pedro morilla
Wuhan Three Towns, 2021-2023
Volví a Wuhan nueve meses después de que todo cambiara de un día para otro.
Como recordarás, Wuhan fue la primera ciudad del mundo que se cerró por el coronavirus. Es imposible olvidar ese maldito 23 de enero de 2020.
Sin embargo, mi sensación al llegar de nuevo a la ciudad después de tanto tiempo fue de una total normalidad. Había controles, eso sí, como, por ejemplo, el código QR que te hacía estar localizado en todo momento por si había un caso positivo por coronavirus en algún lugar que hubieras estado. Pero la ciudad no tenía nada que ver con los últimos días de ese mes de enero.
El taxi del aeropuerto me llevó a las instalaciones del Wuhan Three Towns. Una zona alejada del centro. Ese sería mi espacio a partir de ese momento. Una habitación modesta, pero con todo lo necesario para poder trabajar.
Yo entonces todavía era el director deportivo del equipo. Llegué a ese puesto en 2019. En principio, fui a China para hacerme cargo de la selección Sub-15 del país, pero los planes cambiaron y terminé —siempre digo que afortunadamente— en Wuhan.
Aunque había estado nueve meses fuera, como también todos los entrenadores y formadores del equipo —varios de esos entrenadores y formadores también españoles—, no habíamos dejado de trabajar casi ningún día. Fue un trabajo diferente, porque lo hicimos de manera telemática, pero que nos demandó muchísimo a toda la gente que formábamos parte del equipo.
"En principio, fui a China para hacerme cargo de la selección Sub15 del país, pero los planes cambiaron y terminé —siempre digo que afortunadamente— en Wuhan"
Preparamos los entrenamientos de los chicos del club que estaban en casa. Entrenamientos individuales para cada uno de ellos y adaptados a sus circunstancias personales. En China fueron más de cuatro meses de encierro. También tuvimos reuniones constantes, entre ellas, para organizar cómo serían los entrenamientos una vez que se pudiera volver a trabajar en las instalaciones del club.
La competición tardó un mes más en volver hasta octubre de 2020. Fue un momento muy esperado por todos, y más con el ascenso a la China League Two —la tercera división del país— que conseguimos después de un gran final de temporada.
Sin embargo, la dinámica no pudo ser igual de regular en la China League One. Después de cuatro meses de competición en 2021, la dirección del club decidió rescindir el contrato del entrenador que estaba (Albert García).
Mientras buscaban un nuevo técnico, desde el club me comentaron la posibilidad de que fuera yo el entrenador interino. No era una opción que yo valorara del todo como positiva, porque no me gustaba la opción de estar de paso. Pero también es verdad, que en ese momento yo ya tenía ganas de volver a entrenar.
Había estado mucho tiempo de director deportivo y estaba ya cansado de los despachos. Esas ganas de entrenar fueron las que me llevaron a decir que sí.
"Me quedé como primer entrenador hasta el final de temporada, que resultó en el ascenso del equipo a la Superliga China después de sumar 16 victorias en los últimos 18 partidos"
Los entrenamientos estuvieron bien. También los partidos. Empezamos a ganar jornada tras jornada. Pasados unos partidos, la directiva del club entonces volvió a reunirse conmigo para decirme que apostaban toda su confianza en mí.
Me quedé como primer entrenador hasta el final de temporada, que resultó en el ascenso del equipo a la Superliga china después de sumar 16 victorias en los últimos 18 partidos.
La siguiente reunión fue ya para firmar la prolongación de mi contrato.
Fueron momentos increíbles, porque el club nunca había estado antes en la máxima competición del fútbol chino, y nosotros lo habíamos logrado en pocos meses gracias a una espectacular racha de resultados.
Antes de arrancar la competición, nos marcamos un objetivo: consolidarnos en la categoría. Yo sabía que teníamos plantilla para poder dar mucho más, pero quería ir paso a paso. No correr antes de andar, ya sabes. Y más en un club tan joven, con solo seis años de vida entonces (fue fundado en 2016) y en lo que era su estreno en la máxima competición del fútbol chino.
"La regularidad era lo más importante para seguir hacia adelante"
Además, la temporada arrancó bajo unas condiciones muy especiales. La organización de la Superliga decidió que todos los equipos jugaríamos la primera fase de la temporada en una burbuja, debido a la normativa de COVID 0. No pudimos salir de la sede durante varias semanas.
Vivíamos y competíamos en una burbuja.
El equipo asimiló bien esa situación. Obviamente no es lo que esperas cuando te estrenas en la Superliga, pero teníamos que competir bajo esas circunstancias. Para mí, iba a ser el momento más importante de la temporada. Yo sabía que ese tramo en la burbuja marcaría para bien o para mal el resto de la temporada. Y salimos de ella muy muy bien: ¡Líderes de la competición!
Pero nuestro objetivo no iba a variar. Estábamos centrados en lograr la permanenia lo más pronto posible. Nos mantuvimos invictos hasta la jornada 17, después de ganar 15 partidos. Al igual que no esperábamos estar tan arriba, tampoco la primera derrota la tomamos como algo catastrófico. La regularidad era lo más importante para seguir hacia adelante.
"en octubre de 2020 el equipo estaba en la tercera división y dos años y medio después ganaba la gran competición del país"
Poco a poco, una vez asegurada la salvación, fueron cambiando nuestros objetivos. Primero fue meternos entre los seis primeros. Después entre los tres primeros… No fue hasta las diez últimas jornadas cuando nos planteamos pelear por el título de Liga.
Para entonces, el único rival que teníamos era el Shandong Taishan. El tercer clasificado estaba a una distancia muy grande. Ya no valía decirle a los jugadores que valía con competir y dar lo mejor de cada uno. Como habíamos hecho durante todo el año. El objetivo pasó a ser ganar el siguiente partido, porque eso nos llevaría al título.
La presión era mucha, lo sabíamos. Pero el equipo lo tomó bien en las diez últimas jornadas. Los jugadores lo resistieron todo; también jugar sin público en nuestro estadio, mientras en muchos de los otros campos ya había aficionados en las gradas. Al mismo tiempo, el gobierno de la ciudad se volcó con el equipo en el tramo final de la temporada. Al igual que la gente.
Conseguir el título de la Superliga fue algo histórico. Un equipo que en octubre de 2020 estaba en la tercera división y dos años y medio después ganaba la gran competición de China.
"De camino al aeropuerto, algunas personas me reconocieron y me sonrieron. También antes el taxista. ahí fui consciente de lo que habíamos conseguido"
Como te imaginas, las sensaciones fueron increíbles. El premio a todo el sacrificio que hicimos. Por supuesto, todo el reconocimiento para mi cuerpo técnico: Roberto Ríos, José Antonio Gordillo, Joseba Ituarte y Daniel Carmona.
Ellos, como yo, dejaron todo en España para trabajar en Wuhan durante dos años y medio. Lejos de familia y amigos durante tanto tiempo.
También fue un enorme trabajo de nuestro staff técnico chino. No creo que ninguno de los todos los integrantes del cuerpo técnico pasáramos más de un día de sin trabajar en el equipo durante la temporada.
Volví a casa, a España, de vacaciones en enero de 2023. Unos pocos días después de ganar la liga. De camino al aeropuerto, algunas personas me reconocieron y me sonrieron. También antes el taxista. Ahí realmente fui consciente de lo que lo que habíamos conseguido. Del enorme poder que tiene el fútbol.
Después de todo lo que había pasado la gente de Wuhan, ganar la liga de China fue un gran motivo para volver a sonreír.