Partido de ida octavos de final de la Liga de Campeones de la UEFA, 25 de febrero 2020
Mertens (30)
Griezmann (57)
Napoli y Barcelona firmaron una tregua momentánea -hasta el partido de vuelta- después del tanto de Antoinne Griezmann en el minuto 57 de partido. Era el empate de los visitantes, quienes se vieron frenados por el dibujo por el que apostó Gennaro Gattuso de salida en los locales.
Con una fuerte defensa, el Napoli confió todas sus opciones a un contragolpe o un error en la zaga rival. Así llegó el gol de Dries Mertens, originada la acción en un inoportuno resbalón de Junior Firpo en el perfil izquierdo de la defensa azulgrana.
Finalizó el internacional belga con su clásico disparo, colocando el balón en un ángulo imposible para Marc-André Ter Stegen. Consiguió encontrar el gol el Barcelona en el segundo tiempo, igualando la eliminatoria de cara al partido de vuelta. Un encuentro donde los de Quique Setién, a pesar de partir como favoritos por este resultado de la ida, tienen las importantes bajas por sanción de Busquets y Arturo Vidal.
7 / 4
DISPAROS / A PUERTA
7 / 1
35 %
Posesión
65 %
422 / 362
Pases / Completados
819 / 745
7 / 2 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
11 / 3 / 1
La eliminatoria Napoli-Barcelona tiene un valor emocional añadido porque existe un elemento común a ambos clubes: Diego Armando Maradona. Además de ser la primera vez que se enfrentan en competición oficial.
Desde el plano deportivo, ambos equipos recientemente han cambiado sus entrenadores. Eso conlleva un cambio en la dirección del grupo y una modificación o adaptación del estilo de juego de sus equipos. Quizás la transición del cambio de entrenador en el Barcelona es menos acentuada porque la idea de juego del club catalán está mucho más definida.
Mientras tanto, el Napoli ha pasado - en un margen relativamente corto de tiempo - por diferentes filosofías en la gestión. Maurizio Sarri, identificado con un juego ofensivo muy puro, Carlo Ancelotti, cuyos equipos son más equilibrados, y por último Gennaro Gattuso, quien ha fijado su atención principalmente en establecer patrones de juego más defensivos que les permita ser más competitivos, con mayor criterio y solidez ofensiva.
Un equipo consciente de que, si encaja pocos goles, por su capacidad ofensiva va a tener ocasiones de conseguir ventajas en el marcador.
Los dibujos:
La dinámica del partido se desarrolló según el plan de juego de cada equipo. El Barcelona dominando el partido a través del balón en campo contrario ante un Napoli replegado en campo propio y buscando progresar tras recuperar atacando entonces los espacios.
El equipo italiano propuso una estructura fluctuante en función de la demanda del juego. En ataque se organizó sobre un 4-3-3 con José Callejón, Dries Mertens y Lorenzo Insigne en posiciones más adelantadas y en defensa un 4-5-1 (abajo).
En fase defensiva replegaron Callejón y Insigne junto a la línea de medios, compuesta por Fabián Ruiz, Diego Demme y Piotr Zielinski. La propuesta se basó en la intención de cerrar pasillos de juego interiores, dificultando la circulación de balón del Barcelona.
Quique Setién planteó el partido con el habitual dibujo 4-3-3 (abajo), con Arturo Vidal, principal novedad en el once inicial, formando la línea de los 3 jugadores más avanzados junto a Leo Messi y Antoine Griezman.
Fraccionar bloques de juego:
El Napoli, en las reanudaciones de juego desde portería, planteó una situación muy característica. Situó a los centrales próximos al portero, dos medios perfilados corporalmente para jugar hacia delante y los laterales bajos para tener la posibilidad de encontrarlos rápido ante una secuencia de pases iniciales. Arriba jugaron liberados Callejón, Mertens e Insigne.
Con esta situación, el cuadro italiano buscó atraer un gran número de futbolistas del Barcelona, dividiendo a su rival en dos espacios claramente distanciados: un bloque avanzado (abajo) -compuesto por Griezman, Messi, Vidal, Frankie De Jong, Rakitic y Busquets-, y un bloque alejado con la línea defensiva -Junior, Umtiti, Piqué y Semedo-.
La ventaja se encontró -al acumular pases en zona de inicio- priorizando salir con los laterales y enlazar rápido con los avanzados. Situación que generó una ventaja numérica y posicional en zonas que superaron la línea de medios, obligando a correr hacia atrás al Barcelona. Una situación a la que no están acostumbrados los jugadores azulgranas, y que, por sus características, tienen dificultades para resolver.
Ritmo de balón:
Ante un equipo que defiende en bloque bajo, con líneas muy juntas, la solución pasa por jugar con un ritmo de balón y circulaciones de balón rápidas e intensas. Pocos contactos y la participación de un número alto de jugadores para eliminar referencias en los jugadores que defienden. El Barcelona, sin embargo, tuvo un ritmo de balón lento, a lo cual respondió el Napoli con simples basculaciones en sentido horizontal (abajo), sin implicar ello demasiado desgaste.
Los de Setién circularon mucho el balón pero sin progresar, haciendo imposible encontrar a Messi, De Jong, Griezman o Vidal en situaciones de ventaja a espaldas de los laterales o detrás de los medios del Napoli.
Sin amplitud no hay profundidad:
El Napoli, con su disposición en fase defensiva de 4-5-1, buscó alejar el juego del Barcelona de zonas interiores y orientar con sus conductas defensivas y distribución en el espacio a zonas exteriores.
Lo hizo así porque era conocedor de que el Barcelona no tiene futbolistas con capacidad de desborde en acciones de 1 contra 1 basado en duelos individuales, sino que posee más atributos en capacidades asociativas, con los ejemplos de Vidal y Griezmann.
Si el balón llegaba por fuera, el Napoli era consciente de que podría recuperarlo utilizando superioridades numéricas 2 contra 1. Mário Rui y Zielinski, por un lado, y ,por el otro, Di Lorenzo y Fabián o Demme. Y en el caso de no poder recuperar, obligaron al Barcelona a seguir circulando el balón, pero en zonas sin posibilidad de atacar la portería.
Para estirar al equipo contrario, los de Setién necesitaron la profundidad, pero no la encontraron. Después de llevar el balón fuera sobre Junior o Semedo, el balón volvía dentro. De este modo, su intencionalidad no era progresar, sino seguir circulando, a lo que hay que añadir que ningún jugador amenazó espacios a la espalda de centrales o laterales del Napoli.
En esta faceta del juego se echó de menos la participación de futbolistas como Luis Suárez, fijando centrales, o Ansu Fati, provocando situaciones de duelos individuales 1 contra 1, de fuera a dentro. Sí tuvo el canterano del Barcelona unos minutos en la segunda parte.
Eliminar líneas de pase con Busquets:
Una de los argumentos para organizarse el Napoli en una línea de 5 en el medio fue por la necesidad de agrupar jugadores, evitando recepciones de los jugadores del Barcelona, especialmente en fases de inicio y avance. Por esto, Insigne y Callejón se replegaron en posiciones de interiores, y Mertens no presionaba a los centrales, sino que priorizaba marcas sobre Busquets (abajo).
Fabián, atracción para liberar:
Por el contrario, la idea del Barcelona era anular la conectividad en el juego de Fabián, quien venía a recibir junto a los centrales; Busquets se encargó de perseguirlo prácticamente por todo el espacio intermedio (abajo).
Ese papel de Fabián generó la posibilidad de encontrar a Callejón e Insigne por un desajuste en las marcas, sumado a que las ayudas en el Barcelona estuvieron normalmente lejos debido a la pérdida de referencias de De Jong y Rakitic.
Los goles:
El 1-0 para el Napoli llegó tras un inicio de juego donde el timing en la presión del Barcelona no estuvo coordinado. Messi, Griezman, Vidal y Busquets saltaron a la presión de forma desordenada, permitiendo recibir a Di Lorenzo con ventaja y libre de marcas.
Esa libertad le permitió al jugador italiano girarse, y con una conducción simple eliminar dos líneas de presión para conectar posteriormente con el jugador avanzado (abajo).
El Barcelona, tras verse superado, replegó, aunque con una posición equivocada en la altura de las líneas presionantes. Situación que permitió enlazar a Fabián con Callejón a la espalda de los pivotes defensivos del Barcelona. Eso obligó a salir de zona a Piqué, dejando desprotegida la línea más cercana a su portería y generando un desajuste que aprovechó Mertens para marcar.
El empate llegó tras un buen juego interior del Barcelona, encontrando en la misma acción la amplitud y profundidad necesaria para generar peligro. Con la acumulación de pases y ventaja espacial que proporciona recibir a espaldas de línea presionante, con Vidal atrayendo al central Maksimovic y Busquets libre de marca y de cara al balón.
Ahí el centrocampista del Barcelona pudo jugar para Semedo (abajo), quien realizó un desmarque de ruptura a la espalda del lateral del Napoli para asistir a Griezmann.
Lo más positivo para el Barcelona es el resultado, teniendo en cuenta que el partido de vuelta es en el Camp Nou, porque las sensación de superioridad que quería en este partido de ida no se encontró. El Napoli, mientras, ejecutó su plan de partido de una forma más pragmática y eficiente.
"Debíamos jugar un partido como este: si les das espacio, pueden hacerte daño. Hasta el gol no nos dispararon a portería y la sensación es que podría haber pasado un día entero sin lastimarnos. El problema es que nos equivocamos en un episodio y lo pagamos caro”, señaló Gattuso. “Podríamos haberlo hecho mejor en la construcción, superando el miedo, pero cuando los oponentes siempre te mantienen con posesión, es normal estar cansado”, añadió el entrenador del Napoli, que cree que la “clasificación está abierta”.
"Ha sido un partido igualado. Hemos tenido más control pero ninguno de los dos equipos ha generado muchas ocasiones. A nosotros nos ha costado encontrar espacios, especialmente en la primera parte", expresó Quique Setién. "Esto ya lo sabíamos. Somos conscientes de ello y ahora no se puede hacer nada. En la vuelta no jugaremos ni con diez ni con nueve. Encontraremos soluciones", añadió el entrenador del Barcelona sobre las bajas de Busquets y Vidal para la vuelta.