Supercopa de España, 9 de enero 2020
Messi (51)
Griezmann (62)
Koke (46)
Álvaro Morata (81, pen)
Ángel Correa (86)
El Atlético de Madrid mostró en la semifinal ante el Barcelona su capacidad de supervivencia. Parecía eliminado el equipo rojiblanco con el gol de Piqué que ponía el 3-1 en el marcador después de un claro protagonismo de los azulgrana hasta ese momento. Sin embargo, el tanto del jugador español fue anulado por fuera de juego previa de Vidal después de revisión del VAR. Esa decisión dio vida al Atlético, que volvió a creer en sus opciones, y mucho más después del gol de Álvaro Morata de penalti en el minuto 81.
Con empate en el marcador buscaron los dos equipos un nuevo gol para estar en la final, pero fueron los de Simeone los que aprovecharon su oportunidad en una contra lanzada y dirigida por Morata para que Ángel Correa hiciera el definitivo 2-3. Así, la primera final del nuevo formato de la Supercopa de España será Real Madrid-Atlético de Madrid, dos equipos que a pesar de no ganar nada la pasada temporada en la competencia doméstica sí han sido capaces de superar a sus respectivos rivales en semifinales.
16 / 9
DISPAROS / A PUERTA
6 / 6
73 %
Posesión
27 %
669 / 559
Pases / Completados
267 / 179
18 / 4 / 0
Faltas / Amarilla / Roja
14 / 4 / 0
El Barcelona llegaba al partido contra el Atlético de Madrid con la notable ausencia de Marc-André Ter Stegen, que aparte de su aportación en fase defensiva con sus paradas y su manera de proteger las espaldas de la defensa, es una pieza fundamental en fase de inicio de juego cuando su equipo recibe una presión alta. Y es que el internacional alemán es capaz de generar superioridades desde primera línea con relativa facilidad.
Su lugar en la portería lo ocupó Neto, mientras Arturo Vidal y Frenkie De Jong fueron los elegidos para acompañar a Sergio Busquets en el medio del campo. Otra de las caras menos habituales del Barcelona fue la de Umtiti, jugando de central en el perfil zurdo.
las transiciones:
El Atlético de Madrid, por su parte, se atrevió a alinear a 3 de sus hombres de carácter más ofensivo como Morata, Correa y João Félix, lo que parecía una declaración de intenciones de Simeone para intentar correr en transiciones rápidas y hacer así daño al equipo azulgrana.
Desde inicio el equipo de Ernesto Valverde se situó con su 4-3-3 habitual (arriba), siendo Busquets el que ayudaba más en labores de fase de inicio con Arturo Vidal y De Jong ejerciendo de interiores. Por su parte, Messi, Griezmann y Suárez ocupaban sus lugares habituales en derecha, izquierda y punta, respectivamente.
El Atlético también respetó su habitual 4-4-2 (arriba), donde Correa se situó en la línea de medios en el perfil derecho y João Félix en el perfil izquierdo de la punta de ataque. De este modo, el equipo rojiblanco disponía de salida rápida por ambos carriles exteriores dejando a Morata más centrado en situación de despliegue (abajo).
No dar espacios a Messi:
La situación defensiva del equipo rojiblanco, con las líneas muy juntas y la premisa de no permitir a Messi recibir fácil en zona de tres cuartos, obligó a éste a acercarse demasiado a sus propios defensores a pedir el balón, lo que lo alejaba de la zona de peligro. El jugador que se pudo beneficiar de las férreas marcas y vigilancias sobre Messi fue Sergi Roberto, ya que cuando el internacional argentino se cerraba hacia dentro, Lodi basculaba en exceso con él y con su central, liberando así el carril exterior para las subidas del lateral azulgrana (abajo).
El Atlético de Madrid no rehuyó el juego directo sobre Morata (abajo), que disputaba y ganaba los balones aéreos ante los centrales del Barcelona, y podía dirigir esos balones para que la segunda jugada cayera en botas rojiblancas. Bajo esta dinámica, no tardaron en llegar los primeros contraataques rápidos por banda de Correa, finalizados con disparos desde larga distancia y centros laterales, pudiendo finalizar más jugadas que el Barcelona en sus ataques.
Mecanismo de salida del Barcelona:
Ante los dos puntas del Atlético de Madrid, lo que Valverde propuso fue incrustar a Busquets entre los centrales (abajo) para realizar la 'salida Lavolpiana', pero no encontró facilidades para contactar con los interiores en ventaja, ya que éstos estaban marcados, no tenían el cuerpo orientado al juego o en otras situaciones del juego no ocupaban el espacio correcto.
Con el paso de los minutos el Barcelona fue encontrando posesiones más largas, pero siguió teniendo problemas para finalizar jugadas dada la capacidad que el Atlético de Madrid tuvo para acumular gente en el área para defender tanto pases filtrados como centros laterales.
La primera mitad se le hizo larga al Atlético de Madrid, pues en los últimos 15 minutos el Barcelona consiguió dominar y comenzar a generar por fin ocasiones con sus ataques combinativos y jugadas a balón parado. Impidiendo, por otro lado, que el Atlético pudiera realizar una de esas contras que en la primera fase sí consiguió hilvanar.
Cogió aire el equipo de Simeone en el descanso. Tanto es así que en la reanudación, a los pocos segundos, una pérdida de Arturo Vidal y una transición rápida con pocos contactos acabó con Koke definiendo ante Neto.
Los de Simeone son un equipo que para el juego, deja a su rival imponer su ritmo y hace todas las faltas en el centro del campo que sean necesarias para impedir correr con ventaja al rival. A mismo tiempo, se mantiene siempre colocado, y si realiza presión alta y el rival consigue superarla, de nuevo para el juego y se repliega. Rasgos comunes durante todos los partidos, normalmente mucho más visibles cuando se pone por delante en el marcador.
Reacción del Barcelona:
Sin embargo, no le dio tiempo al Atlético a imponer su ritmo ante el Barcelona. Solo cuatro minutos después del 0-1, el rechace de un centro lateral de Vidal cayó en los pies de Messi, que se revolvió y entre cinco defensores golpeó con la derecha colocando el balón donde poco pudo hacer Oblak. Poco después, y tras otro centro lateral de Alba que remató Suarez, el rechace de la parada de Oblak solo tuvo que ser empujado por Griezmann para colocar el 2-1 a favor del conjunto blaugrana.
Con el marcador en contra, Simeone espoleó al equipo con la entrada de Vitolo por Lodi, colocando a Saúl en el lateral izquierdo y lanzando por primera vez en el partido a Kieran Trippier muy profundo, como deslumbraba a principios de temporada. Así, de querer parar el partido, el Atlético pasó a querer correr (abajo).
Y remontada del Atlético:
Así llegó el gol del empate. Un despiste en la zaga del Barcelona permitió a Vitolo llegar hasta Neto, finalizando la jugada con un penalti del portero azulgrana. Morata fue el encargado de ejecutar la pena máxima que ponía el empate a falta de solo diez minutos para la prórroga.
Prórroga que evitó el Atlético en una nueva jugada en velocidad, cuando Morata robó un balón en el centro del campo a Griezmann y cedió para la carrera de Correa (abajo), que acabó batiendo a Neto.
"En los primeros minutos nos ha costado entrar en juego un poco más, pero luego hemos dominado completamente. Incluso nos hemos repuesto a ese gol del Atlético nada más sacar del centro del campo en el segundo tiempo. Pero al final, cuando parecía que teníamos el partido en la mano, en dos jugadas le han dado la vuelta", analizó Ernesto Valverde. "Por lo demás creo que ha sido un partido muy completo en el que no hemos estado bien en momentos puntuales", añadió el técnico del Barcelona, quien también habló sobre su situación en el club: "Los entrenadores nos movemos con la idea de trabajar y darlo todo en cada partido. Sabemos que hay una inestabilidad permanente en los equipos, que se acentúa cuando pierdes".
"Nos enfrentamos a uno de los mejores equipos del mundo en cuanto a juego asociado. En el primer tiempo sufrimos bastante, pero el segundo ya comenzó diferente. Ellos respondieron con intensidad de juego a nuestro gol hasta el minuto 75, pero ahí apareció el corazón, la garra, el creer, el buscar y ante una situación difícil e imposible apreció la sensación de que si empatábamos podíamos ganar y así pasó”, destacó Simeone. El entrenador del Atlético señaló el gol anulado a Piqué por fuera de juego como "clave" para el inicio de la remontada. "De nuestra frustración se pasó a la frustración de ellos y el entusiasmo de ellos pasó a ser el entusiasmo nuestro".