Thomas Christiansen
Seleccionador de Panamá, 2020-Presente
Desde que salí del Leeds United a principios de 2018 tenía el deseo de dirigir a una selección nacional. Apenas supe de la opción de entrenar a Panamá no dudé.
Quería probar algo distinto al trabajo de club. Entrenar a un club es más concreto, con un grupo definido de jugadores. Es un trabajo día a día en el que te preparas cada semana para competir el fin de semana. Entrenar a una selección es diferente. Hay un abanico más amplio de jugadores.
Cuando hice mi presentación ante la Federación Panameña de Fútbol analicé unos 63 jugadores que podían ser potencialmente seleccionables. Quería conocer con qué jugadores contaba para recorrer el camino hacia el próximo Mundial.
Viví en Panamá cuando era niño. Era curioso que el destino que me llevara de nuevo al país, más de cuarenta años más tarde. Eso me motivaba porque no era un lugar desconocido o sin mayores vínculos emocionales.
Saqué el título de entrenador aún sin tener claro que iba a entrenar, pero no deseaba dejar pasar la oportunidad. El fútbol te va abriendo puertas y esta podía ser una opción a futuro. En aquel curso estaban muchos ex futbolistas, entre ellos Mauricio Pochettino.
Después de obtener el título, tuve experiencias muy enriquecedoras. Trabajé con Víctor Muñoz, siendo su primer asistente en el FC Neuchâtel Xamax suizo y luego con Luis Milla (abajo), en el Al-Jazira de los Emiratos Árabes. Mientras cumplía con mis funciones, me iba atrayendo más la posibilidad de ser primer entrenador.
"cuando hice mi presentación analicé 63 jugadores que podían ser seleccionables"
Cuando acabé en Al-Jazira me ofrecieron entrenar al AFE (Asociación de Futbolista Españoles), que es el equipo de futbolistas españoles que están sin contrato. Es una situación muy particular porque como entrenador no tienes ningún tipo de presión.
Te encuentras con unos chicos que dan todo en cada momento, con mucha alegría y predisposición de hacerlo bien, porque también es su futuro lo que está en juego.
Aquella fue una experiencia que no olvidaré. Entrenábamos para luego jugar partidos amistosos que eran muy importantes porque siempre asisten directores deportivos que pueden ficharles, pero también lo era para mí, ya que era una manera de empezar a dar los primeros pasos como primer entrenador. La experiencia como primer entrenador de AFE me gustó y eso fue lo que luego me ha llevado a donde estoy hoy.
En la AFE tuve de segundo entrenador a Xavi Roca, que poco tiempo después fichó como director deportivo del AEK Larnaca y me llevó de primer entrenador. Llegué al AEK Larnaca en 2014 con la idea de un 4-3-3, que es con lo que yo me siento más identificado por mi paso por el Barça.
"hay que intentar tener jugadores que puedan jugar en distintas posiciones"
A los 18 años fiché por el Barça y me encontré con un gran entrenador, que fue como un segundo padre y que me dio muchos consejos y enseñanzas. Ese era Quique Costas, alguien que tenía la misma filosofía que Johan Cruyff y que nos cuidaba mucho a los jóvenes.
En Chipre firmamos muchos jugadores españoles. Teníamos conocimiento de su nivel y de lo que nos podían ofrecer. Con esos futbolistas era mucho más fácil implementar este sistema que nos llevó hacer dos años muy buenos, históricos, porque en ambos peleamos el título con el Apoel.
En el fútbol conviven muchas ideas y modelos, pero la mía es jugar de esta manera. Sin embargo, tengo claro que el fútbol también es de variabilidad y tengo claro que hay que intentar firmar jugadores polivalentes que puedan jugar en distintas demarcaciones o que tienen unas características adaptables a otro sistema.
En esos dos años con el AEK fui nombrado mejor entrenador del año, tanto por la Liga como por la Federación. En ese momento llegó la oferta del Apoel Nicosia para comenzar en la temporada 2016.
Me contrataron para jugar un 4-3-3, igual que lo estaba haciendo en el AEK, pero para lograrlo necesitábamos contratar cierto tipo de jugadores.
"con 18 años me encontré en el barcelona a quique costas, un gran entrenador que fue como mi segundo padre"
Hicimos la pretemporada en Polonia y en el primer partido amistoso jugamos un 4-3-3, pero después del partido me di cuenta de que no podíamos jugar así. No conseguimos contratar a un futbolista que se desempeñara en el puesto de pivote “6” por delante de la defensa y cambiamos el sistema para jugar con un doble pivote.
Ese es el gran reto del entrenador, darse cuenta de que lo que uno quiere también va de la mano con los jugadores que tienes. Como entrenador tengo claro lo que quiero, pero si no lo puedo hacer necesito adaptarme.
Después de ganar la liga con el Apoel, Víctor Orta, director deportivo del Leeds, contactó a mi agente para decirle que era candidato a dirigir al club inglés. Cuando yo jugaba en la Bundesliga, con el Bochum, Víctor me entrevistó para un programa de radio en España y como agradecimiento le mandé una camiseta firmada. Años después pensaba en mí para entrenar un club histórico como el Leeds.
Víctor se puso en contacto conmigo y con mi agente, y cuando dijeron que podía haber una opción, preparé la entrevista y fui a Milán a reunirme con Andrea Radrizzani, el dueño del club. Al día siguiente me confirmaron que había sido elegido.
"tuvimos muchos altibajos en el leeds, aunque no nuestro nivel de juego no varió"
Leeds es un gran club, con una masa de hinchas espectacular. Había estadios en los que a nuestros aficionados se les oía más que a los locales.
Cuando te firma un equipo o una selección, te das cuenta de que todo lo que has ido haciendo, tanto bueno como malo, es información que tienen los directores deportivos. Víctor se fijó en mí por como plantee varios partidos en el Apoel. También por la manera en la que eliminamos al Athletic Club de Bilbao en la Europa League. El primer partido lo perdimos 3-2 en San Mamés y luego ganamos en Nicosia 2-0. Fue una hazaña eliminar a un equipo como el Athletic.
Llegué al Leeds con la idea de imponer mi filosofía, que es intentar tener el control de partido, tener la posesión del balón, crear oportunidades a base de construir superioridades en distintas zonas del campo. Cuando analicé al equipo me di cuenta que ellos estaban acostumbrados al juego más directo. Vi también que cuando atacaban de esa forma, no llegaban otros futbolistas para participar en las segundas jugadas.
Teníamos a Pablo Hernández, que es un jugador inteligentísimo, con gran técnica y que su fútbol se relaciona más con tener el balón.
"conocía a víctor orta de antes, cuando me entrevistó para un programa de radio en españa"
Por ello pensé que podíamos atacar pero controlando más el juego. En los primeros partidos no perdimos y dimos una sensación muy positiva. Incluso se habló de renovar, mejorar el contrato.
Ese buen arranque aumentó la presión de lograr el ascenso, sin reparar en que en ese momento éramos el presupuesto número 12 de la Championship, lo que nos impedía contar con jugadores que marcaran las diferencias.
Tuvimos muchos altibajos, aunque nuestro nivel de juego no varió tanto. Tras ese inicio entramos en una mala racha de cinco derrotas. Luego ganamos cinco partidos seguidos.
Sin embargo, fue una pena no haber encontrado la regularidad porque en varias de esas derrotas merecimos el triunfo. Cuando me despidieron estábamos en la décima posición a solo siete puntos del play-off. Me quedó ese sinsabor de que no me habían dejado terminar la temporada.
"trabajar con el big data fue muy interesante"
Estaba convencido de que se podía haber cambiado la tendencia de resultados, pero son decisiones que toma el presidente y hay que aceptarlo. Cerré esa etapa sin querer entrar en disputas mediáticas que no son agradables.
Tras ese paso apareció la posibilidad de dirigir en Bélgica, al Royale Union Saint-Gilloise, un club con mucha historia, un gran palmarés y la ilusión de volver a ser grande. Su dueño también es propietario del Brighton inglés y por su trabajo está muy relacionado con el Big Data. Poseía mucha información de equipos, jugadores y entrenadores. El plan era que el equipo lograse llegar a Primera en un período de dos o tres años.
Fichamos basados en el Big Data. De hecho, cuando le pregunté al presidente del club por qué me habían elegido, me respondió que yo mejoraba a todos los equipos y futbolistas que había dirigido.
Se trajo a jugadores que estaban por encima del nivel que indicaba su precio. Esto significaba que si todo iba bien, el club podría vender a esos futbolistas por un precio mayor al que habían pagado.
"he podido hablar mucho con roberto martínez sobre la formación de jugadores"
Trabajar con el Big Data fue muy interesante. Cuando fichamos a Casper Nielsen, el rating daba nivel de un jugador de Premier League. Aún así, el club lo compró a un precio muy económico. Era cuestión de tiempo para que mostrara todo su nivel; era el jugador clave por su compromiso en el campo, por su calidad y por el orden que transmite.
El mayor inconveniente que tuve fue el idioma, ya que en Bélgica se habla poco en inglés. Yo hablo danés, español, alemán e inglés, pero el francés no lo domino. Tuve que apoyarme en un asistente Karel Geraerts, que era muy profesional y que había sido ex jugador. Fue mi traductor y confidente en el Unión.
Estaba en Bélgica cuando apareció el Covid-19. La situación propició que tuviera que volver a España durante ese momento de incertidumbre.
Estuvimos trabajando con los jugadores a través de videoconferencias. Incluso les dimos cortes de vídeo para que analizaran sus propios partidos y luego me sentaba con ellos a repasar todas las acciones suyas. Quería conocer su opinión de lo que ellos pensaban de cada situación, sí lo habían hecho bien o lo habían hecho mal. Incluso a alguno de ellos se les llevó a casa elementos como la bicicleta estática, por ejemplo, para que se mantuvieran activos.
"dirigir a panamá es el mayor reto de mi carrera"
Llegar a Panamá también era complicado por la pandemia. El país estaba totalmente paralizado. Tras la cuarentena nos fuimos a Penonomé, en una zona residencial de esa localidad, para iniciar entrenamientos en burbuja.
Ese fue mi primer contacto con la selección de Panamá. Los jugadores venían de cinco meses encerrados en casa sin entrenar.
En Penonomé me dediqué a analizar el nivel de los futbolistas. Me tocó también tomar decisiones de cambio generacional en función de qué era lo mejor para el equipo. Sin embargo, fue muy positivo porque pude relacionarme con los jugadores.
El futbolista panameño es un jugador físicamente fuerte, técnicamente apto, con unas condiciones atléticas importantes, pero le faltan esos conocimientos futbolísticos de base. Ese también es uno de mis retos en la selección: formar jugadores.
"conseguido el deseo de dirigir a una selección, mi sueño siempre fue llegar a un mundial"
He tenido el gusto de conversar mucho con Roberto Martínez sobre ese tema. Él inició un proceso de reestructuración en el fútbol belga que ha sido maravilloso. Se ha implicado en el diseño de la ciudad deportiva de la federación belga; también ha contribuido en la construcción de un sistema de seguimiento a todos los futbolistas del fútbol amateur -a través de un circuito interno de televisión de la federación- y muchas cosas más. Su trabajo quedará en el tiempo.
Acepté el reto de ir a Panamá justamente por estas cosas que se pueden mejorar y que se han mejorado en muchos aspectos. Estoy orgulloso de ello, pero todavía queda un camino muy largo que recorrer. Hay cosas básicas que se tienen que mejorar, tanto deportivas como extra deportivas. Esto es a base de dinero, esfuerzo y voluntad. Lo que no se puede comprar lo podemos dar en conocimientos. Debemos tener la ilusión de invertir en el deporte.
Dirigir a Panamá es el mayor reto de mi carrera como entrenador. Cuando hice la entrevista final con el Comité Ejecutivo les dije que, además de tener un estilo propio, quería ayudar a cambiar el fútbol en el país, implementar una metodología que fuera de la selección absoluta a categorías inferiores. Sin embargo, la pandemia no nos ha permitido hacer el trabajo que a nosotros nos hubiera gustado.
También me motivó tratar de unir al país alrededor de la selección, que los aficionados volviesen a tener esa conexión con el equipo.
Lo más importante como entrenador es plasmar tu idea de juego y que el jugador la entienda y se sienta a gusto. Si ellos creen, serán capaces de todo. Por eso ahora se atreven a ser protagonistas, a tener la posesión y sobre todo, están cómodos, respaldados y con confianza.
Conseguido el deseo de dirigir una selección, mi sueño siempre fue llegar a un Mundial.
Este es mi reto con Panamá.