fuera una opción apenas utilizada por el equipo de Conte.
En las ocasiones en que sí consiguió encontrar a sus carrileros, éstos buscaron llevar el balón al pie y en profundidad. Una vez que el esférico pasaba arriba mediante este movimiento, el futbolista más alejado de la jugada buscó atacar el espacio débil para ser encontrado a través de un movimiento de ruptura (abajo).
Esto fue evidente en algunas ocasiones de la primera mitad, sin embargo, cuando el centrocampista central recibía el balón, el Inter tuvo problemas para avanzar entre la defensa del Milan debido a la falta de movimientos en profundidad.
Balance defensivo:
Y es que los visitantes ajustaron su estructura en fase defensiva para bloquear el juego ofensivo de su rival. Mantuvo la marca individual de Calhanoglu sobre Brozovic (abajo), sin embargo el extremo más alejado de la jugada abandonaba su marca sobre una de los centrales basculando al medio del campo para tapar la posible asociación del Inter en esa zona. Esto significó que Ibrahimovic tuvo que ir hacia esa parte a del campo para evitar el cambio de orientación.
El propósito de eso era mantener al centrocampista central más cercano a su oponente, pero utilizar también al segundo centrocampista -ahora libre por el balance defensivo de uno de los extremos (abajo)- como pantalla frente a la posible asociación del Inter con algunos de sus delanteros.
Menos intensidad defensiva:
En el segundo tiempo el Milan mantuvo su estructura defensiva, pero no la intensidad, lo que le dio al Inter el control del partido y más posibilidades de jugar el balón entre sus tres centrales. Éstos demostraron su voluntad de salir con la posesión y comprometer a un centrocampista del Milan a ir hacia el balón, liberando así a un compañero en este proceso para generar superioridades de 2 contra 1 por dentro.
Una importante mejora del Inter en la segunda mitad, ya que le permitió llegar hasta la línea defensiva del Milan en muchas más ocasiones y crear oportunidades. Ante esto, los defensores visitantes retrasaron su posición a un bloque para intentar que el Inter no creara oportunidades alrededor de su área. Sin embargo, no cumplió su objetivo ya que los dos primeros goles del equipo de Conte llegaron en estas situaciones.
Buscar el contragolpe con ventaja:
La disminución de la intensidad defensiva del Milan también llevó a tener menos presión en primera línea, gozando los locales de mejores situaciones para jugar. En los últimos minutos del partido, con el Inter por delante en el marcador, el equipo de Conte buscó jugar al contraataque y utilizó la velocidad, la potencia y la fuerza de Lukaku como salida de esas acciones, mientras que también comprometió a los jugadores hacia adelante para unirse al contraataque. Llegaron así algunas ocasiones más, finalizadas una de ellas con el cuarto gol.
Apuesta ofensiva del Milan:
El Milan formó en 4-2-3-1 (arriba) en fase ofensiva con Bennacer y Kessie en el mediocampo, mientras que en ataque Ibrahimovic era apoyado por Rebic, Calhanoglu y Castillejo. Para contrarrestar a su rival, el Inter jugó en 5-3-2 (abajo) en defensa, sumándose Candreva y Young a la línea defensiva.
Los anfitriones buscaron presionar con Lukaku y Sánchez a los dos centrales del Milan, operando en marcas individuales en el medio del campo y los extremos jugando por fuera y en profundidad ante los laterales del Milan.
Los visitantes utilizaron a Ibrahimovic como referencia ofensiva jugando de manera directa con él, ganando el sueco los duelos aéreos ante los defensas del Inter. Estaban atentos a la segunda jugada los centrocampistas para continuar el ataque después de la prolongación de Ibrahimovic y llegar a zonas más avanzadas.
Ibrahimovic, referencia en ataque:
El Milan también intentó generar ataques construidos desde atrás, pero esos pases directos a Ibrahimovic, ganando después la segunda jugada, se mostraron más efectivos en la asociación con un compañero para generar una ocasión de gol. Así llegó el primer tanto del Milan.
Por otro lado, los visitantes también intentaron atraer a los jugadores del Inter a banda antes de explotar el juego al otro lado, de nuevo con Ibrahimovic en acción. El Milan jugó a los pies del sueco, permitiéndolo asociarse con sus compañeros, y el siguiente pase era un cambio de orientación, donde el Inter tendría menos unidades con las que defender.
Para evitar esa debilidad defensiva, los de Conte a menudo buscaron defender con líneas retrasadas y compactas con la intención de reducir el espacio entre ellas.
Mayor control del Inter:
Eso limitó las oportunidades del Milan de recibir entre líneas, pero les permitió llegar directamente a Ibrahimovic más a menudo. De este modo, el Inter comenzó a hacer el balance defensivo en función de la dirección del juego más rápidamente en campo propio, dificultando al portador del balón -centrado en no perderlo- poder visualizar con claridad las posibles opciones de pase hacia los delanteros del Milan.
En la segunda mitad, debido a su enfoque defensivo, los visitantes tuvieron menos el balón y pelearon por el control del partido hasta que se encontraron 3-2 abajo. Entonces pasaron a jugar sobre un 3-2-4-1 en un intento de sobrecargar la primera línea en situaciones de 3 contra 2 y las áreas centrales 4 contra 3. Sin embargo, el papel de Christian Eriksen del Inter, emparejado con el centrocampista defensivo AC Milan, evitó esta sobrecarga en las áreas centrales, restringiendo a los visitantes a mover el balón de un lado a otro para intentar encontrar una vía de pase.
"Fue una noche especial, porque en la primera mitad tuvimos una gran dificultad y existía el riesgo de tener un tropezón. En cambio, fuimos buenos para reequilibrarnos y no perder la confianza", explicó Antonio Conte. El entrenador del Inter también habló de las opciones de su equipo al título: "Es muy pronto para hablar de algo con lo que hoy solo podemos soñar. Se necesita paciencia, pero estamos haciendo cosas excelentes y hoy hemos demostrado que tenemos una gran fuerza".
"El 2-0 al descanso fue muy poco para lo que habíamos mostrado. Luego hubo dos episodios en los que nos equivocamos. Dos goles en pocos minutos, con nuestro descuido, con malas entregas en fase defensiva. Si no hubiera ocurrido entonces hablaríamos de otro partido", señaló Stefano Pioli. "Por supuesto, tuvimos que ser más cuidadosos. El Inter es un equipo experto, están más acostumbrados a jugar ciertos partidos que nosotros", añadió el entrenador del Milan.