IBRAHIMA KONATÉ
Liverpool, 2021–Presente
El Perfil:
Después de lo ocurrido en la temporada 2020/21, no fue una gran sorpresa que el primer fichaje del verano del Liverpool fuese un defensa central. Las lesiones sufridas por el influyente Virgil van Dijk, Joe Gomez y Joël Matip dejaron al equipo tan huérfano de refuerzos en el corazón de la retaguardia que muchas veces se vieron obligados a alinear a Jordan Henderson y Fabinho fuera de su posición habitual, y, en última instancia, a tener que contratar a Ozan Kabak en calidad de préstamo.
Y que el club haya pagado los €41,5 millones de la clausula de rescisión de Ibrahim Konaté que exigió el RB Leipzig, tras mostrarse muy reacios a gastar durante el mercado de pases invernal y con los tres mencionados lesionados ya cerca de su recuperación, demuestra lo mucho que admiran al joven francés de 22 años.
“Estamos firmando a un jugador que sumará a la calidad que ya tenemos aquí”, ha dicho el entrenador del Liverpool, Jürgen Klopp. “Sus atributos físicos son muy impresionantes. Es rápido, muy fuerte y dominante en el juego aéreo”.
Análisis táctico:
Jugador diestro, Konaté ha demostrado su capacidad para actuar como central tanto en una defensa de tres como de cuatro. Cuando avanza a presionar o a seguir a un rival (abajo) es muy agresivo y si los oponentes consiguen retener y proteger la posesión, Konaté suele ser capaz de igualarlos en potencia y fuerza. Los persigue, se mantiene muy cerca de ellos y les impide que hagan rodar el balón, se giren o progresen en la posesión.
Hay ocasiones en que, inevitablemente, esa agresión lo hace conceder tiros libres, especialmente contra oponentes más ágiles e inteligentes que tienen la habilidad para sacar faltas. Cuanto más alejado esté de su compañero en la zaga central, más probabilidades tiene de incurrir en esas malas entradas. Igualmente, puede ser culpable de sujetar con los dos brazos a los rivales para impedirles que mantengan la posesión, con el consecuente castigo.
Konaté, en cualquier caso, tiene un enfoque versátil para defender. Su salto y control al competir por la posesión le permiten atacar los balones aéreos, y su velocidad y agresividad contribuyen a que retenga balones sueltos después de avanzar hacia el mediocampo.
Cuando es el defensa central que brinda cobertura secundaria es igualmente capaz de leer el juego (abajo), y de rápidamente ajustar su posición como corresponde. Siendo el último defensa hay un margen mínimo de error en cuanto a posicionamiento y a la toma de decisión sobre el momento de ocuparse del rival, demostrando solvencia en ambos aspectos. Sus esfuerzos son complementados consistentemente por la aceleración que logra, rivalizando con la de los contrarios más rápidos, hasta el punto que puede retener a quienes intentar abrirse con potencia hacia adelante. Ese mismo timing también se aplica a sus intentos de lograr intercepciones y cortar pases antes de que lleguen a sus destinatarios, y en su defensa desde dentro del área penal, cuando se muestra tanto comedido como dispuesto a utilizar su cuerpo para bloquear disparos y atacar centros.
Con el balón a sus pies, Konaté es un pasador preciso del balón con la visión de hacer progresar la posesión. En su puesto más frecuente como defensa central derecho, envía pases con efecto curvado hacia los delanteros centros o atacantes exteriores (abajo) protagonizando carreras a través del pasillo interior derecho, logrando envíos fuertes y con efecto, para darle al objetivo de su pase una posibilidad mayor de controlar el balón, ya sea enviándolo de frente o a espaldas de los defensas rivales.
Es cuando se le selecciona en el centro de una defensa de tres, que tiene más probabilidades de enviar pases directos hacia adelante golpeando el balón para habilitar a los carrileros con pases que atraviesan el campo. La mayor distancia necesaria exige que el golpeo tenga mayor potencia y el hecho de que los carrileros estén bajo una menor presión de los rivales también aumenta su libertad de intentar esos pases de mayor recorrido.
Rol en el RB Leipzig:
Durante la temporada 2020/21, actuando bajo la dirección de Julian Nagelsmann, un entrenador que de forma regular cambiaba el dibujo de su equipo, Konaté desempeñaba distintos roles defensivos. En ese lapso ganó el 71 por ciento de los duelos aéreos, pero solo el 47 por ciento de sus duelos defensivos, debido a su inconsistencia cuando salía a disputar duelos en posiciones más avanzadas.
Cuando Nagelsmann se inclinaba por una defensa de cuatro (abajo), Konaté figuró más que todo como defensa central derecho al lado de Dayot Upamecano, quien, al igual que Nagelsmann, ha pasado al Bayern Múnich, o Willi Orbán.
Si estaba al lado de Orbán, Konaté tenía la principal responsabilidad de ofrecer cobertura secundaria por detrás de su compañero de equipo, un jugador dominante en el aire, y se beneficiaba de la capacidad del húngaro-alemán para abrirse paso y demorar el accionar de sus rivales hasta que él y los otros defensas del Leipzig habían recuperado sus posiciones defensivas. Orbán tenía más limitaciones cuando tenía que defender espacios más grandes y hacer carreras de mayor distancia, lo que ponía un mayor énfasis sobre Konaté para que organizara la defensa del equipo y defendiera por detrás. Era cuando Konaté se veía forzado a defender más adelante y que, por lo tanto, Orbán tenía que brindar cobertura secundaria, que el Leipzig era menos efectivo en la retaguardia.
Junto a Upamecano, un jugador que tiene muchas de sus cualidades, Konaté defendió con mayor variedad. Si Upamecano avanzaba para presionar, la percepción y timing de Konaté lo ayudaban a hacer la cobertura por detrás y la efectividad de ambos era tal que los oponentes le daban cada vez más prioridad a atacar desde zonas en amplitud. Cuando eso sucedía, los dos seguían complementándose entre sí. Uno presionaba hacia adelante y el otro ofrecía cobertura en zonas centrales del campo. Cuando la posesión avanzaba a lo largo de la banda, el defensa que brindaba cobertura se desplazaba hacia afuera para ocuparse del avance, retrasar el ataque e intentar bloquear el acceso de vuelta por dentro, mientras que el defensa que había avanzado para presionar se recuperaba por detrás para entonces tomar control de las zonas centrales que acababan de quedar vacías.
Ambos, principalmente debido a su velocidad y sus cualidades físicas, también eran capaces de rivalizar con los intentos de un oponente de seguir llevando el balón a lo largo de la línea de banda y de recortar por dentro desde más adelante, y demostraron estar igualmente cómodos en cada rol, algo que se vio potenciado por el hecho de haber desarrollado un fuerte entendimiento entre ambos.
Cuando, en su lugar, el dibujo del equipo incluía tres defensas centrales (arriba), Konaté era seleccionado en el centro de los tres, y más consistentemente con Upamecano y Orbán a cada lado. Hubo ocasiones, sin embargo, en que un lateral figuraba como el tercer defensa central, quizás de manera similar a Kyle Walker en el Manchester City, y otras en las que Lukas Klostermann, Marcel Halstenberg o Nordi Mukiele eran incluidos en la posición de defensa central derecho. En esos casos, era menos probable que Konaté rotara e intentara cubrir las zonas más amplias del campo. Desde el corazón de la retaguardia, también se mostraba menos dispuesto a salir agresivamente desde la línea de defensiva del Leipzig, prefiriendo esperar hasta que sus compañeros en la zaga central estuviesen listos para incursionar por dentro o hasta que los carrileros estuviesen los suficientemente retrasados.
Desde esa misma posición, Konaté también ha demostrado un mayor rango de pases al poder tener como objetivos a compañeros de equipo, tanto por la izquierda como por la derecha. Las carreras hacia adelante que Angeliño hacía desde el carril izquierdo y las distintas características de los jugadores que aparecían por la derecha, exigían esa variedad de forma constante. Cuando, en su lugar, actuaba como defensa central derecho en una línea de cuatro, Konaté enviaba más frecuentemente pases con Yussuf Poulsen o Alexander Sorloth como destinos para que controlaran el balón o hacia Emil Forsberg, Dani Olmo y Christopher Nkunku para que corrieran al espacio.