Juventus
Champions League 2018/2019
Copa de Europa/Champions League participaciones: 33
Campeonatos (2): 1984/85, 1995/96
Como entrenador de la Juventus, Allegri continuó inicialmente con el plan de Antonio Conte, apoyándose en el núcleo defensivo italiano: Gianluigi Buffon, Andrea Barzagli, Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci. A partir de ahí, Allegri tejió una estructura para sacar lo mejor de Paul Pogba, que lideró el mediocampo –de tres piezas- desde el perfil izquierdo.
A esta Juventus solo le falta superar la prueba de la Champions League. Un título que ha estado a su alcance durante estos cuatro años, llegando a dos finales. Perdidas, casualmente, ante equipos españoles: FC Barcelona en 2015 y Real Madrid dos años después.
Análisis táctico
Estructura:
En lo que va de temporada, Allegri ha continuado con su línea defensiva de cuatro jugadores: 4-2-3-1 o un 4-3-3 en posesión. El centrocamapista bosnio Miralem Pjanic a menudo se ubica como pivote en el centro del campo y retrasa su posición en muchas ocasiones para dirigir el juego (arriba), ayudando a los centrales a llevar el balón hasta el medio del campo.
Sin embargo, Pjanic no es el más fuerte defensivamente y, por lo tanto, a menudo está acompañado de centrocampistas más agresivos en esta faceta: Blaise Matuidi, Sami Khedira o el nuevo fichaje, Emre Can. La capacidad de los centrocampistas de la Juve para recuperar sistemáticamente la posesión del balón en las áreas centrales es una de las grandes fortalezas del equipo.
Tanto Matuidi como su acompañante (Khedira, Can o Rodrigo Bentancur) juegan en una línea más alta para darle espacio a Pjanic en la construcción de juego. Una vez que la Juventus está en una estructura de ataque, el balón vuelve de nuevo al carril central. Esto, junto con los extremos, que se mueven hacia el interior, permite a los laterales avanzar a los metros finales de ataque, dejando a Matuidi junto a su compañero para realizar las coberturas en las transiciones defensivas.
En la retaguardia, el regreso del experimentado Leonardo Bonucci, tras una temporada con el AC Milan, ha reforzado las opciones de defensa central de Allegri, cuyos excompañeros Chiellini y Barzagli siguen siendo miembros activos de la plantilla. Daniele Rugani y Martín Cáceres añaden profundidad de banquillo en esa posición.
Amenazas de ataque:
Arriba la Juventus también tiene varias opciones de mucha calidad. La llegada de Cristiano Ronaldo ha aumentado el poder ofensivo de un equipo que ya contaba con Mario Mandzukic, Paulo Dybala, Federico Bernardeschi, Douglas Costa y Juan Cuadrado. De este modo, Allegri tiene dos titulares por puesto para poder pelear por todos los títulos.
Cristiano Ronaldo puede desarrollar todo el peso ofensivo desde el perfil izquierdo (como hacía en el Real Madrid) o por el centro, adoptando el rol de Mario Mandzukic. El uso inteligente que Allegri le da al jugador croata como atacante por la banda izquierda otorga a la Juventus una ventaja aérea contra los laterales rivales cuando el equipo italiano ataca desde la derecha.
Allegri también ha buscado jugar con un futbolista zurdo -Paulo Dybala o Douglas Costa- en el lado derecho del ataque para buscar la diagonal a su pierna buena. Este movimiento interior crea más espacio para que el lateral derecho se mueva hacia adelante y, por lo tanto, pueda suministrar centros desde diferentes ángulos. Esta variedad en el juego de ataque hace a la Juventus menos predecible. Mandzukic puede entonces variar sus movimientos dentro del área rival para atacar el balón.
El croata ha encontrado un perfecto entendimiento con Cristiano Ronaldo. En esta temporada la pareja ha intercambiado sus roles: uno de ellos busca ocupar a los zagueros centrales y luego los arrastra fuera del área, mientras que el otro ataca la espalda de la defensa para llegar al área.
Debilidades:
A pesar de la fuerza ofensiva de sus delanteros, Juventus sufre en defensa en algunas ocasiones, como ocurrió al comienzo de temporada. Tiene una plantilla repleta de defensas experimentados y organizados, pero le cuesta defender las acciones a balón parado y los centros al área.
Cuando la Juventus se instala en una estructura 4-2-3-1, Dybala actúa como “número 10”. En muchas ocasiones el bloque retrasa su línea e intenta presionar en banda, aunque a menudo tiene problemas para estructurarse cuando se cambia el sentido de juego.
Desde aquí el rival puede buscar centros al área, donde solo los defensas se sienten cómodos para defender estas jugadas. Y es que ninguno de los centrocampistas del doble pivote - Pjanic, Matuidi o Khedira- son brillantes en el juego aéreo. Su papel se reduce más a ser “bloqueadores” en este tipo de jugadas, una situación que, sin embargo, deja expuestos a los defensores ante los jugadores rivales que llegan al área.
Allegri también suele optar por acumular en su equipo muchos jugadores ofensivos, como Juan Cuadrado, como lateral. Esto debilita naturalmente la unidad defensiva del equipo y abre opciones para el rival.
Jugador clave: Pjanic, centrocampista (28 años)
Aunque la Juventus ha firmado este verano a Cristiano Ronaldo, el corazón de esta Juventus es Pjanic. El bosnio llegó a Turín en 2016 procedente del AS Roma.
Pjanic se ha adaptado a lo largo de los años a cualquier papel en el medio del campo. En el Lyon se le consideraba más bien un centrocampista ofensivo, y a menudo se destacó en partidos creando oportunidades para los delanteros, incluyendo su gran actuación para eliminar al Real Madrid en la edición de la Champions League de 2010.
El internacional bosnio fue adquiriendo poco a poco un papel más defensivo-organizativo en la Roma, que ha terminado de completar en la Juventus. No obstante, mantiene su capacidad para romper defensas, con magníficos pases, y sigue siendo brillante lidiando con la presión rival en espacios reducidos, algo perfecto para el juego de la Juve, que busca construir desde el portero. Su voluntad de pedir el balón, incluso cuando está marcado, asegura que la línea de fondo siempre tenga una opción de pase. Más adelante, es un futbolista capaz de desarrollarse perfectamente en varias funciones.
Pjanic es un jugador fuerte, pero su primer control no siempre es bueno, algo que puede hacerle sufrir ante un medio del campo agresivo en la presión. También puede tener problemas en el intercambio de pases entre los centrales. Si se le presiona desde atrás, la precisión de sus pases puede disminuir. Los rivales suelen activar esta opción para dar freno a su juego.
Redacción: Héctor García