jonatan giráldez
FC Barcelona Femenino, 2021-Presente
“Tienes que venir a la ciudad deportiva. Y cuanto antes mejor”.
Estaba en la playa con mis amigos y con mi pareja cuando recibí la llamada de Markel Zubizarreta (abajo), mánager general del Barcelona femenino, para decirme eso.
Era mi primera tarde en las vacaciones del verano de 2021. Por la mañana habíamos jugado nuestro último partido de la temporada. Así que me cambié y fui lo más rápido posible de Castedelldefels, donde estaba, a la ciudad deportiva del Barça.
Ya en el despacho, Markel me propuso la opción de ser primer entrenador del Barcelona, después de explicarme por qué él pensaba que yo era la persona indicada para asumir esa responsabilidad, aun siendo consciente de que esa sería mi primera experiencia como técnico al más alto nivel. Una apuesta que, sin duda, le agradeceré siempre.
Realmente en esa conversación yo ya salí convencido de que quería ser entrenador del Barcelona; de que iba a decir que sí. Pero, por protocolo, me di esa noche y la mañana siguiente para poder hablarlo en casa, con mi pareja y con mi familia, para tomar la decisión que finalmente tomé.
Es curioso, porque tenía sensaciones muy paralelas en ese viaje con otro que había hecho diez años antes a Barcelona desde Vigo, mi ciudad de origen. La distancia esta vez era mucho más corta —apenas es media hora en coche de Castelldefels a Barcelona—, pero se trataba también de afrontar nuevos retos profesionales y personales para crecer.
"siempre le agradeceré a markel zubizarreta su apuesta por mí para dirigir el fc barcelona"
Con 19 años, yo estudiaba en Vigo, concretamente en la Universidad de Pontevedra, y estaba en mi segundo año de carrera, Ciencias del Deporte. Mis deseos eran orientar mi futuro personal y profesional al alto rendimiento, y entendía que el mejor escenario o la mejor ciudad posible para poder desarrollarme como persona y profesional era Barcelona.
Tuve suerte, porque había más de 90 solicitudes y solo 10 personas que eran aceptadas de otras facultades. Yo fui una de esas personas a las que aceptaron el traslado de expediente, para irnos a la aventura mi pareja, Olalla, y yo.
La intención inicial era intentar formarme al máximo posible de todo lo que dependiese de mí. Y todo lo que estuviese orientado y enfocado al fútbol y al alto rendimiento. Ya fuera a través de másteres, posgrados o cursos. En definitiva, abarcar lo máximo posible para desarrollarme profesionalmente y tener las competencias básicas suficientes para poder dedicarme al fútbol.
Más tarde, llegó un momento que cambió mi vida para siempre. Fue cuando conocí a Marc Vives, uno de mis padres profesionales, quien era el director deportivo de la Federación Catalana y también profesor en el INEF -Ciencias del Deporte-.
"llegué desde vigo a barcelona con 19 años, la mejor ciudad posible para desarrollarme como persona y profesional"
Como profesor y a través de los cursos de entrenador, Marc me ofreció la oportunidad de poder trabajar en la Federación Catalana. Yo, previamente, estaba trabajando en diferentes sectores para poder pagar todo lo que tenía que ver con los gastos de vivir fuera de casa, formación, etc…
Ya sabes, la vida de un joven estudiante cuando está fuera de su casa.
Cuando entré en la Federación Catalana por Marc, me cambió un poco el paradigma, porque fue cuando empecé a dedicarme al fútbol. Primero como preparador físico, después analista de las selecciones femeninas y finalmente asistente del seleccionador tanto en los equipos masculinos como femeninos.
Esa posibilidad, aunque tenía que seguir compaginando mi trabajo con otros -porque eso no era suficiente para poder vivir con tranquilidad en Barcelona-, me permitió coger experiencia, para a partir de ahí redirigir mi futuro profesional para llegar hasta donde estoy hoy.
"el gran salto llegó en 2019 con lluís cortés"
Entre tanto, también era profesor de fútbol en la Escuela Catalana de entrenadores, algo que también me permitió sumar en mi bagaje profesional. Soy de las personas que piensa que cuando algo lo tienes que explicar, es mucho más fácil que tu lo puedas aprender. Y así fue.
Una vida muy ajetreada y llena de fútbol a la que se sumó comentar partidos de fútbol femenino en televisión. Una oportunidad que me daba una competencia extra, porque podía analizar y ver cómo era el fútbol desde ese rol de comentarista y la función de describir lo que estaba pasando en el partido.
Aparte, me dio una gran ventaja de cara al futuro: conocer las jugadoras y los equipos de la Primera Iberdrola.
En 2019, llegó el gran salto. Lluís Cortés (arriba), entrenador del Barcelona, me dio la posibilidad de entrar a trabajar con él en el cuerpo técnico como entrenador asistente. Realmente fueron dos temporadas y media de muchísimo crecimiento por todo lo que implica estar en un staff profesional, con jugadoras del máximo nivel y las posibilidades de acción que teníamos para mejorar individualmente y para mejorar el equipo.
Un tiempo también de mucho éxito deportivo y de gran aprendizaje personal, que me permitió estar preparado cuando me ofrecieron la opción de ser primer entrenador.
"el balance de mi primer año como entrenador es positivo"
Cuando Markel me llamó para ofrecerme la oportunidad de entrenar al primer equipo en el verano de 2021, yo tenía la sensación de que era una gran responsabilidad. Quizás podía ser pronto para una persona joven. Tenía 29 años en ese momento. Pero tenía un bagaje profesional y personal potente que me permitía poder decir que sí. Una decisión que tomaba con total seguridad y confianza de que iba a ser la acertada.
Al final, la edad es solo un número. Sí que es verdad que hay jugadoras mayores que yo, y puede servir para contarlo como anécdota, pero realmente al nivel de dirección, funciones y exigencias que implica ser entrenador, la edad no es importante.
Después, eso sí, debes ser consciente y capaz de gestionar todos los cambios que llegan cuando tomas la decisión tan importante de entrenar a un equipo de la magnitud del Barcelona.
Independientemente del club en el que hayas trabajado antes o tu experiencia previa, siempre hay un periodo de adaptación y de aprendizaje. Es imposible llegar y conocer qué va a pasar o anticipar lo que va a suceder, porque no tienes la experiencia de haber estado con ese equipo bajo el rol de primer entrenador en el Barça.
"ganamos los tres títulos nacionales, pero no fue una temporada perfecta porque perdimos la final con el lyon"
El balance de mi primer año como entrenador es positivo. Ganamos los tres títulos nacionales: la Liga Iberdrola, la Copa de la Reina y la Supercopa de España. Algo histórico, porque nunca se puedo conseguir esos tres títulos antes. Además, lo hicimos ganando todos los partidos en competiciones nacionales. 36 victorias en 36 partidos.
Ese era uno de los objetivos que nos marcamos: ser capaces de ganar todos los partidos que disputásemos durante la temporada. Por otro lado, como no puede ser de otra manera en un equipo de la exigencia del Barcelona.
Una temporada donde vivimos dos momentos increíbles en el Camp Nou. Momentos que no se no se habían dado antes. El Real Madrid en la vuelta de los cuartos de final de la Champions League y el encuentro de ida de semifinales ante el Wolsfburgo.
Ahí te das cuenta de lo que genera el fútbol es brutal. A los que amamos este deporte y esta profesión, es algo difícil de explicar con palabras, porque fueron muchísimos sentimientos encontrados.
Los días previos, durante el partido, el post… ¡Increíble!
"sé que estoy en el que, para mí, es el mejor club del mundo"
Es algo que, cuando pasa el tiempo, le das mucho más valor, porque creo que no fue solo una victoria o solo una clasificación. Hicimos de los mejores partidos, sin ninguna duda, sobre todo el partido de ida contra el Wolsfburgo.
Pero me quedo con la sensación de que lo que se consiguió aquellos días fue mucho más potente, logrando aquellos records de asistencia en el Camp Nou con más de 91.000 personas, y con la voluntad y las ganas de que eso vuelva a suceder.
Sin embargo, no fue un año perfecto. No lo fue porque se nos resistió la final de la Champions League. Perder la final en Turín ante el Olympique de Lyon fue duro. Aunque también ha sido un aprendizaje para mí, sin duda. De hecho, todos los partidos son experiencias. Todos son una motivación para mejorar, independientemente del resultado.
Evidentemente, cuando pierdes, no tienes margen ya de volver a darle la vuelta a ese resultado. Pero sí que tienes margen de análisis de ver qué ha sucedido e intentar proponerte ser mejor equipo para, si volvemos a jugar contra el Lyon, poder ganarle.
"queremos ser mejor equipo que el que fuimos la temporada 2021/22"
Nunca me conformo. Las jugadoras tampoco. Ni siquiera cuando ganamos. Siempre hay cosas que se pueden hacer mejor. El equipo y, sobre todo, yo como entrenador.
Sé que estoy en el que, para mí, es el mejor club del mundo. Y también que tengo la suerte de haber llegado siendo muy joven. Pero no me voy a parar aquí. Si hay algún momento en el que considero que está todo aprendido, será el momento seguramente donde empezará mi declive.
Hay mucho margen de mejora, por mi edad. Pero también porque tengo la capacidad de entender que no soy perfecto. Así, el día a día me permite adquirir esa experiencia que necesito y también mantenerme motivado sin la sensación de que voy a estar aquí muchos años. No estoy pensando en eso.
Mi única preocupación es intentar mejorar y afrontar el reto mayúsculo que tenemos por delante. Queremos ser mejor equipo que el que fuimos en la temporada 2021/2022.
Y eso significa solo una cosa: ganarlo todo.