Análisis táctico: Valencia 1 Real Madrid 3

Partido muy diferente al que disputaron Valencia y Real Madrid hace apenas unas semanas en La Liga. Esta vez el Real Madrid no solo mantuvo el dominio sobre el juego (llegó a completar hasta 772 pases, récord esta temporada), sino que también fue certero de cara a portería con tres goles.

Tantos marcados todos por centrocampistas, quienes protagonizaron el once inicial de Zinedine Zidane, siendo Isco, Modric, Fede Valverde, Casemiro y Toni Kroos titulares. El internacional alemán abrió el marcador con un gol olímpico e Isco dejó el partido muy encarrillado antes del descanso finalizando una jugada colectiva. En el segundo tiempo, Modric dejó un destello de calidad para firmar el 0-3 en un golpeo con el exterior de su pie derecho. Ya en los últimos minutos, Dani Parejo recortó distancias marcando de penal.

El Madrid es finalista del nuevo formato de la Supercopa de España, disputada por primera vez con cuatro equipos -Barcelona y Atlético juegan la otra semifinal- y en campo neutral, siendo la ciudad de Jeddah (Arabia Saudita) la sede.

 

Hubo sorpresa con la alineación del Real Madrid que, ante la ausencia de Bale y Benzema, entendió que debía introducir a Jovic junto a 5 jugadores interiores como Casemiro, Kroos, Fede Valverde, Isco y Modric.

Jugar por dentro:

El Valencia también optó por acumular hombres interiores sumando uno más a los habituales, incluyendo en el once a Coquelin, Kondogbia y Parejo. Ningún equipo reservó jugadores, quedando patente que existía un interés real en ganar la competición.

Desde el pitido inicial pudimos ver como el Real Madrid cedía los carriles exteriores a los laterales (arriba), con mucha movilidad de los centrocampistas, siendo Casemiro el único jugador que quedaba más anclado por delante de la defensa. Esto dejaba un 4-5-1, queriendo sin duda el Real Madrid llevar la iniciativa en el juego con gran control de la posesión del balón y muchas entradas por banda de los laterales, añadido a un ritmo alto de juego.



Por su parte, el Valencia decidió combatirlo con un repliegue intensivo en 4-5-1 (arriba), dejando solamente a Gameiro por delante y lanzando contraataques desplegando a Ferran y Soler por ambos costados (abajo).



El Real Madrid estuvo incisivo con centros laterales (abajo) y disparos de fuera del área, pero fue en un despiste de todo el equipo valencianista cuando Toni Kroos se inventó un gol olímpico aprovechando que no había portero.



Un intento de cambio en el Valencia:

Tras el gol, el Valencia dio un paso adelante e intentó realizar posesiones más largas, con el objetivo de elaborar desde la situación de despliegue. Mantuvo el 4-5-1 con Ferran y Soler aportando amplitud, aunque sin mucha profundidad, y adelantó su presión para tratar de robar más alto.

embargo, no duró mucho esta situación ya que no consiguieron inquietar al Madrid presionando su salida y dejaban demasiado espacio (abajo) para que el equipo blanco pudiera gestionar la posesión sin problemas. Después de pocos minutos, los equipos volvieron a sus roles habituales, con el Madrid dueño del balón y del partido.



Encontró el Valencia tras robo situaciones en las que Varane (abajo) se encontró muy solo con mucho espacio que defender, donde tuvo que realizar temporizaciones defensivas individuales para favorecer el repliegue del equipo y abortar así las ocasiones de gol.



La presión del Real Madrid sobre la salida del Valencia fue prácticamente con marcaje individual al hombre en casi todas las posiciones, con hasta cuatro jugadores yendo a la presión alta junto a la ayuda de Jovic (abajo).



En el minuto 38, y tras una larga posesión del Real Madrid donde movió el bloque defensivo del Valencia de lado a lado, acabó llegando el balón a Carvajal. El lateral blanco, establecido en última línea, recibió el balón para ver la llegada de Fede Valverde en desmarque de ruptura, que puso atrás para que Isco, tras un rechace en un disparo de Modric, acabara marcando el 2-0.

El Madrid se protegió:

La segunda parte inició con cierto cambio de guion en el Real Madrid. Pasó a ser más conservador con el resultado dejando a Carvajal más corto en el inicio de juego, protegiendo con su velocidad cualquier posible transición del Valencia. En su primera incorporación de la segunda parte, tras perder el balón, el lateral blanco cometió una falta instantáneamente que dejó claro que el Madrid no iba a permitir correr al Valencia.

Asimismo, en ocasiones el Madrid, tras los tímidos ataques del Valencia, se empeñó a recordar al equipo de Celades que también era un equipo peligroso al contraataque, llegando en pocos contactos con muchos efectivos a la portería de Jaume Doménech. La aparición de Isco 8abajo) cerca del delantero -Jovic- con movilidad aportó al equipo blanco bastante frescura y esa capacidad de recibir entre líneas rompiendo intervalos generó muchas acciones cerca del área rival.



Mientras, se desesperaba el Valencia porque no conseguía su objetivo de robar y salir con peligro, ni de elaborar, perdiendo el balón con mucha rapidez y sin encontrar tampoco esos pases verticales de Parejo hacia Gameiro (abajo). Los de Celades echaban de menos una referencia ofensiva poderosa en el juego aéreo sobre la que poder jugar directo y ganar las disputas, papel que el delantero francés no suele interpretar.



A partir del minuto 55, el Real Madrid empezó a tener posesiones muy largas que durmieron las basculaciones del Valencia, que tan solo podía acumular gente detrás del balón para buscar gran densidad defensiva y evitar que los tres mediocentros más adelantados del Madrid pudieran recibir cómodos.

Kondogbia dejó su sitio a Maxi Gómez para tener esa presencia ofensiva que el Valencia echaba en falta, pero esto reducía su presencia en el medio. Algo que era un riesgo ante tanta superioridad numérica y cualitativa que el equipo de Zidane estaba mostrando. A partir de ese momento los espacios empezaron a aparecer en campo del Valencia, con opciones del Madrid para hacer un gol más.

Una genialidad de Modric para cerrar:

La profundidad de los laterales del Madrid a estas alturas del partido ya era total, compartiendo línea con la defensa del Valencia, asegurando gran presencia ofensiva y confiando en la velocidad de Sergio Ramos y Varane para defender todo el espacio de sus espaldas. Hubo que esperar al minuto 65 para ver uno de los detalles técnicos de la temporada tras una contra llevada por Jovic que cedió a la llegada de Modric, quien definió con el exterior con una tranquilidad pasmosa tras una bicicleta.

No hubo partido en ningún momento ya que el Real Madrid anuló todos los argumentos ofensivos y defensivos que el Valencia planteó. Un penalti en el descuento por una mano de Ramos que se encargó de transformar Dani Parejo maquilló un marcador que bien podía haber sido mucho más amplio en uno de los mejores partidos del Real Madrid, que coinciden con los momentos donde Zidane ha decidido acumular gente por dentro y obviar los extremos.



"Nos ha costado defender el talento del Real Madrid y enlazar jugadas. En definitivo, creo que hemos tenido un mal día, nos ha faltado estar más activos, y cuando uno juega contra un equipo como este hay que estarlo. La consecuencia de todo eso es el resultado", señaló  Celades tras la derrota. El entrenador del Valencia también resaltó uno de los momentos decisivos del partido: "Hasta el primer gol no estábamos demasiado bien, pero el gol nos ha hecho daño por cómo se ha producido. Son cosas que uno cree que no pueden suceder, pero suceden".



"Podíamos haber jugador con extremos, pero escogimos otra opción para aumentar la presión en campo contrario y jugar bien, con la intención de hacer daño al rival", justificó Zidane refiriéndose a la entrada en el once inicial de cinco centrocampistas. "Sabiendo que al rival no le gusta correr detrás del balón, lo interpretamos bien. Siempre buscamos cosas diferentes, hoy ha sido así, pero el próximo partido puede ser diferente", añadió el entrenador del Real Madrid, quien destacó el nivel de Isco. "Tiene personalidad, siempre quiere jugar el balón, no le pesa la responsabilidad".