Entrevistas Tiempo de lectura: 11 min

Los primeros capítulos

Los primeros capítulos
Fotografía: Carlos Rodrigues/Getty Images.
Redacción
Felipe Rocha
Publicado el
3 de marzo 2025

João Pereira

Casa Pia, 2024-Presente

Para mí es un orgullo haber llegado a la primera división de Portugal a los 32 años. Pero siento que solo estoy al principio de mi historia como entrenador, así que no tengo ninguna pretensión de controlar lo que vendrá. 

Realmente, todo sigue pareciéndome muy nuevo. Casa Pia es mi primera experiencia en la máxima categoría. No quiero hacerme ilusiones sobre nada y tampoco darle muchas vueltas a si tendré éxito o no como entrenador. Soy consciente de que todo puede cambiar de un momento a otro.

Esta perspectiva, digamos, más cauta, se intensificó en mí durante la pandemia. Estaba con la selección nacional de Mozambique, como segundo entrenador de Luís Gonçalves, cuando contraje el Covid y desarrollé una grave afección cardiaca.

De repente, ya no podía trabajar. Aquellos meses, sin saber lo que me iba a pasar, cambiaron mi visión del mundo. Me di cuenta de que el trabajo era lo más importante de las cosas menos importantes de la vida.

No me malinterpretes, me apasiona lo que hago. Desde muy joven descubrí en mí el deseo de ser entrenador. Y cuando amas lo que haces, la dedicación extrema es algo natural. Pero antes del trabajo está la salud. Antes que el entrenador está la persona.

João Pereira
João Pereira llegó en el verano de 2024 a Casa Pia, después de su exitoso paso por el Alverca. Joao Rico/DeFodi Images/DeFodi via Getty Images

El fútbol de alto rendimiento es muy competitivo. Y eso significa que los entrenadores estamos siempre al límite. Queremos ayudar al jugador, al club y ser la mejor versión de nosotros mismos. Por lo tanto, también tienes que cuidar de manera similar a los jugadores. Necesitas comer bien, descansar bien y rodearte de gente que ayude a desarrollarte como profesional. Cada detalle cuenta en la feroz competición que es el fútbol de élite. Pero también hay que saber desconectar de vez en cuando. Como se suele decir: “Si sólo sabes de fútbol, no sabes nada de fútbol”.

Mi etapa como jugador duró poco. Cuando aún estaba en el fútbol juvenil, las lesiones truncaron mi estancia en los terrenos de juego. En cualquier caso, ya reconocía en mí el deseo de convertirme en entrenador.

"No quiero hacerme ilusiones sobre nada. Soy consciente de que todo puede cambiar de un momento a otro"

Me di cuenta de lo mucho que influía el entrenamiento en el partido, y me fascinaban los diferentes perfiles de los entrenadores. Algunos con menos capacidad táctica, pero con un fuerte perfil de liderazgo. Otros, con más dificultades para transmitir el mensaje al grupo, pero con buenos atributos técnicos.

Por aquel entonces, yo tenía 17 años, y mi gran referente como entrenador era José Mourinho. Alguien que combinaba la capacidad de liderazgo con un enorme talento para la parte estratégica del fútbol.

De hecho, Mourinho es un referente para todos los portugueses. Tras el éxito de Mourinho, el mercado de fichajes de entrenadores portugueses se volvió mucho más generoso con los profesionales de nuestro país.

José Mourinho
José Mourinho, campeón de la Champions League en dos ocasiones (con el Inter de Milán y Porto) y otros grandes campeonatos, es el gran referente para João Pereira. Alberto Lingria/AFP vía Getty Images

La decisión de dejar de jugar y empezar a formarme como entrenador fue muy meditada. Mucho más racional que emocional, aunque tuviera solo 17 años, como todos, una etapa de la vida en la que todo va muy deprisa. Pero yo tuve claro el camino que quería vivir.

En ese contexto surgió mi primera oportunidad como entrenador. El Grupo Desportivo da Mealhada, que por aquel entonces competía en la tercera división portuguesa, me invitó a liderar el equipo de niños de 9 años. Bueno, liderar no es exactamente la palabra adecuada cuando hablas de entrenar a niños de ocho o nueve años, porque realmente no lideras nada: estás ahí para ayudar a los niños a desarrollarse. Eso me hizo darme cuenta de lo mucho que me gustaba dirigir entrenamientos.

"Mi gran referente como entrenador era José Mourinho. Alguien que combinaba la capacidad de liderazgo con un enorme talento para la parte estratégica"

Sin embargo, sentía que aún faltaba algo: la competición. Por mucho que disfrutara ayudando a los niños en lo que era su sueño, yo quería experimentar el lado competitivo del fútbol. Y eso, por supuesto, no debe ser la prioridad en la cantera, especialmente en las categorías inferiores. Así que me di cuenta de que tenía que probar algo nuevo.

Mis siguientes pasos fueron en el fútbol sala Tuve la oportunidad de trabajar en diferentes clubes de diferentes niveles, con experiencias que fueron fundamentales para mi proceso de aprendizaje como entrenador.

Pasé por equipos de segunda y tercera división nacional, que satisfacían mi necesidad de competir a un alto nivel. Además, el fútbol sala ofrece muchas herramientas sobre detalles tácticos del juego y desarrollo individual del jugador. Herramientas que luego pueden ser útiles en diferentes contextos, como ocurre en el fútbol convencional.

João Pereira
João Pereira acumula una gran experiencia en los banquillos a pesar de su juventud. Empezó como entrenador con solo 17 años. Carlos Rodrigues/Getty Images para Coaches' Voice

Me siento privilegiado por haber tenido la oportunidad de probar diferentes fuentes de conocimiento. Esta diversidad puede resumirse en mi etapa en el FC Porto. Fueron seis años en el club, desempeñando diversas funciones: scout, analista de rendimiento, entrenador asistente, entrenador de formación y analista del equipo B. Sin duda, el Porto fue una escuela en mi vida de entrenador.

Ahí tuve la oportunidad de entrenar a jugadores como Vitinha, Fábio Vieira, Fábio Silva y João Mário cuando estaban a punto de entrar en el primer equipo. Hoy en día, es habitual que jugadores de 16 o 17 años debuten en el primer equipo. Cuando entrenas a jugadores de esa calidad, aprendes de ellos. Te das cuenta de las soluciones que ellos encuentran para determinadas situaciones. Y puedes utilizar esa experiencia para ayudar a otros jugadores en el futuro.

"La decisión de dejar de jugar y empezar a formarme como entrenador fue muy meditada. Mucho más racional que emocional, aunque tuviera solo 17 años"

Lo mismo me pasó cuando trabajé con Reinildo, jugador del Atlético de Madrid, en la selección de Mozambique. Ver entrenar y jugar de cerca a uno de los mejores laterales izquierdos del mundo te da otra perspectiva de lo que debe ser el comportamiento de un lateral con y sin balón.

Si el entrenador está atento y absorbe estos detalles, se convertirá en un profesional mejor preparado. El entrenador también debe aprender de sus compañeros.

Mi etapa como segundo entrenador en la selección de Mozambique fue muy satisfactoria. Mi experiencia previa como scout fue una ventaja cuando entré en el mundo del fútbol internacional.

Reinilido y Diego Simeone
João Pereira, en su etapa en la selección de Mozambique, dirigió a Reinildo, lateral izquierdo del Atlético de Madrid (a la izquierda, en la fotografía). Gualter Fatia/Getty Images

Al fin y al cabo, el trabajo de un scout consiste en encontrar jugadores que encajen en una plantilla determinada. Y en la selección nacional es muy parecido, también hay que analizar las características de la plantilla e imaginar si un jugador rendirá mejor que otros.

Puede que Mozambique no estuviera entre las mejores selecciones del mundo, pero el contexto competitivo de jugar contra grandes equipos en competiciones importantes fue una gran experiencia de aprendizaje profesional para mí.

La etapa en África también fue interesante desde el punto de vista humano. Como todos sabemos, Mozambique es, por desgracia, un país de enormes desigualdades sociales. A menudo olvidamos lo privilegiados que somos. Vivimos en una burbuja y desde entonces me he propuesto advertir a mis jugadores sobre esta condición.

"Desarrollé una grave afección cardiaca. De repente, ya no podía trabajar. Aquellos meses, sin saber lo que me iba a pasar, cambiaron mi visión del mundo"

El problema cardíaco que sufrí en Mozambique como consecuencia del Covid me mantuvo alejado del fútbol de competición durante meses. Pero no me quedé parado. Aproveché el tiempo de inactividad para visitar varios clubes y conocer su dinámica de trabajo. Manchester City, Betis, Sevilla, Eintracht Frankfurt...

Además de aprender, acabas haciendo nuevos contactos y eso también es fundamental en la carrera de cualquier profesional. En estos viajes, conocí al presidente del Amora FC, de la tercera división portuguesa, donde tendría mi siguiente reto.

Fue un trabajo de éxito en el Amora. Luchamos por el ascenso a la segunda división, aunque no conseguimos nuestro objetivo. Al final de la campaña, el Alverca, también de tercera división, se puso en contacto conmigo y acepté el nuevo proyecto.

João Pereira, entrenador. de Casa Pìa
Al margen de su rol como primer entrenador, João Pereira trabajó también como analista en el Porto. Experiencia que aplica en la dirección de Casa Pia. Carlos Rodrigues/Getty Images para Coaches' Voice

Lo que vivimos en el Alverca fue realmente muy especial. No sólo logramos el ascenso a segunda división, sino que también fuimos campeones de la Liga 3. Me convertí en el entrenador más joven de la historia del fútbol portugués en ganar un campeonato nacional.

Pero yo sólo era una de las piezas de aquel proyecto victorioso. Tuvimos una directiva que se alineó con nosotros y nos ayudó en las fases difíciles del camino. Un proceso en el que remodelamos también la plantilla. Tuvimos resultados negativos durante la temporada, pero nos mantuvimos unidos.

Ahora tengo la suerte de vivir la misma situación en Casa Pia. Cuando todos reman en la misma dirección, el trabajo fluye con naturalidad y se afronta con más sobriedad los momentos de turbulencia.

"Me gustaría trabajar en la Premier League y escuchar el himno de la Champions League desde el terreno de juego

Para que esto ocurra, es esencial que el club conozca perfectamente al entrenador que contrata. Mi cuerpo técnico y yo fuimos entrevistados por Casa Pia y presentamos un dossier sobre nuestra metodología de trabajo.

No digo que nuestra presentación sea mejor o peor que la de otros entrenadores, pero puedo asegurar que es diferente. Implica mucho análisis de datos, entrenamientos y partidos, análisis individuales de jugadores, algo detallado hasta la extenuación, pero que merece la pena para que el club entienda lo que pensamos.

Jugadores de Casa Pía en Formación
Casa Pia, de João Pereira, ha alcanzado la salvación de manera anticipada en la 2024/25. Mucho más cerca de los puestos europeos, que la lucha por la salvación. Joao Rico/DeFodi Images/DeFodi vía Getty Images

El Casa Pia está realizando una campaña por encima de las expectativas en la Primeira Liga. A pesar de estar en la parte alta de la clasificación, seguimos teniendo el mismo objetivo que al principio de la temporada: evitar el descenso.

Los buenos resultados deportivos también han brindado al club oportunidades ventajosas para vender jugadores. Es parte del fútbol, el entrenador tiene que adaptarse a ello y reinventar su equipo.

Hoy, a mis 33 años, estoy agradecido por todo lo que he vivido en mi corta historia en el fútbol profesional. Tengo muchos sueños para el futuro: me gustaría trabajar en la Premier League y escuchar el himno de la Champions League desde el terreno de juego.

Por otro lado, no tengo miedo de volver a la tercera división portuguesa si es necesario. Ya estuve allí y fui muy feliz. Pude hacer un trabajo muy gratificante.

El fútbol sólo exige adaptarse al contexto. Eso es lo que intento hacer.

Veremos los próximos capítulos...

João Pereira