Hablamos de bloque medio para referirnos a la forma de defender dentro del segundo tercio de campo con una estructura compacta, donde las líneas (ataque, mediocampo y defensa) están juntas y hay poca distancia entre los jugadores.
El bloque medio tiene como objetivos principales evitar la progresión del rival y buscar la recuperación de balón en campo contrario, aunque lejos aún de la portería del oponente.
Una de las ventajas de jugar en bloque medio es que permite al equipo que lo utiliza estar preparado para cualquier situación de juego. Por ejemplo, ante la posibilidad de presionar arriba, la ubicación en bloque medio facilita el despliegue de las líneas. Por el contrario, si se opta por la posibilidad de proteger el área, el bloque medio facilita formar una sólida estructura defensiva cerca del área en poco tiempo.
Pero el bloque medio también puede provocar desventajas si no se ejecuta de manera correcta, sobre todo, verse quedar posicionado en una zona donde no se logrará robar el balón ni proteger la espalda de la línea defensiva. Dos déficits que facilitan al rival con balón tiempo y espacio suficiente para el pase.
Tras una revisión general del bloque medio, puesto en práctica habitualmente por entrenadores como Carlo Ancelotti en el Real Madrid o Abel Ferreira en Palmeiras (abajo, vídeo), nuestros expertos señalan cinco puntos básicos para su ejecución.
Presión de los delanteros
El posicionamiento del bloque medio favorece la recuperación de balón, pero, al mismo tiempo, provoca desproteger la espalda de la línea defensiva. Por eso, uno de los puntos claves en su ejecución es la correcta presión de los delanteros y de los jugadores de las bandas (abajo).
Son los delanteros y los futbolistas de las bandas los encargados de presionar al poseedor de balón rival para cerrar las vías de pase sobre su primera línea en la salida de balón, como también tienen evitar que el oponente disponga de espacio y tiempo suficiente para avanzar.
Por otro lado, en la presión sobre el rival, los jugadores más adelantados deben estar en comunicación constante con las otras dos líneas: mediocampo y defensa. Esto facilitará que tanto la línea de medios como la defensa puedan realizar los movimientos en consonancia con los jugadores más avanzados, para evitar que se abran espacios entre líneas en el bloque medio, evitando de ese modo favorecer el juego interior del rival.
Orientar el juego del rival hacia las bandas
Un equipo que forma en bloque medio debe ser consciente de los riesgos que asume con esta estructura. De manera señalada, la exposición en su defensa cuando el rival tiene la posesión en mediocampo. Aquí, el oponente tiene más opciones de pase y, por lo tanto, capacidad de progresión. Asimismo, el rival tiene más espacio para filtrar balones y superar líneas con tan solo un pase.
Asumidos los riesgos, la correcta ejecución del bloque tiene un objetivo principal: obligar al rival a llevar su posesión hacia las bandas. Una vez logrado eso, los jugadores posicionados en bloque medio deben abandonar los tres carriles y realizar el balance defensivo hacia cualquiera de las dos bandas donde se desarrolla la acción de juego.
De ese modo, se genera superioridad numérica frente al rival que facilita el robo o provoca la pérdida de balón por parte del rival (abajo).
Aumentar las distancias y el ritmo
Una premisa clara del bloque medio es que se prioriza la presión, es decir intentar robar el balón, por encima de la temporización. Pero para que eso ocurra, se necesita la ejecución de dos conceptos (abajo).
El primero es el aumento del espacio entre líneas, ya que esto facilita al defensor llegar a más zonas del terreno de juego. Los futbolistas deben coordinarse para que en ese aumento del espacio entre líneas no se produzcan desajustes por los que pueda acceder el rival.
A continuación, y como segundo punto, es obligatorio que los jugadores en bloque medio aumenten su ritmo defensivo. Así deben realizar un trabajo constante y muy físico durante todo el partido para tener éxito.
Basculaciones y coberturas sucesivas
En el bloque medio, un defensor puede ser rebasado por el rival, pero nunca debe serlo el sistema entero. Para eso, los jugadores deben manejar las basculaciones y las coberturas casi de manera automática (abajo).
Las basculaciones son los movimientos que realizan los jugadores —de manera individual o colectiva— de un lado a otro del terreno de juego. Es decir: de banda a banda. La puede realizar un único jugador, una línea completa o todo el bloque.
En el bloque medio, las basculaciones son necesarias porque al presionar se obliga al rival a jugar atrás o hacia los lados. En los momentos que el rival juega a cualquiera de los lados, el bloque medio debe cerrar lo antes posible los espacios de caída de balón y jugador.
Sobre las coberturas, se trata de los movimientos a la espalda de un compañero para ayudarle en caso de que sea superado. En este caso, se entiende más importante el concepto de coberturas sucesivas. Esto para que cada uno de los jugadores de cada línea, en la presión, reciba la cobertura de su compañero inmediato.
De ese modo, todos los componentes podrán moverse hacia la banda sobre la que puede jugar el rival con la seguridad de que tienen la protección de un compañero.
Portero en el borde del área
El portero también juega un importante papel para poder adelantar líneas cuando se juega en bloque medio (abajo). Sobre todo, en situaciones en las que el rival vuelve a jugar hacia atrás o por fuera. De ese modo, es muy importante su posicionamiento en el campo en las acciones de ataque del rival.
A nivel general, el portero debe situarse en el bloque medio en una zona intermedia entre su portería y la distancia correcta para poder hacer las coberturas a los centrales (abajo). Así, previene los golpeos largos del rival si no se obtiene éxito en la presión. Lo mismo con los tiros a puerta de larga distancia si sus compañeros tienden a replegarse.
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