La Liga, 22 de diciembre 2019
Un gol en tres partidos. Es el balance con el que cierra el Real Madrid 2019 después de sumar el tercer empate consecutivo de la semana (1-1 ante el Valencia y 0-0 ante el Barcelona antes) y el séptimo en la competencia doméstica en 18 partidos.
Los de Zinedine Zidane volvieron a acumular una gran cantidad de ocasiones de gol, con hasta tres remates al palo ante un ordenado Athletic de Bilbao que también llevó peligro a la portería de Thibaut Courtois en los metros finales. Este resultado deja al Barcelona como líder en solitario en la La Liga con 39 puntos, dos más que el Real Madrid, después de solventar los azuglrana su partido ante el Alavés por 4-1.
21 / 10
DISPAROS / A PUERTA
9 / 2
67 %
Posesión
33 %
777 / 680
Pases / Completados
353 / 268
8 / 1 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
14 / 0 / 0
El Real Madrid afrontó el último partido del año con variaciones en el once con la entrada de Éder Militao en lugar de Rapahel Varane en el eje defensivo, además de la ausencia de Casemiro. Sorprendió también Zidane utilizando a Rodrygo y Vinicius en bandas compartiendo línea de ataque con Benzema.
En el Athletic, por su parte, era destacable la ausencia de Ander Capa por sanción en el lateral y la presencia de Kenan Kodro en la punta de ataque acompañando a Iñaki Williams.
Atacar con amplitud:
El Real Madrid inició con su 4-3-3 habitual (abajo) con el matiz de tener dos extremos como Rodrygo y Vinicius, que le aportaban mayor amplitud al equipo que con la presencia de Isco. Al introducir a los dos extremos brasileños el Madrid ganó espacio hábil para circular el balón y hacer así el partido más largo. También, por otro lado, redujo el número de duelos en el centro del campo donde el Athletic podría tener superioridad sobre todo ante la ausencia de Casemiro.
El Athletic decidió colocar ofensivamente una defensa de 3 con Iñigo Lekue y Yuri de carrileros para poder llegar con dos puntas sin perder la presencia en el medio, otorgándoles las bandas por completo y confiando en su capacidad para repetir esfuerzos durante el partido.
En fase defensiva, el Real Madrid siguió utilizando un 4-1-4-1 (abajo) siendo esta vez Fede Valverde el que se colocaba entre las dos líneas de 4.
El Athletic estableció un 5-3-2 (abajo) con los carrileros hundidos a la altura de los centrales, lo que permitía acumular muchos hombres por dentro para evitar lo que tan bien le funcionó al equipo blanco en el Camp Nou en el partido anterior, los espacios en la frontal para golpear desde fuera del área y una circulación en los aledaños de su portería.
Los locales buscaron estirar el bloque rival para encontrar los espacios por dentro, iniciando el juego desde su propia frontal de área. Mantuvo a sus extremos muy profundos y desmarcados, generando espacios por dentro que pudieran aprovechar Toni Kroos y Luka Modric para circular de una manera fluida en fase de creación.
Juego directo del Athletic:
El equipo rojiblanco, por el contrario, buscó sobre todo jugar directo bien al espacio sobre Williams o Kodro, o el poderío aéreo de Raúl García para que Williams ganara la prolongación (abajo).
La presión del Real Madrid es ya una seña de identidad en la que intentan robar en campo contrario, pero los carrileros del Athletic, al recibir en corto, generaron una situación táctica que el equipo de Zidane debía interpretar y decidir.
Existían dos opciones: ir a presionar alto con los laterales y generar por el contrario espacio a la espalda de éstos que pudiera aprovechar Williams o quedarse en línea de 4 y esperar, permitiendo recibir sin presión a los carrileros. Evidentemente el Real Madrid decidió arriesgar, quedando situaciones de 2 para 2 en posiciones defensivas.
El equipo de Gaizka Garitano realizaba presión tras pérdida en campo contrario y si el Real Madrid conseguía salir de esa presión, efectuaba repliegues colectivos rápidos hasta establecerse en campo propio (abajo).
Asumir riesgos:
Los laterales largos son normalmente también otra de las señas de identidad del Real Madrid, como también los riesgos asumidos. Así, se pudo ver a los centrales del equipo de Zidane circulando en ataque posicional a 70 metros de su portería, lo que generaba unos espacios muy peligrosos para Williams, que gestiona muy bien ese tipo de espacios. Sin embargo, Sergio Ramos y Militao también fueron muy rápidos para realizar esos repliegues en contraataques.
Los locales interpretaron desde el principio que el partido estaba por fuera y tanto Vinicius como Carvajal y Rodrygo intentaron perforar las bandas ante un Athletic que defendió bien los centros laterales (abajo), pero sufrieron más en las acciones de uno contra uno, sobre todo ante Vinicius que consiguió superar rivales con facilidad, aunque tuvo problemas con la definición.
En la segunda parte los blancos cerraron mucho más las opciones de contraataque e intentaron controlar un poco más el partido al ritmo de Kroos y Modric, generando una gran cantidad de ocasiones. La entrada de Gareth Bale colocándose a pierna cambiada, ofreció la variante recortar por dentro con el objetivo de buscar un golpeo que no se estaba prodigando durante todo el partido.
Más ofensivo:
El Athletic se estiró alrededor del minuto 70 para intentar salir y poder hacer gol, y empezó a lanzar balones a la espalda para Williams. Esto abrió bastante el partido y Zidane decidió intentar aprovecharlo con la entrada de Jovic, perdiendo un poco el orden y la estructura que mostraba un equipo simétrico con Vinicius y Rodrygo, y buscando acumular más rematadores dentro del área donde, generalmente, el Athletic se sintió cómodo.
Acabó el Athletic apretando la salida de balón del Real Madrid (arriba) cosa que no sucedió durante los primeros 75 minutos, y es que el plan era intentar ganar el partido en los minutos finales después de un partido de mucho trabajo.
Terminó el equipo blanco con 3 referencias de ataque ya que Sergio Ramos se sumó a Jovic y Benzema (arriba), lo que demostró que al Madrid no le valía el empate en casa. Y gracias a la buena defensa del Athletic y las grandes intervenciones de Unai, el resultado no se movió en todo el partido.
“Con el partido que hicimos estoy disgustado, por los jugadores sobre todo, por las ocasiones que han hecho, pero esto es fútbol y hay que meterla. En los tres últimos partidos hemos tenido mucho juego y ocasiones pero pocos goles”, señaló Zidane después del partido. A pesar de los problemas para hacer gol, el entrenador del Real Madrid dijo que "no vamos a fichar un delantero. Calma y tranquilidad porque lo que hicimos durante cuatro o cinco meses fue muy bueno. Hay que seguir".
El entrenador del Athletic Club, Gaizka Garitano, aseguró en rueda de prensa tras el empate a cero contra el Real Madrid que para “sacar algo” del Santiago Bernabéu se necesita “ese puntito de fortuna” que tuvieron con los disparos al palo del conjunto local. "Necesitábamos gente alta y fuerte porque ellos tienen un poder muy alto en este aspecto. En ataque combinativo les iba a costar más porque somos una defensa muy organizada, teníamos más miedo al balón parado y a las contras”, explicó el entrenador del Athletic sobre su planteamiento.