El talento y el trabajo son las claves para triunfar. Pero, ni siquiera los jugadores más talentosos serían capaces de aguantar a su máximo nivel, sin un buen plan organizado de entrenamiento. Con una buena planificación de entrenamientos se pueden desarrollar y afianzar con más facilidad todas las virtudes del futbolista.
Para conseguir un buen objetivo deportivo a lo largo de una temporada tiene que haber una progresión óptima. Es decir, una organización adaptada, apropiada y controlada que aumente el nivel de rendimiento físico, técnico, táctico y psicológico del futbolista, minimizando también sus riesgos de lesión.
Independientemente del objetivo a conseguir durante la temporada (sea a corto, a medio o a largo plazo), la planificación debe realizarse siguiendo unos principios básicos de control de manera individual (el jugador) y colectiva (el equipo). Justo ahí, entran en escena los conceptos que hacen referencia a la organización de los períodos que forman parte del entrenamiento: macrociclos, mesociclos y microciclos.
¿Qué es un microciclo?
Se trata de la unidad de planificación de entrenamiento más corta de las tres que existen (macrociclo y mesociclo son las otras dos). El mismo está formado por varias sesiones de trabajo.
Todo el entrenamiento realizado sobre este concepto estará siempre orientado a cumplir los objetivos marcados, temporizados y organizados en la preparación del equipo, sabiendo que la planificación es flexible durante la temporada.
La duración del microciclo puede variar bastante. Puede partir desde las 2 sesiones de entrenamiento hasta las 12 sesiones. Esto en función de los partidos a disputar y el período de la temporada en el que se encuentre el equipo.
Lo más habitual en el fútbol es que la duración del microciclo sea de 6-7 días. Este es el período habitual entre partido y partido, con 4-5 sesiones repartidas en esos días.
¿Cómo se estructura un microciclo?
A diferencia de lo que ocurre en la competición de los deportes individuales, en el fútbol, un deporte colectivo, no es necesario que el jugador se encuentre en su mayor pico de forma para que pueda rendir en la competición.
Por eso la planificación en microciclos no se centra exclusivamente en la adquisición y mantenimiento del óptimo estado de forma del futbolista. Este se centra en su desarrollo y en su continua mejora a lo largo de la temporada.
Los microciclos se deben estructurar en base a varios principios:
• Un modelo de juego propio, con el objetivo de afianzar las señas de identidad como equipo.
• Al próximo rival al que te enfrentas, para trabajar en base a las debilidades y fortalezas del equipo.
• El último rival, con la intención de realizar correcciones de lo realizado en el último partido.
• Mejora de conceptos físicos, técnicos, tácticos o psicológicos generales.
Los microciclos están compuestos a la vez por sesiones de entrenamiento. Las mismas están formadas por ejercicios enfocados a la mejora global del equipo, ya sea de manera individual o colectiva.
¿Qué permite el microciclo en la preparación de un equipo?
Estructurar bien un microciclo de entrenamiento permite controlar y distribuir las cargas del entrenamiento para mejorar y optimizar el rendimiento físico, técnico, táctico y psicológico del jugador.
La distribución de las cargas de trabajo en la preparación de un equipo debe estar enfocada a largo, medio y corto plazo. Esto hace que sea una labor difícil, pero a la vez interesante. Se debe desarrollar e interpretar la preparación del equipo para repartirlas adecuadamente en cada microciclo -con los días y sesiones a decidir en cada momento-.
Lo más habitual es realizar un microciclo de una semana de duración, con 4-5 sesiones de entrenamiento ya con la competición comenzada. Dentro de esa semana de competición, se desarrolla una distribución de carga de trabajo en particular, que, dependiendo del día del partido en cuestión, será ajustada en base a la programación decidida.
La manera de realizar un buen microciclo es ajustar las semanas de trabajo estructuradas en función de los objetivos buscados a través de las tareas. Estas dos variables, tiempo y objetivos, son integradas dentro del microciclo. Todo ello adaptado para una mejor asimilación de los conceptos buscados por el cuerpo técnico a implantar en el equipo y jugadores.
¿Qué ventajas tiene la preparación en un microciclo?
El objetivo es la mejora y el mantenimiento de todas las capacidades individuales, condicionales y cognitivas del jugador. Esto para llegar en su mejor estado y así reforzar al equipo y el juego colectivo del mismo.
La manifestación final del entrenamiento se da semana a semana en el rendimiento en la competición (el partido). Esto teniendo en cuenta la eficacia del entrenamiento intentando no fatigar a los jugadores, controlando en todo momento las cargas de trabajo. Todo ello nos permitirá mejorar la eficacia individual y colectiva en las acciones que se dan en el fútbol.
La eficacia individual y colectiva es muy importante. Permite al futbolista prevenir lesiones, soportar las exigencias de un partido y poder ser efectivo en las luchas de balón que tenga que participar.
Mediante la planificación futbolística en microciclos, se trabajan todas las capacidades de los futbolistas de manera organizada. Esto, junto al contenido técnico-táctico por parte del entrenador para conseguir que su equipo encuentre el equilibrio entre la condición física y el modelo de juego.
¿Qué desventajas tiene trabajar en un microciclo?
La planificación del microciclo es un proceso complejo que requiere mucha paciencia, disciplina y persistencia. De ese modo, es necesario dedicarle mucho tiempo a pensar las necesidades que tiene el equipo y las demandadas de la competición en cada momento.
Por otro lado, a un correcto microciclo dentro de una planificación mensual o temporal se le debe dedicar un esfuerzo adicional antes de su ejecución. Por ejemplo, conocimiento del club, instalaciones, material, jugadores o la propia competición.
Además, se pueden necesitar algunas herramientas específicas para implementarlas en el día a día, distribuir el trabajo y así tener un mejor control de las cargas de entrenamiento, teniendo que distribuirlas entre los componentes del cuerpo técnico.
También se demanda un buen conocimiento de aspectos físicos, técnicos, tácticos y estratégicos.
Todo eso, en algunos casos, puede ser una gran desventaja, ya que en muchas ocasiones el trabajo y preparación de un equipo está condicionado por conseguir resultados a corto plazo, y con poco margen para planificar el medio o largo plazo.
¿Qué factores hay que tener en cuenta en un microciclo?
En todo proceso de programación deportiva se hace necesario determinar con claridad los objetivos y la selección de las tareas a trabajar, la vinculación de los contenidos del entrenamiento con los objetivos que queremos conseguir, como también la utilización adecuada de las tareas para su transferencia al juego real.
También hay que tener en cuenta la distribución progresiva de las tareas según su complejidad y, por último, la distribución gradual de las tareas según el grado de esfuerzo físico que impliquen.
La planificación del trabajo en microciclo a realizar es necesaria debido a varios factores:
• Evita la rutina y la improvisación.
• Enlaza contenidos.
• Economiza tiempo y esfuerzo.
• Favorece la fluidez en el caso de cambio de entrenador.
• Facilita la evaluación del jugador.
También hay que tener en cuenta los ajustes de tiempo en la realización de las tareas y la introducción escalonada del futbolista en la competición como elemento didáctico-motivador.
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