Fase de grupos Copa Libertadores, 1 de octubre 2020
Julián Álvarez (11, 37)
Diego Costa (26)
No acusó River Plate jugar lejos de su cancha (El Monumental está en pleno proceso de remodelación) en su vuelta como local en la Copa Libertadores. En la cancha de Independiente, en Avellaneda, el equipo de Marcelo Gallardo firmó su pase a los octavos en detrimento de Sao Paulo, eliminado de la máxima competencia de clubes en Sudamérica.
El equipo brasileño llegaba al duelo con la necesidad de ganar para intentar seguir adelante, resultado que no pudo conseguir ante el acierto de Julián Álvarez. El joven delantero marcó los dos goles de su equipo para llevar a River a los 10 puntos en el Grupo D, que está liderado por Liga Deportiva Universitaria de Quito con 12. Ambos equipos se jugarán el primer puesto del grupo en la última jornada, con los argentinos como locales.
13 / 6
DISPAROS / A PUERTA
10 / 5
45 %
Posesión
55 %
451 / 364
Pases / Completados
546 / 464
22 / 3 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
12 / 4 / 0
River Plate salió con una formación 4-3-3 (abajo) en fase ofensiva con Ignacio Fernández, Enzo Pérez y Nicolás de la Cruz en la línea de medios, jugando por delante de ellos tres atacantes: Julián Álvarez, Santos Borré y Matías Suárez. Una estructura que buscó la amplitud y profundidad, principalmente a través de los carriles laterales.
Triangulaciones en ataque:
Con la posesión establecida, River llevó el balón de un lado a otro buscando generar espacios favorables para el ataque y desequilibrio defensivo en su rival. En último tercio de campo, las triangulaciones y el tercer hombre también fueron una de sus principales armas, protagonizadas estas acciones por Suárez, Borré, Álvarez y De la Cruz (abajo).
En fase defensiva, Gallardo desarrolló a su equipo sobre un sólido 4-4-2, donde destacó la variación en el perfil izquierdo de Milton Casco por Fabricio Angileri. Javier Pínola, Lucas Martínez y Gonzalo Montiel terminaron de completar la defensa del equipo local, posicionado en bloque medio-alto. River, a su vez, trabajó bajo una defensa zonal, con acoso intensivo y presionando la salida de balón de su rival (abajo).
Dos sistemas diferentes:
Sao Paulo salió con una formación de 4-2-3-1 en ataque (abajo), donde Dani Alves logró recuperarse a tiempo de su lesión para ejercer como eje en el medio del campo, acompañado en el doble pivote por Danilo Pinheiro, siempre este último más cerca de los centrales en la salida de balón y ganarantizando la profundidad del equipo.
Por delante, Diniz dispuso una línea de tres jugadores de corte ofensivo con Igor Gomes, Anderson Hernanes en la mediapunta y Vitor Bueno, siendo la referencia arriba Felipe Teixeira. Mientras, en los momentos sin balón, el equipo brasileño se protegía en una estructura 4-1-4-1, cerrando los carriles interiores en la zona de construcción de juego de River en rápidos repliegues.
Los primeros minutos del primer tiempo, Sao Paulo, pese a no ser dueño de la cancha, se mostró decidido a ir al ataque y sorprender a la defensa del equipo local. Una ofensiva que tuvo una rápida respuesta del equipo de Gallardo, que empezó a generar espacios entre líneas y los pasillos laterales para llegar a zona de finalización en superioridad numérica.
Buscó generar un juego asociativo con pases a primer toque, mostrando mucha precisión y buena lectura de juego para ingresar al área de Sao Paulo. Bajo esta dinámica ofensiva, al minuto 10 de partido River se adelantó en el marcador con una jugada magistral finalizada con acierto por Álvarez.
Alto ritmo de partido:
Sao Paulo no logró reponerse del tanto local, que siguió teniendo mucha presencia en el área, alternando los desmarques con los ataques al espacio en la defensa rival. Sumó River la presión tras pérdida, manejando los tiempos para identificar cuando salir en bloque medio o bloque alto, siempre cerrando espacios y complicando la salida de la defensa de Sao Paulo.
La estrategia a balón parado no se hizo esperar para los visitantes, que lograron empatar el partido en el minuto 25 con un gol de Diego en un saque de esquina. Un tanto que le dio un impulso al juego de Sao Paulo, que empezó a mostrase más ofensivo, asociándose Gomes, Bueno y Pablo en zona de finalización.
También destacó el papel de Alves, encargado de la distribución en zona de construcción, manejando el timing en la movilización del balón y ubicándose entre líneas. Sumado a un ejercicio defensivo con coberturas ofensivas en ataque (abajo). Cuando el partido empezaba a emparejarse, con ataques ida y vuelta y mucha entrega por parte de ambos equipos, llegó nuevamente un gol de Álvarez tras una habilitación de Suárez.
Sao Paulo, más ofensivo:
En el segundo tiempo, River se mostró más estratégico con la intención de adueñarse del ritmo de juego y, al mismo tiempo, de defender la ventaja obtenida en el primer tiempo. Para eso debía mantener el equilibrio y el orden en su línea de medios con el fin de neutralizar los ataque de su rival.
Sao Paulo mostró un perfil más ofensivo en el arranque del segundo acto con remates de media distancia y un juego más vertical. Desde el ingreso de Brenner Souza, empezó a tener más llegadas el cuadro visitante. Este cambio hizo más efectivo su juego directo y las transiciones defensa-ataque aumentaron en velocidad, buscando los pases filtrados y desmarcarse a la espalda de los centrales de River (abajo).
Ante esta versión más ofensiva de su rival, el equipo de Gallardo empezó a mostrar complicaciones en las vigilancias defensivas, no muy efectivas al momento de identificar el jugador a marcar, una situación que provocaba los desequilibrios en la retaguardia y espacios a las espaldas de los centrales y por carriles laterales. Alves pudo tener mayor presencia en este segundo tiempo, lo que generó más espacios favorables para Sao Paulo, con Brenner y Pablo que le daban más versatilidad al ataque (abajo).
Cerrar la defensa y transiciones:
River se mostró un poco más cauteloso en el tramo final del encuentro manteniéndose en bloque medio, cediendo más terreno al equipo brasileño. Aun así, el equipo de Gallardo no renunció a la ofensiva. De la Cruz, con una buena lectura de juego, sabía cuándo aprovechar las situaciones de transiciones ofensivas para buscar un tercer gol. En la mayoría de ocasiones aprovechaban los espacios por el carril lateral para provocar situaciones de 2 contra 1 (abajo).
En el minuto 69 entró en el equipo local Paulo Díaz por Álvarez, buscando Gallardo oxigenar el equipo y asegurar el resultado, modificando su estructura defensiva en un 4-1-4-1. River ya no llegaba en superioridad numérica a zona de finalización, mientras la defensa de Sao Paulo ejercía un acoso mas intensivo, identificando las marcas y manteniendo vigilancias defensivas. De manera más señalada en las incorporaciones al ataque del equipo de Gallardo por los carriles laterales, con el fin recuperan el balón y contragolpear.
En general, la reacción de Sao Paulo fue muy buena para este segundo tiempo, pero no tuvo la precisión necesaria en los metros finales. Una situación que le permitió a River mantener la ventaja en el marcador.
"Fue un partido muy intenso, de mucha dinámica, donde nosotros conseguimos jugar un gran primer tiempo. Después, era normal sostener esa disposición de acuerdo al resultado”, indicó Gallardo. "El valor de esta clasificación es seguir sosteniéndonos como un equipo que, más allá de lo que consiguió, tiene una humildad tremenda y tiene como objetivo seguir compitiendo", añadió el técnico de River.
"Creo que al equipo le faltaron algunas cosas en la clasificación. Jugamos mal los dos primeros partidos en altura, principalmente el primer tiempo ante LDU y el segundo ante Binacional, pero no hay excusas", señaló el entrenador de Sao Paulo. A pesar de la eliminación, Diniz señaló que "debemos creer, ser perseverantes y mejorar lo que necesitamos. Tenemos dos competencia más por delante que podemos ganarlas".