Muchas dudas sobre las posibilidades de la plantilla y un futuro incierto después de la salida de Zinedine Zidane del banquillo del Real Madrid. Ese fue el escenario que heredó Carlo Ancelotti en su segunda etapa como entrenador del equipo blanco en el verano de 2021. En las apuestas, el entrenador italiano no era el principal favorito para dirigir al Real Madrid. Tampoco lo era el equipo para ganar el título de la Liga española. Y mucho menos con tanta antelación.
Es la Liga número 35 del Real Madrid. Este título convierte a Ancelotti en el primer entrenador en ganar las principales cinco ligas europeas: AC Milan en la Serie A (2004), Chelsea en la Premier League (2010), PSG en la Ligue 1 (2013), Bayern Múnich en la Bundesliga (2017) y Real Madrid en la Liga (2022).
Un dato que habla tanto de la longevidad del técnico italiano para dirigir al más alto nivel como de su éxito -acumula 22 títulos en total-. “Me llena de orgullo. Me gusta lo que hago, las cinco ligas significan que lo he hecho bien. Estoy orgulloso de estar en el Real Madrid y de ganar títulos con este equipo; quiero seguir haciéndolo”, ha señalado Ancelotti.
“Hemos manejado bien la plantilla, los jugadores han sido muy serios y profesionales. Mi trabajo ha sido bastante sencillo. Todos han respetado mis decisiones y hemos tenido un gran ambiente de trabajo", indicó el entrenador italiano sobre el camino al título.
Nuestros entrenadores analizan las principales claves tácticas de ese camino. Ese que estuvo marcado por nombres propios como los de Karim Benzema o Vinícius Júnior, pero también por un gran trabajo colectivo.
Profundidad ofensiva por las bandas
El sistema ofensivo utilizado durante toda la temporada por Ancelotti en la Liga ha sido el 4-3-3. Esta formación se caracteriza por ser una de las más ofensivas, pero el entrenador italiano la adaptó a las características de sus jugadores de ataque para favorecer el colectivo. A la vez, realzó las virtudes de sus jugadores más desequilibrantes en campo rival.
Uno de esos jugadores es Vinícius Junior. El atacante brasileño ha puesto a disposición de su equipo todo su repertorio técnico para ser decisivo, aumentando también las prestaciones en zona de finalización de su compañero Karim Benzema (abajo). Para que eso haya ocurrido, Ancelotti ha diseñado las estructuras tácticas necesarias para hacer que las participaciones del extremo brasileño sean desequilibrantes y decisivas.
Sobre el flanco izquierdo, donde Vinícius se acomoda, ha generado un gran número de situaciones en 1 contra 1 o 2 contra 1 que han habilitado a Benzema dentro del área rival para que el delantero francés encuentre la vía al gol. Para ello, el entrenador italiano posicionó al extremo brasileño sobre la máxima amplitud posible y en línea de pase con el interior más cercano a él.
Además, Ancelotti ha trazado un plan para aclarar las acciones donde interviene Vinícius. Para ello, previamente a la intervención del extremo brasileño, el equipo congestiona el juego interior con los medios, también Benzema en apoyo para atraer a los defensores rivales. Una ve que Vinícius encuentra espacios a la espalda del lateral de su sector, sus compañeros lo buscan con cambios de orientación rápidos o en situaciones de 1 contra 1 con espacios por delante.
De esa manera, Vinícius muestra su desequilibrio en este tipo de situaciones por su calidad técnica en controles, conducciones y regates a máxima velocidad. Posteriormente, y según la situación lo demanda, conecta con Benzema en zona de remate o finaliza él mismo la jugada.
Benzema, una figura decisiva
Desde la llegada de Ancelotti, la inteligencia táctica del delantero francés ha aumentado de manera exponencial dentro de su equipo. Su dinamismo en el colectivo le ha hecho ser en muchos momentos indetectable para los rivales, aumentando de esta manera sus participaciones decisivas. Esto tanto en zona de creación -cuando sus compañeros no tenían fluidez ofensiva-, como dentro del área rival. En ambos escenarios puede habilitarse como receptor potencial, aprovechando los espacios libres que se abren en el dispositivo defensivo rival.
En muy pocas ocasiones, Benzema permite a los defensores rivales que lo marquen. Si esto ocurre, emplea su sentido táctico para liberar de esta manera a un compañero en amplitud, movilizándose hacia el lado débil rival.
En los últimos metros, Benzema ha demostrado que es un finalizador que se camufla entre defensores para que ninguno de ellos pueda identificar su marca. A la hora de recibir, se perfila muy bien en relación con la dirección del balón para controlar y encarar la portería rival con un gran ángulo de tiro. Esto le facilita finalizar con rapidez los ataques, a menudo con un primer toque o, si el pase necesita ser controlado o alejado de la presión del rival, con un segundo toque.
Sus movimientos en esas acciones de ataque son relativamente simples: aguanta la carrera para permanecer fuera de la vigilancia defensiva, luego avanza y finalmente confía en su salto y sincronización para rematar con acierto (abajo).
Un contragolpe letal
El Real Madrid de Ancelotti tiene un sello de identidad propio a la hora realizar su contragolpe. Este se ejecuta después de un adecuado y eficaz trabajo defensivo, arrebatando el balón al rival en zona de creación, para después sorprender con breves, rápidas y seguras transiciones ofensivas con balón.
Una acción que desarrolla con la participación de pocos jugadores y rápidos enlaces entre ellos, enfocados hacia la profundidad ofensiva propia. Esto impide que el oponente se reorganice defensivamente en su propio campo. Así facilita la progresión del contraataque de manera eficaz, con la intención de incrementar las posibilidades de batir al rival con jugadores de primera línea –Benzema-, segunda -Valverde o Modric- y hasta tercera línea de ataque, con los laterales.
Para llegar a zonas de remate con garantías, Modric y Kroos son los encargados de activar la primera oleada del contraataque. Allí hacen llegar el balón en las mejores condiciones a Vinícius, Benzema y el extremo derecho, un puesto donde alternan Marco Asensio y Rodrygo. Estos jugadores, previamente, identificaron los espacios libres que generó el rival en su proceso de reorganización defensiva, para ocuparlos y aprovecharlos en sus acciones posteriores.
Ya en zonas de remate, el talento de cada uno de ellos lo expone para conseguir gol. Esto quedó comprobado en muchos encuentros de la Liga.
Solidez defensiva
Ancelotti ha sido capaz de revertir uno de los problemas que ha tenido el equipo en las últimas temporadas: la solidez defensiva. El equipo se mostro como un bloque fiable defensivamente, con una estructura en bloque medio, donde la prioridad es compactar sus estructuras. Reduciendo así los espacios libres al rival para evitar ser superados.
Éder Militão y David Alaba son las defensas que lideran y dirigen a sus compañeros para mantenerse fuertes y orientar las acciones ofensivas del rival hacia los carriles exteriores. Justo ahí, aparecen las ayudas defensivas para generar estructuras en superioridad numérica que impidan o dificulten al máximo la evolución del rival en su propia mitad de juego. Thibaut Courtois también es uno de los nombres propios de la defensa del Real Madrid, relevante con intervenciones destacadas en momentos decisivos.
Destaca también la actitud de acoso sobre el poseedor del balón. Esto para de disuadir las posibles líneas de pase que puedan generarse en su estructura. Una actitud que temporiza todo avance hacia los delanteros rivales.
Por otra parte, el Real Madrid es un equipo reactivo defensivamente. Así, cuando el rival comete un error de pase o control, los jugadores cercanos a él pueden saltar a la presión para intentar recuperar la posesión del balón y poner en marcha su dispositivo ofensivo de contraataque.