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Análisis táctico: Real Betis 1 Real Madrid 2

Análisis táctico: Real Betis 1 Real Madrid 2
Getty Images
Redacción
Héctor Riazuelo
Publicado el
enero 16 2019

La Liga, 13 de enero de 2019

Real Betis 1Real Madrid 2

Sergio Canales (67)

Luka Modric (13)
Dani Ceballos (88)

A pesar de tener menos de un tercio de la posesión, el Real Madrid consiguió salir victorioso del Benito Villamarín. El equipo de Santiago Solari estuvo en ventaja la mayor parte del partido, gracias al gol de Luka Modric en el minuto 13.  Cuando finalmente el Betis logró traducir su control del balón en el gol del empate, a través del ex jugador del Madrid Sergio Canales, parecía que los visitantes se encaminaban a perder aún más terreno frente al líder, FC Barcelona. Pero en los instantes finales del encuentro apareció el suplente Dani Ceballos para conseguir de tiro libre el gol de la victoria. Madrid está ahora cuarto en la tabla, 10 puntos detrás del Barça. El Betis de Setién, con tres partidos sin victoria, se queda séptimo.

Alineaciones iniciales
Real Betis
Real Madrid
Estadísticas
Real Betis Real Madrid

9 / 2

DISPAROS / A PUERTA

14 / 5

68 %

Posesión

32 %

756/691

Pases / Completados

296/245

9 / 2 / 0

Faltas / Amarilla / Roja

13 / 3 / 0

Análisis: Real Betis

El Real Betis estructuró un 4-3-3 en juego de posesión, con William Carvalho, Andrés Guardado y Giovani Lo Celso como tridente del mediocampo detrás de los tres delanteros: Sergio Canales, Antonio Sanabria y Joaquín. Los hombres de Quique Setién lograron dominar la pelota con su clásico estilo de juego de posesión, aunque los números no cuadraban. 68% de posesión y dos tiros a puerta.

El Betis casi triplicó la cantidad de pases que completó el Real Madrid. Sin embargo, no encontró vías de penetración sobre la defensa del Real Madrid. Intentó crear oportunidades presionando la salida de balón del equipo blanco o ejerciendo superioridad numérica en el centro del campo: Casemiro y Fede Valverde en el Real Madrid Madrid; William Carvalho, Lo Celso y Guardado en el Betis. Cuando el Madrid igualaba esa diferencia de hombres (por lo general dejando caer a Luka Modric o Vinicius como tercer centrocampista), el Betis también tenía respuesta: Canales o Sanabria se unían al medio del campo. Movimientos que los defensores centrales del Real Madrid no solían seguir.

Los locales tenían una gran cantidad de posesión, aunque la mayoría circulaba en horizontal frente al bloque compacto que formaba el Real Madrid. El Betis tendía a empujar a los tres delanteros más adentro y usar a los laterales, complementos para ensanchar el campo. Dibujo que llevó al Real Madrid a desarrollarse en un 5-3-2, con Dani Carvajal y Sergio Reguilón, encargados de vigilar su espalda ante la entrada de los laterales del Betis.

Sin posibilidad de encontrar espacios, el Betis intentó variar situaciones de juego con el objetivo desequilibrar el bloque del Madrid y aprovechar el lado débil que se podría abrir. Lo hacía sobrecargando el juego con el lateral derecho por su zona, un atacante abierto y una figura del medio del campo, normalmente Guardado. Sin embargo, esos movimientos fueron en su mayoría demasiado lentos, lo que permitió al Madrid balancear su línea y frenar el ataque con facilidad.

Sin la posesión, el Betis buscó presionar en 4-3-3 o 4-2-3-1, dependiendo del posicionamiento de Valverde y Casemiro. Lo Celso y Guardado eran los encargados de vigilar la posición de ambos jugadores del Madrid. El Betis buscó presionar de manera agresiva en la parte alta del campo, pero como el Madrid tenía poco tiempo el balón (y cuando lo tenía casi siempre era con un fútbol directo) rara vez se requería esa estructura de posesión.

Al otro lado, la mayoría de los defensores de Betis llegaban a través de carreras de recuperación cuando el Madrid buscaba el contragolpe. Estas recuperaciones obligaban al jugador encargado de generar juego a estar lejos del centro del campo, por lo que después se intentaba retrasar la próxima acción el mayor tiempo posible para permitir a estos recuperarse. También intentaron iniciar una contra-presión inmediata al perder la pelota, colocando a los jugadores cerca del balón cuando estaban en posesión para que pudieran ejercer una presión fuerte e inmediata tan pronto como se perdiera la pelota.

Análisis: Real Madrid

El Real Madrid se estableció en una formación 3-4-2-1, con Sergio Ramos, Nacho y Raphael Varane formando el bloque de atrás. Dani Carvajal, Casemiro, Fede Valverde y Sergio Reguilón operaron en el mediocampo, con Luka Modric y Vinicius Junior apoyando al único delantero, Karim Benzema.

El Real Madrid jugó desde el principio con pases en largo, tratando de liberar a Vinicius y Benzema detrás de la línea defensiva del Betis. Sin embargo, ambos fracasaron en gran medida en esta función y el Madrid rara vez mantuvo la posesión a través de esta vía. Los visitantes lograron solo el 32% de la posesión, y principalmente buscaron dañar al Betis al contragolpe, como lo hicieron en el movimiento que llevó a Modric a abrir el marcador.

A menudo mantenían a Vinicius arriba en fases sin posesión, de modo que, una vez recuperado el esférico, pudieran liberarlo detrás de la defensa del Betis lo antes posible. Además, con los laterales Carvajal y Reguilón presionando alto para proporcionar amplitud, el Madrid pudo usar a Modric en los metros finales, donde generalmente se encuentra más cómodo y genera más peligro.

Cuando no tenía la pelota, el Real Madrid variaba entre una presión alta y un bloque medio-bajo extremadamente compacto. La presión alta tomó la forma de un 3-4-2-1, mientras que el bloque bajo estaba en un 5-3-2. Al presionar alto, el Madrid se arriesgó a dejar situaciones de tres contra tres en la parte de atrás: Ramos, Nacho y Varane contra Joaquín, Sanabria y Canales. El objetivo era comprometer a más jugadores e interrumpir la construcción de juego del Betis.

Benzema, con posesión del Madrid, era el encargado de arrastrar a uno de los centrales del Betis hacia un lado del campo. Mientras, el lateral del lado por donde se desarrollaba el juego del Madrid presionaría al defensa del Betis. En una cadena de movimientos, Vinicius y Modric buscarían la atención de William, y Casemiro y Valverde vigilaban a Guardado y Lo Celso. En ocasiones, también se permitió descolgar a uno de estos dos últimos jugadores por el centro. Con el Betis en fase ofensiva, el lateral del otro lado se activaría para cubrir a su par.

En las ocasiones en las que el Betis disfrutaba de una buena posesión de balón, el Madrid se replegaba a un bloque bajo de 5-3-2 y se mantenía extremadamente compacto en el carril central, tanto horizontal como verticalmente. Esto minimizó la capacidad de los delanteros del Betis para recibir entre las líneas, presionados por delante y por detrás por los jugadores del Madrid.

Asimismo, los defensas centrales caían a sus respectivos lados para tapar esa zona, mientras que Modric y Valverde presionaron en áreas más amplias, lo que permitía que Carvajal y Reguilón se mantuvieran compactos junto a la línea de tres defensores.

De este modo, el Real Madrid se encontraba cómodo dejando que el Betis construyera su juego en esas zonas más amplias, ya que Ramos, Nacho y Varane podían salir al cruce, con Casemiro, Valverde y Modric disponibles para recoger cualquier rechace de estos.

No obstante, este planteamiento requería altos niveles de concentración, y el Betis castigó al Madrid en la única ocasión en que estos niveles cayeron. Valverde salió de su lugar para presionar a William, lo que creó una línea de paso a Lo Celso. Como resultado, Ramos abandonó su espacio para cerrar al mediocampista, quien encontró a Canales libre de marca para hacer el gol del empate.

Afortunadamente para los visitantes, este error no les costó los tres puntos. Dani Ceballos, que había salido en la segunda mitad, marcó de falta directa en los últimos minutos para meter de nuevo al Real Madrid en puestos de Champions.